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@TORBE no se le puede decir nada, porque como digas que su porno es una mierda, el tío cuando se conecta y te lee hablando de otra cosa te vota negativo.
Su porno carece de calidad, pero él tiene muchísimo más mérito del que estás planteando.
Tiene un mérito enorme.
En los años 90 el porno estaba restringido a cuatro amigos en donde te exigían tener un cuerpo culturista y un físico Nacho Vidal de guerrero de una élite militar, y cara de macho cabrio con facciones duras como el acero.
Debías reunir ambas cosas que son bien complicadas. Tener ese aspecto y formar parte de esa chupipandi.
Era una puerta que ni se tocaba, y si había algún despistado que la tocaba la respuesta era "jajajajajaja espera espera, que como chiste me gustó más que aquel de Lepe que va a...".
Lo que él hace estando tan lejos de reunir esos requisitos es, lejos de marcharse derrotado cuando esa puerta ni se abre, es PUES LO HAGO YO.
Yo soy ahora el que abre la puerta y no el que la llama, el que rueda tras la cámara, el que decide si tú vales para el porno o no, el que produce la obra y el que decide. Que obviamente voy a decidir que el que folla soy yo.
Y todo eso es muy grande a finales de los 90 y principios del 2000. Tener esa mentalidad y acabar haciéndolo en aquella época era casi lo imposible.
Decir: vosotros vendéis machos musculosos que ponen esa voz ultra grave de haberse comido dos camioneros, tres cavernícolas y cinco toros, pues yo voy a vender a un tío normal, incluso feo pajero, que folla chicas pornograficamente. Y voy a decir "y por qué no?". Y voy a usar la lógica de que los que consumen porno se parecen más a Torbe que a Marlon Brando en "Un tranvía llamado deseo", y por tanto es coherente lo que planteo porque es consecuente a la hora de que el consumidor se identifique con el producto.
Que a mí su porno no me guste y que lo vea una mierda y que me parece mejorable en muchas cosas y todo eso, es una cosa.
Otra cosa es negar que lo que hizo ese tío en su momento fue una genialidad que solo se explica de alguien listo, con mucha voluntad y con visión empresarial. Eso no se puede negar.
Y si hacer algo parecido a día de hoy puede resultar algo más fácil que entonces es precisamente porque fue Torbe el que demostró que poder se puede en aquella época en que nadie podía creer que se podía.