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Hoy abunda Trecet en su blog sobre lo que comentábamos un poco por aquí de las causas por las que los dos grandes trasatlánticos a nivel nación del rugby, Inglaterra y Francia, han naufragado cual Titanics en este mundial, y la trayectoria que llevan en el 6N. Confirmado que opinamos exactamente igual con alguna precisión.
Claramente NZ y Australia, en menor medida Sudáfrica, Argentina y las tres pequeñas europeas, cuyos habitantes entre los tres países no suman más de 14 millones han dado con la tecla de juego moderno. Innovación, tanto táctica como física a la hora de ir seleccionando jugadores y formando desde categorías inferiores, frente a tradición en juego, físico y métodos de gabachos e ingleses.
Yo añado por mi cuenta, que el rugby en Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica, al igual que Gales, Escocia e Irlanda es el primer deporte, y los talentos físicos desde niños se decantan por este deporte. En Inglaterra y Francia, aunque cuentan con muchas más fichas federativas, los mayores talentos infantiles van a la pasta, al fútbol, que mueven unas cantidades que jamás llegarán a los jugadores de rugby.
Os dejo la entrada de Blog por si queréis echarle un vistazo:
Claramente NZ y Australia, en menor medida Sudáfrica, Argentina y las tres pequeñas europeas, cuyos habitantes entre los tres países no suman más de 14 millones han dado con la tecla de juego moderno. Innovación, tanto táctica como física a la hora de ir seleccionando jugadores y formando desde categorías inferiores, frente a tradición en juego, físico y métodos de gabachos e ingleses.
Yo añado por mi cuenta, que el rugby en Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica, al igual que Gales, Escocia e Irlanda es el primer deporte, y los talentos físicos desde niños se decantan por este deporte. En Inglaterra y Francia, aunque cuentan con muchas más fichas federativas, los mayores talentos infantiles van a la pasta, al fútbol, que mueven unas cantidades que jamás llegarán a los jugadores de rugby.
Os dejo la entrada de Blog por si queréis echarle un vistazo:
"Mundial Rugby 2015 MANDA LA EVOLUCIÓN SOBRE LA TRADICIÓN
Terminados los cuartos de final del torneo, quedan cuatro equipos del Hemisferio Sur. El Hemisferio Norte, definicion que oculta a los paises del Seis Naciones de la vieja Europa, ha quedado eliminado.
Por qué?
Porque la prepotencia mental del carácter fundacional del juego, no les permite aceptar que sobrevive el que evoluciona; porque creen que ellos son los únicos que tienen bases de conocimiento para evolucionar; porque además, el denominado Hemisferio Norte, está perfectamente delimitado por la humildad de los pequeños, naciones rugbísticas de menos de diez millones de habitantes, comparada esa humildad con la exaltada prepotencia de las dos ricas potencias, Inglaterra y Francia… Precisamente las más humilladas en el transcurso de la competición;
Inglaterra y Francia, las únicas con entrenador/director técnico de operaciones nacido,criado,evolucionado en las ricas tradiciones y evolución del juego de sus respectivos paises. Inglaterra y Francia, naciones de millones de personas, millones de Euros, riqueza económica y social en la implantación del rugby, naciones tan orgullosas de lo que han sido que no tienen tiempo para programar lo que pueden, podrían ser. Stuart Lancaster y Philippe Saint-André son el producto de ese orgullo y prejuicio y no los únicos responsables de lo ocurrido en sus respectivos equipos. Ambas naciones rugbísticas necesitan un/una escritora como Jane Austen para explicar cuidadosamente ese orgullo y prejuicio, como no.
En Inglaterra, el hundimiento del proyecto, es a mi modo de ver, el fin de una manera de hacer las cosas que se remonta a la victoriana administración del Imperio. Nos han explicado los historiadores hasta la saciedad como de los Imperios decimonònicos han quedado sus administraciones: Imperio Británico, Imperio Austro-Húngaro… Pues ya no más. Stuart Lancaster tenía a su disposición todos los ricos recursos económicos y sociales de la Rugby Football Union, el aliento de la estratificada clase dirigente inglesa. Tres años y medio de planificación, elección de sistema de juego, biotipo ideal de jugador en cada puesto… Tenía todo, menos una cosa: Un resquicio mental para entender desde la humildad que el juego ha evolucionado, sujeto a factores sociales, económicos, cambio de hábitos en la alimentación, nuevos sistemas de entrenamiento resultante en una potencia física cercana al peligro de la integridad física.
