John_Ashley
Forero del todo a cien
- Registro
- 25 Sep 2014
- Mensajes
- 148
- Reacciones
- 0
Estoy cansado de vivirlo dentro de mi propia familia:
Mi prima tuvo una niña hace unos tres años. Desde el mismo instante en que la larva abandonó la placenta de su madre, que tiene una orda de marujas (entre las que se halla mi propia madre) y algún que otro marujo, besándole los pies, riéndole cualquier gracia absurda o preocupándose hasta de si le ha caído la pestaña número 23 de su párpado izquierdo.
El caso es tan grave que hasta se llaman por teléfono entre ellas para contarse la última batallita, o la última frase lúcida que ha salido de su babosa boca. Tanto pastelón y malcrío hacia la criatura haría vomitar hasta a una puta cabra. Pero es que son incapaces de analizar y reflexionar sobre el estado de la sociedad actual, producto de la famosa "igualdad", y alimentado mediante actitudes y comportamientos como los que ellos ejemplifican.
Total, a mí me la suda en lo que se convierta la niña, pero lo que sí me da un cierto grado de impotencia es el hecho de que sean incapaces de entender que están colaborando con 4 brazos cada uno a que la niña se convierta en una futura feminazi, si es que no tiene ya esos esquemas en su cabeza de tres años. El hecho de malcriarle de esa forma, de tener todo a pedir de boca, de sentirse la más protegida del mundo, en combinación con un par de películas Disney que verá dentro de poco, y dentro de unos años será una PUTA, pero así, con todas las letras, de las que se las comerán a pares, (o de 3 en 3) y responderá de forma maestra al esquema de "mujer actual".
Yo, a mí que generalmente los niños no me gustan, al principio todavía me tomaba la decencia de decirle "algo" del tipo "Hola Papadopoulos" (no voy a decir su nombre de verdad) y poco más, pero es que ahora cuando veo al bicho suelto una expresión "gñee" casi con una mueca de repugnancia que trato de que sea lo menos visible posible para que mis familiares no se enteren. O directamente no le digo ni mu, ¿para que exponerme ante semejante riesgo?
Cuento esta magnífica historia porque me gustaría conocer vuestra -siempre sabia- opinión, hamijos. ¿Creéis, al igual que yo, que efectivamente están contribuyendo a que esta niña se convierta en otra escoria social, asquerosa en grado sumo y contenedor de semen?
Mi prima tuvo una niña hace unos tres años. Desde el mismo instante en que la larva abandonó la placenta de su madre, que tiene una orda de marujas (entre las que se halla mi propia madre) y algún que otro marujo, besándole los pies, riéndole cualquier gracia absurda o preocupándose hasta de si le ha caído la pestaña número 23 de su párpado izquierdo.
El caso es tan grave que hasta se llaman por teléfono entre ellas para contarse la última batallita, o la última frase lúcida que ha salido de su babosa boca. Tanto pastelón y malcrío hacia la criatura haría vomitar hasta a una puta cabra. Pero es que son incapaces de analizar y reflexionar sobre el estado de la sociedad actual, producto de la famosa "igualdad", y alimentado mediante actitudes y comportamientos como los que ellos ejemplifican.
Total, a mí me la suda en lo que se convierta la niña, pero lo que sí me da un cierto grado de impotencia es el hecho de que sean incapaces de entender que están colaborando con 4 brazos cada uno a que la niña se convierta en una futura feminazi, si es que no tiene ya esos esquemas en su cabeza de tres años. El hecho de malcriarle de esa forma, de tener todo a pedir de boca, de sentirse la más protegida del mundo, en combinación con un par de películas Disney que verá dentro de poco, y dentro de unos años será una PUTA, pero así, con todas las letras, de las que se las comerán a pares, (o de 3 en 3) y responderá de forma maestra al esquema de "mujer actual".
Yo, a mí que generalmente los niños no me gustan, al principio todavía me tomaba la decencia de decirle "algo" del tipo "Hola Papadopoulos" (no voy a decir su nombre de verdad) y poco más, pero es que ahora cuando veo al bicho suelto una expresión "gñee" casi con una mueca de repugnancia que trato de que sea lo menos visible posible para que mis familiares no se enteren. O directamente no le digo ni mu, ¿para que exponerme ante semejante riesgo?
Cuento esta magnífica historia porque me gustaría conocer vuestra -siempre sabia- opinión, hamijos. ¿Creéis, al igual que yo, que efectivamente están contribuyendo a que esta niña se convierta en otra escoria social, asquerosa en grado sumo y contenedor de semen?