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Forero del todo a cien
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LAS ULTIMAS EXCLUSIVAS DE PEDRO JETA Y FEDEGUICO SON DESMONTADAS POR LA POLICIA.
La Dirección General de la Policía ha difundido una nota “ante las informaciones difundidas por determinados medios de comunicación, en relación con las investigaciones efectuadas por el Cuerpo Nacional de Policía durante el 11 de marzo y posteriores al atentado de 2004 (...)”. Asegura el texto “que en la furgoneta Renault Kangoo, localizada por la Policía en Alcalá de Henares, pocas horas después de que se produjeran las explosiones en los trenes (....) se encontraron 61 efectos, tal y como ponen de manifiesto los atestados policiales y recoge el auto del juez Del Olmo (...)” Y añade que fueron halladas “diversas cintas de radio cassette, cinco de ellas sin caja”. “Una de las cintas -afirma la policía-, de la Orquesta Mondragón, con una anotación manuscrita: “Orquesta Mondragón”. Esta cinta musical es la única mención a Mondragón que se encontró en la furgoneta (...)”
Los cazadores y sus mastines
¿El cazador, cazado? Más bien habría que preguntarse si los dos cazadores, Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos, junto a sus mastines, Mugica y Del Pino, no han sido cazados finalmente en su intento de dar el vuelco a la investigación policial y judicial sobre el 11-M con la finalidad de acercar al máximo la versión periodística a los intereses políticos del PP. Desde el 14-M, de infausta memoria para Aznar, Rajoy y Acebes, la derecha política y mediática se ha esforzado por ofrecerles en bandeja -a modo de reparación a su desdicha- una pista fiable que condujera a ETA. Han rastreado sin tregua, adentrándose en el territorio de la leyenda, de las falsedades y de la paranoia.
“Llevan dos años con lo mismo”
Han buscado a ETA desesperadamente. Han convertido en categoría todo género de anécdotas menores o hasta ridículas. Como se podía leer ayer en El Confidencial, que dirige Jesús Cacho -atención a este dato-, medios policiales señalan que “llevan dos años haciendo lo mismo. Cogen un hecho, a veces contrastado policial y judicialmente, y tras alterarlo en parte, lo utilizan para lanzar, primero, una duda y, luego, una conclusión sin sentido que no se sustenta en nada (...)”
El coro de serafines
El miércoles, confundieron una anotación sobre la Orquesta Mondragón con el Grupo Mondragón, el principal hoolding empresarial/cooperativo de Euskadi. El coro de serafines apocalípticos que cantan cada mañana en la COPE recuperaron la euforia. Mondragón -para ellos- equivale, perversamente, a ETA pasando claro por Euskadi. Si en la furgoneta había una tarjeta o anotación con la palabra Mondragón y había sido ocultada por la policía a sus superiores, incluido el entonces ministro de Interior, Ángel Acebes, ¡ahí estaba, por fin, la prueba del nueve de la conspiración para derrocar en las urnas -sobre casi doscientos cadáveres- al PP!
Y la gran conspiración
Y en la conspiración podían caber, por supuesto, todos: moros al servicio del espionaje marroquí, moros afines a Ben Laden, etarras dispuestos a romper España mediante la política de rendición que haría más tarde Zapatero en Moncloa, altos cargos policiales desleales al Gobierno de Aznar y, en cambio, agentes de Ferraz, Polanco, la SER, CNNPlus, El País, el Grupo Zeta/El Periódico de Catalunya y hasta probablemente los Reyes Magos por su procedencia oriental y porque también reparten juguetes a los niños de papás de Batasuna. Les faltaba Mondragón. Llegaron también a Mondragón. Creyeron descubrir el huevo de Colón. Pero se encontraron con Gurruchaga. Pasen y vean: ocurre que en ocasiones el periodismo de investigación se transforma en periodismo de suposición.
