Me he visto un documental estos días atrás sobre los usa y hubo algo que me resultó familiar en estos tiempos que corren. Allá, en los años cincuenta del siglo XX, a cualquier político, movimiento, ideología o ciudadano que discrepase de la política belicista, reclamase derechos civiles o pusiera sobre la mesa la posibilidad de una coexistencia pacífica se le tachaba de comunista. Esto lo vengo viendo últimamente en la España actual, el meter a todo el conjunto ideológico de izquierdas bajo el capote del comunismo con el fin de desacreditarlo y hundirlo con los argumentos ya conocidos por todos: Venezuela, Cuba y Corea del Norte. A mi la verdad que me da profunda pereza y me resulta un poco simplón, aunque confieso que lo veo efectivo, a juzgar por como se propaga ese hombre de paja.
A muchos izquierdistas les pasa algo parecido con el término facha, fascista o racista. Al final unos y otros usan las mismas estrategias dialécticas para desacreditar al otro.