El rugby, por su exigencia total de entrega, es el deporte de equipo más al límite del planeta y esa directa conexión con el enfrentamiento, desnudo ante el peligro, ofrece a nuestra visión la forma, el motivo, la emoción, la preparación… Es un mapa tridimensional de formas de entender un proyecto de ls distintas sociedades
El problema de Lancaster, de Saint-André, es que no han sido capaces de salir de la seguridad de sus aisladas ideas, protegiéndose en el amable entorno de los obsoletos dirigentes. Lancaster y Saint-André no son los últimos responsables de lo sucedido. Lo son los dirigentes que se niegan a evolucionar.
Con arreglo a su mentalidad,los dirigentes ya habían perdido el Mundial hace tres años, cuando fueron elegidos los citados Saint-André y Lancaster
Saint-André, que había entrenado antes en Inglaterra en sitios tan de la aristocracia del rugby como Sale, empezó a vislumbrar que algo se estaba cociendo e intentó buscar un nuevo biotipo en la bisagra, sobre todo en el puesto clave de siempre y ahora más con la nueva evolución: EL APERTURA. Francia ha tenido siempre unos aperturas de excepción: Albadalejo, L’Escarboura, Camberaberó, Mesnel… Al final ha acabado otorgándole confianza a Michalak, que el día de la humillación máxima, leyendo perfectamente lo que se le venía encima, se lesionó y retiró en cuanto le dieron un poco de jarabe de palo los palulukanes NeoZeos.
Comprendiendo que debía proteger a sus medios, Saint-André se cargó de centros con mucho físico y poco rugby. Ha desorientado a todo el rugby francés y ha desfigurado la clave de la personalidad francesa: el juego de la línea de tres cuartos. Los entrenadores neozelandeses que han entrenado/asesorado a Escocia, Gales, Irlanda,Argentina, pedían más juego a la mano, pero el equipo detentador del mejor juego a la mano de la historia, Francia, estaba empeñado en juego a 10, kilos, delantera pesada…
All Blacks tienen gente muy potente… Que no son pesados. Potencia es fuerza por velocidad y en Europa, los dos paises que se creen que lo saben todo, le dan más valor a la fuerza que a mantener un equilibrio con la velocidad.
Sometido a su desorientación, realizando una prueba de violencia disfrazada de dureza contra Irlanda, Saint-André pasa por la última prueba de su constancia en el error: Los jugadores le despojan de su cargo y hacen ellos la alineación para jugar contra los All Blacks. El resultado, a la vista. Tres años de errores, de no entender, les hacen en la confusión de que si pegan fuerte, pueden contener a los All Blacks. Error. Los All Blacks ya no están ahí, cuando los franceses quieren pegar. Se han marchado a gran velocidad camino del siguente ensayo.
Francia tiene un inmenso trabajo que realizar. Primero, recuperar la autoestima.
Luego recuperar personalidad, pero que quede clara una cosa. Los tiempos del rugby/champán son irrecuperables, porque antes entre la melé y el apertura, había 15 metros que ya no hay.
En Inglaterra, la bronca SIGUE SIENDO INTERNA. Woodward, reclamando que el equipo vuelva a él… Las próximas semanas nos darán una idea de lo que pase.
Hay un tema en el que los equipos europeos han caido mostrando inconscientemente su asimilada inferioridad, no admitida públicamente: Plantean el Seis Naciones desde hace un tiempo como un ANTES DEL MUNDIAL, UN DESPUES DEL MUNDIAL… Es un error estratégico capital. Lancaster se ha pasado los tres años hablando de construir a medio plazo… Y le han dejado. El comportamiento de Inglaterra en el Seis Naciones, ha sido mediocre… Y le han dejado. El Seis Naciones hay que jugarlo como si no hubiera un mañana, A TOPE.
Cual es la manera de pensar, de conformar un equipo por parte de Stuart Lancaster?
Está en los jugadores seleccionados, para hacer un juego obsoleto que ha perdido ante la modernidad. Comparar el juego del galés Biggar con el ofrecido por Farrell, una muestra inequívoca. No tiene sólo que ver con la calidad individual, sino con las opciones tácticas pedidas por el entrenador.
Lancaster ha elegido una primera línea en la que Cole, poco flexible, no ha podido con la nueva forma de plantear la melé de una Australia asesorada… por un argentino, algo impensable en la estreñida manera de pensar de la RFU. Cole en el abierto no ofrece nada, en un mundo nuevo en el que los pilieres hacen de todo, como Samson Lee, por ejemplo.