El artículo se comenta sólo. Es suficientemente claro. Y no deja lugar a dudas de quien está instalado en la mentira a cualquier precio.
La Dirección General de la Policía ha difundido una nota “ante las informaciones difundidas por determinados medios de comunicación, en relación con las investigaciones efectuadas por el Cuerpo Nacional de Policía durante el 11 de marzo y posteriores al atentado de 2004 (...)”. Asegura el texto “que en la furgoneta Renault Kangoo, localizada por la Policía en Alcalá de Henares, pocas horas después de que se produjeran las explosiones en los trenes (....) se encontraron 61 efectos, tal y como ponen de manifiesto los atestados policiales y recoge el auto del juez Del Olmo (...)” Y añade que fueron halladas “diversas cintas de radio cassette, cinco de ellas sin caja”. “Una de las cintas -afirma la policía-, de la Orquesta Mondragón, con una anotación manuscrita: “Orquesta Mondragón”. Esta cinta musical es la única mención a Mondragón que se encontró en la furgoneta (...)”
Los cazadores y sus mastines
¿El cazador, cazado? Más bien habría que preguntarse si los dos cazadores, Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos, junto a sus mastines, Mugica y Del Pino, no han sido cazados finalmente en su intento de dar el vuelco a la investigación policial y judicial sobre el 11-M con la finalidad de acercar al máximo la versión periodística a los intereses políticos del PP. Desde el 14-M, de infausta memoria para Aznar, Rajoy y Acebes, la derecha política y mediática se ha esforzado por ofrecerles en bandeja -a modo de reparación a su desdicha- una pista fiable que condujera a ETA. Han rastreado sin tregua, adentrándose en el territorio de la leyenda, de las falsedades y de la paranoia.
“Llevan dos años con lo mismo”
Han buscado a ETA desesperadamente. Han convertido en categoría todo género de anécdotas menores o hasta ridículas. Como se podía leer ayer en El Confidencial, que dirige Jesús Cacho -atención a este dato-, medios policiales señalan que “llevan dos años haciendo lo mismo. Cogen un hecho, a veces contrastado policial y judicialmente, y tras alterarlo en parte, lo utilizan para lanzar, primero, una duda y, luego, una conclusión sin sentido que no se sustenta en nada (...)”
El coro de serafines
El miércoles, confundieron una anotación sobre la Orquesta Mondragón con el Grupo Mondragón, el principal hoolding empresarial/cooperativo de Euskadi. El coro de serafines apocalípticos que cantan cada mañana en la COPE recuperaron la euforia. Mondragón -para ellos- equivale, perversamente, a ETA pasando claro por Euskadi. Si en la furgoneta había una tarjeta o anotación con la palabra Mondragón y había sido ocultada por la policía a sus superiores, incluido el entonces ministro de Interior, Ángel Acebes, ¡ahí estaba, por fin, la prueba del nueve de la conspiración para derrocar en las urnas -sobre casi doscientos cadáveres- al PP!
Y la gran conspiración
Y en la conspiración podían caber, por supuesto, todos: moros al servicio del espionaje marroquí, moros afines a Ben Laden, etarras dispuestos a romper España mediante la política de rendición que haría más tarde Zapatero en Moncloa, altos cargos policiales desleales al Gobierno de Aznar y, en cambio, agentes de Ferraz, Polanco, la SER, CNNPlus, El País, el Grupo Zeta/El Periódico de Catalunya y hasta probablemente los Reyes Magos por su procedencia oriental y porque también reparten juguetes a los niños de papás de Batasuna. Les faltaba Mondragón. Llegaron también a Mondragón. Creyeron descubrir el huevo de Colón. Pero se encontraron con Gurruchaga. Pasen y vean: ocurre que en ocasiones el periodismo de investigación se transforma en periodismo de suposición.
El artículo se comenta sólo. Es suficientemente claro. Y no deja lugar a dudas de quien está instalado en la mentira a cualquier precio.
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