LeChuck
Freak total
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¿Será posible que no haya un hilo de las prácticas de empresa? O lo hay y no lo he encontrado. No me sorprendería que incluso yo hubiese participado.
Pero bueno, abrid hilos.
Andaba ayer viendo algo en Youtube y apareció una señora cosiendo un roto en una maleta. Y me vino el flash de una de mis prácticas de empresa. Una experiencia más bien indignante y que recordaré siempre con odio asesino.
Pero vayamos al principio. Que yo recuerde he pasado por dos periodos de prácticas de tres meses cada uno. De todo mi CV la columna vertebral formativa son dos FPs. Una un grado medio de informática, al que me metí cuando la tormenta de la crisis del 2008 se cernía sobre nuestras cabezas, como el que corre a resguardarse de una granizada repentina. Y ya en pleno apocalipsis seguí con un grado superior de lo mismo, porque en aquella situación de guerra fratricida* por migajas laborales un grado medio no valía ni para limpiarse el culo (ni tampoco el superior, pero bueno)
*Acabo de aprender que no se escribe "fraticida" gracias al corrector automático.
Así que cuando terminé el GM, en pleno 2011, me mandaron a una pequeña empresa que entre otras facetas más rentables tenía un casi invisible y desconocido servicio de asistencia informática a otras pequeñas empresas, del cual eran responsables dos pobres diablos. Principalmente hacían ñapas en ordenadores y mantenimiento de impresoras. Estos dos tenían muy poco trabajo para llenar el día y tenían todavía menos para mí. Acompañaba a uno u otro según les pareciese y no solía hacer más que asistencia de niño tonto, en plan vuelve a ponerle los tornillos a esa tapa, formatea ese ordenador, limpia bien esta pieza.
Había días en los que me dejaban en el taller sólo mientras se iban a hacer sus ñapas y yo, aunque agradecía que mis horas pasasen sin hacer el imbécil, enloquecía de aburrimiento, porque los ordenadores no tenían internet, o lo tenían capado. Y en el taller había una cámara de seguridad, con lo que no podía dar mucho la nota.
La carga de trabajo era tan escasa que me acabé llevando apuntes de inglés para estudiar en los ratos muertos.
Llegar hasta aquella empresa, que estaba en un polígono, me llevaba tres horas diarias de viaje, contando el paseo hasta la parada del autobús, transbordos, que el horario era a jornada partida, etc. Muchos días no hacía casi nada, otras directamente me pasaba las ocho horas mirando al infinito, la experiencia no tenía valor alguno y las posibilidades de contratación eran sub-cero. Os podéis imaginar la puta gracia que me hacía perder tres horas diarias yendo y volviendo.
De aquella promoción de subnormales informáticos hubo anécdotas más cómicas. A uno lo mandaron al Mediamarkt local y alguien lo puso a atender a gente por la zona de frigoríficos. Se lo contó a la tutora, y esta, que era de las que se quitan las bragas a pedos, fue allá y debió de montar una cojonuda. Y al chaval lo mandaron a otra empresa.
A otro lo enviaron a una empresa de servicios informáticos que luego se supo que se iba irremediablemente a pique, y lo tuvieron de mozo de carga llevando los equipos y el mobiliario a un almacén mientras le decían que la cosa iba bien y que había posibilidades de contratación. Vamos, para ir allá con una escopeta a administrar justicia a tanto hijo de puta.
Tendré que seguir en otro momento. Que es hora de dormir.
Y vosotros qué onda.
Pero bueno, abrid hilos.
Andaba ayer viendo algo en Youtube y apareció una señora cosiendo un roto en una maleta. Y me vino el flash de una de mis prácticas de empresa. Una experiencia más bien indignante y que recordaré siempre con odio asesino.
Pero vayamos al principio. Que yo recuerde he pasado por dos periodos de prácticas de tres meses cada uno. De todo mi CV la columna vertebral formativa son dos FPs. Una un grado medio de informática, al que me metí cuando la tormenta de la crisis del 2008 se cernía sobre nuestras cabezas, como el que corre a resguardarse de una granizada repentina. Y ya en pleno apocalipsis seguí con un grado superior de lo mismo, porque en aquella situación de guerra fratricida* por migajas laborales un grado medio no valía ni para limpiarse el culo (ni tampoco el superior, pero bueno)
*Acabo de aprender que no se escribe "fraticida" gracias al corrector automático.
Así que cuando terminé el GM, en pleno 2011, me mandaron a una pequeña empresa que entre otras facetas más rentables tenía un casi invisible y desconocido servicio de asistencia informática a otras pequeñas empresas, del cual eran responsables dos pobres diablos. Principalmente hacían ñapas en ordenadores y mantenimiento de impresoras. Estos dos tenían muy poco trabajo para llenar el día y tenían todavía menos para mí. Acompañaba a uno u otro según les pareciese y no solía hacer más que asistencia de niño tonto, en plan vuelve a ponerle los tornillos a esa tapa, formatea ese ordenador, limpia bien esta pieza.
Había días en los que me dejaban en el taller sólo mientras se iban a hacer sus ñapas y yo, aunque agradecía que mis horas pasasen sin hacer el imbécil, enloquecía de aburrimiento, porque los ordenadores no tenían internet, o lo tenían capado. Y en el taller había una cámara de seguridad, con lo que no podía dar mucho la nota.
La carga de trabajo era tan escasa que me acabé llevando apuntes de inglés para estudiar en los ratos muertos.
Llegar hasta aquella empresa, que estaba en un polígono, me llevaba tres horas diarias de viaje, contando el paseo hasta la parada del autobús, transbordos, que el horario era a jornada partida, etc. Muchos días no hacía casi nada, otras directamente me pasaba las ocho horas mirando al infinito, la experiencia no tenía valor alguno y las posibilidades de contratación eran sub-cero. Os podéis imaginar la puta gracia que me hacía perder tres horas diarias yendo y volviendo.
De aquella promoción de subnormales informáticos hubo anécdotas más cómicas. A uno lo mandaron al Mediamarkt local y alguien lo puso a atender a gente por la zona de frigoríficos. Se lo contó a la tutora, y esta, que era de las que se quitan las bragas a pedos, fue allá y debió de montar una cojonuda. Y al chaval lo mandaron a otra empresa.
A otro lo enviaron a una empresa de servicios informáticos que luego se supo que se iba irremediablemente a pique, y lo tuvieron de mozo de carga llevando los equipos y el mobiliario a un almacén mientras le decían que la cosa iba bien y que había posibilidades de contratación. Vamos, para ir allá con una escopeta a administrar justicia a tanto hijo de puta.
Tendré que seguir en otro momento. Que es hora de dormir.
Y vosotros qué onda.