- Registro
- 8 Mar 2004
- Mensajes
- 16.585
- Reacciones
- 2.274
Hace unos años, en el trabajo era costumbre "espabilar" a los novatos para que dejasen de ser pues eso, novatos. Solía tratarse de bromas inofensivas, no hacían daño pero te hacían estar alerta para la próxima y todo sin perder el buen humor.
Otro motivo para hacer las novatadas es cuando viene algún listillo a donde hay un equipo de trabajo y pretende ser el más listo y actuar como un "mesías" pretendiendo que los demás vayan a rebufo suyo.
Esto mismo ocurrió en el año 90, cuando me enviaron como jefe de equipo a realizar un trabajo a Vielha (Valle de Arán). Eramos 5 trabajadores, hacía falta más gente y pedí a mi jefe un trabajador más.
Al día siguiente llegó el nuevo, que lejos de mantenerse discreto y adaptarse al sistema de trabajo que llevábamos desarrollando desde hacía 6 meses, empezó a ir por libre y a hacerse el graciosillo de turno. Fue por unanimidad que decidimos bajarle los humos, pero con clase.
(Descanso para que se enciendan un pitillo, se hagan un pajote, etc).
Quedé de acuerdo con uno de nosotros que tuviera morro y le busqué una caja de cartón con tapa, a la que le practiqué un agujero para meter la polla y los güevos. La idea era que yo decía que había visto un pájaro de colores en el campo al fondo de la obra. El colaborador debía ir a "cazarlo" y volvía con la caja pegada a la güevera diciendo que lo tenía (lo que tenía la caja era lo que ya sabemos). A continuación yo decía: ¡a ver, que lo cojo! y el colaborador decía: ¡no, que tú eres un manazas, que lo coja él!. Los demás debían ver y callar como putas.
Llegó la hora del bocata y nos reunimos todos en el párking de la obra; al fondo, el campo. En el momento preciso, pronuncio las palabras, todo el mundo mirando y el colaborador vuelve con la caja...
Como se supone que hay un pájaro, el "espabiladillo" no la abrió de par en par y sólo metió la mano por la rendija, agarrando "el pájaro" de mi amigo. Nunca olviraré la cara de susto-asco que puso el listillo al darse cuenta de lo que agarraba y ver que más de veinte personas le miraban llorando de risa...
No sé si lo he narrado bien, por eso he ilustrado con mi cutre-pinta el momento en cuestión.
Otro motivo para hacer las novatadas es cuando viene algún listillo a donde hay un equipo de trabajo y pretende ser el más listo y actuar como un "mesías" pretendiendo que los demás vayan a rebufo suyo.
Esto mismo ocurrió en el año 90, cuando me enviaron como jefe de equipo a realizar un trabajo a Vielha (Valle de Arán). Eramos 5 trabajadores, hacía falta más gente y pedí a mi jefe un trabajador más.
Al día siguiente llegó el nuevo, que lejos de mantenerse discreto y adaptarse al sistema de trabajo que llevábamos desarrollando desde hacía 6 meses, empezó a ir por libre y a hacerse el graciosillo de turno. Fue por unanimidad que decidimos bajarle los humos, pero con clase.
(Descanso para que se enciendan un pitillo, se hagan un pajote, etc).
Quedé de acuerdo con uno de nosotros que tuviera morro y le busqué una caja de cartón con tapa, a la que le practiqué un agujero para meter la polla y los güevos. La idea era que yo decía que había visto un pájaro de colores en el campo al fondo de la obra. El colaborador debía ir a "cazarlo" y volvía con la caja pegada a la güevera diciendo que lo tenía (lo que tenía la caja era lo que ya sabemos). A continuación yo decía: ¡a ver, que lo cojo! y el colaborador decía: ¡no, que tú eres un manazas, que lo coja él!. Los demás debían ver y callar como putas.
Llegó la hora del bocata y nos reunimos todos en el párking de la obra; al fondo, el campo. En el momento preciso, pronuncio las palabras, todo el mundo mirando y el colaborador vuelve con la caja...
Como se supone que hay un pájaro, el "espabiladillo" no la abrió de par en par y sólo metió la mano por la rendija, agarrando "el pájaro" de mi amigo. Nunca olviraré la cara de susto-asco que puso el listillo al darse cuenta de lo que agarraba y ver que más de veinte personas le miraban llorando de risa...
No sé si lo he narrado bien, por eso he ilustrado con mi cutre-pinta el momento en cuestión.