Jean Claude Voll Damm
Asiduo
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- 3 Feb 2006
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Los ciclistas urbanos era un colectivo aparentemente simpático, algo molestos para los conductores, pero no demasiado. De un tiempo a esta parte se han convertido en los seres más odiados en la ciudad. Tienen el récord de haber conseguido poner de acuerdo a peatones y conductores. Molestan a los dos. Si conduces, en cuanto les adelantas, al siguiente semáforo en rojo, vuelven a adelantarte; así sucesivamente hasta que uno de los dos desvía su camino o hay sucesión de semáforos en verde.
Pero el colmo es como peatón, van por las aceras haciendo eses, te pasan rozando y a veces tienes que esquivarles. En Barcelona han conseguido hacerse amos de las calles con la aquiescencia del ex (uf)alcalde Clos, que ha inundado la ciudad de putos carriles bici sobre las aceras. La convivencia entre peatones y ciclistas es nefasta, se suponía que el peatón era lo más sagrado, pero ya no es así. Yo siempre ando por la calle rápido y oyendo música, sé que algún día alguno me atropellará, sólo espero ese día...
Pero el colmo es como peatón, van por las aceras haciendo eses, te pasan rozando y a veces tienes que esquivarles. En Barcelona han conseguido hacerse amos de las calles con la aquiescencia del ex (uf)alcalde Clos, que ha inundado la ciudad de putos carriles bici sobre las aceras. La convivencia entre peatones y ciclistas es nefasta, se suponía que el peatón era lo más sagrado, pero ya no es así. Yo siempre ando por la calle rápido y oyendo música, sé que algún día alguno me atropellará, sólo espero ese día...