xxxxyyyy
Forero del todo a cien
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- 30 Ene 2014
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Pues si, amigos mios (es un decir, claro) en un intento de acentuar mi virilidad (siguiendo algunos sabios consejos), y dado que los caminos espirituales y dharmicos, tendrán que esperar hasta el próximo encuentro veraniego por esas lejanas sierras, me he apuntado a clases de full-contact.
Mi entrada en ese templo de la masculinidad y la testosterona, ha tenido el mismo impacto que el de un elefante en una cacharreria. Sólo llevo un mes, y el profesor ya me da por perdido. Me ha recomendado el tai-chi, y razones no le faltan.
De momento estoy enfrente del espejo, concatenando puños y patadas, pero he visto hostias tremebundas. Hasta aqui, lo normal, diréis. Pero lo asombroso es que hay mujeres, sólo unas pocas, pero entran con una fiereza y una agresividad tremendas.
Cierto es que poco tendrian que hacer con los tipos que entrenan (algunos con aspecto patibulario, musculados y tatuados) pero van a por todas. Y golpean con ganas. Ellos se cortan, pero ellas van a por todas. Hasta hubo una, que sólo vino un dia y se fue, porque no la pusieron a combatir como queria. Tienes que entrenar y aprender los desplazamientos y movimientos, le dijo el profesor, y la puso a mi lado. Apenas me habló, la dureza de su rostro, arrojaba una nueva dimensión a la mujer que se acerca. Fiera, combativa, no quiere ser protegida, no nos necesita, luchará como un hombre, y alcanzará sus metas...
Mi entrada en ese templo de la masculinidad y la testosterona, ha tenido el mismo impacto que el de un elefante en una cacharreria. Sólo llevo un mes, y el profesor ya me da por perdido. Me ha recomendado el tai-chi, y razones no le faltan.
De momento estoy enfrente del espejo, concatenando puños y patadas, pero he visto hostias tremebundas. Hasta aqui, lo normal, diréis. Pero lo asombroso es que hay mujeres, sólo unas pocas, pero entran con una fiereza y una agresividad tremendas.
Cierto es que poco tendrian que hacer con los tipos que entrenan (algunos con aspecto patibulario, musculados y tatuados) pero van a por todas. Y golpean con ganas. Ellos se cortan, pero ellas van a por todas. Hasta hubo una, que sólo vino un dia y se fue, porque no la pusieron a combatir como queria. Tienes que entrenar y aprender los desplazamientos y movimientos, le dijo el profesor, y la puso a mi lado. Apenas me habló, la dureza de su rostro, arrojaba una nueva dimensión a la mujer que se acerca. Fiera, combativa, no quiere ser protegida, no nos necesita, luchará como un hombre, y alcanzará sus metas...