En la segunda, Lancaster tenía jugadores de despliegue moderno, Launchbury y Lawes, pero la lesión de Lawes restó despliegue, que tanta falta hacía ante las carencias de la tercera inglesa, con el arquetipo de los errores de planteamiento de Lancaster:
Robshaw.
Falto de liderazgo como capitán, jugando además fuera de posición en el puesto clave de siete, largo recorrido, lado cerrado… Por qué elige Lancaster a Robshaw?
La elección de los medios, como síntoma de lo que dice que va a hacer: deja fuera a Care y Cipriani y al hacerlo se queda sin plan B.
PodrÍamos seguir, pero… Para qué?
Está todo muy claro. Lancaster hace un plan de entrenamiento perfecto… Para 1966. La concentración cuasi militar de tres meses, que está demostrado no funciona…
El fracaso del Hemisferio Norte, no es tal. Es principalmente el fracaso de las dos naciones millonarias en población y recursos, Francia e Inglaterra.
Irlanda, Escocia y Gales, han hecho un buen trabajo.
Son paises pequeños, con pocos millones de habitantes, con menos recursos que los dos grandes.
Irlanda, con un plan bien desarrollado, pero con poco fondo de armario, pagando las consecuencias de las lesiones; Irlanda, dirigida por director Técnico, el Neozelandés Joe Schmidt.
Escocia, dirigida por otro neozelandés, Vern Cotter, capaz de llevar a Australia al último suspiro, perdiendo por un punto y descentrando pilares fundamentales del juego Wallabie, como la melé, con papel destacado de un pilier… que viene de Sudáfrica, Willem Nel. Él solo pudo con toda la melé australiana, asesorada de manera creativa y ejemplar por el argentino Ledesma. A destacar que mientras Escocia acepta y nacionaliza a Nel, Inglaterra, como muestra de obsolescencia, NO PERMITE JUGAR EN SU EQUIPO A JUGADORES QUE SIENDO INGLESES, NO JUEGAN EN LA LIGA INGLESA.
Gales, dirigida por otro neozelandés, Warren Gatland, de largo recorrido en Europa, pero director técnico de Gales desde 2007, tuvo quizás en 2011 la gran oportunidad, pero la excesiva bisoñez de jugadores como Priestland y sobre todo Warburton, le impidió ganar en momentos importantes.
Gales ha jugado un rugby de una emoción insuperable. Ha renunciado al victimismo de las lesiones y se ha hecho fuerte en una colección de jugadores sin parangón. En la primera linea, Samson Lee, ancla en la melé, ha llegado a poder con Mtawarira, nada menos. En la segunda, Alun Wyn Jones lo ha sido todo. En momentos, ha jugado mas rápido y percusivo que la tercera, que ya es decir.
La tercera galesa es el puño de acero con el guante de terciopelo. Lydiate, Warburton, Faletau, yo os saludo. Tienen rugby, pero les arrasa la fuerza bruta.
Los medios galeses son sublimes. Biggar es para mi el MVP del torneo hasta ahora. no sé qué habrá dicho Barry John de su actuación, pero yo que he visto jugar a ese mito llamado Barry John, os puedo decir que para mi Biggar es el Barry John del siglo XXI. Biggar ha placado, pateado tácticamente, convertido castigos, insuflando vida en los tres cuartos galeses, que han notado mucho la ausencia de Jonathan Davies… Pero han tenido una torre de fuerza en Jamie Roberts.
Gales ha jugado moderno, incisivo. Sólo las lesiones le han privado de los necesarios recambios para gestionar el cansancio. Una actuación sobresaliente.
Gales tiene tres millones de habitantes
Escocia, cinco millones
Irlanda, seis millones
Que el rugby de élite esté en paises con tan escasa población, con los All Blacks a la cabeza, da una idea del muy sectorial desarrollo de un deporte que no ha acabado de enganchar fuera de los obvios territorios del antiguo Imperio Británico.
Menos en Argentina, aunque las élites porteñas han tenido siempre influencias británicas. En el rugby argentino, perviven los nombres ingleses de jugadas y posiciones. Una melé es un Scrum y un ala juega de wing. A mi me gusta… Pero eso es historis a contar cuando afrontemos las semifinales,
Sudáfrica-Nueva Zelanda
Argentina-Australia
Terminados los cuartos de final del torneo, quedan cuatro equipos del Hemisferio Sur. El Hemisferio Norte, definicion que oculta a los paises del Seis Naciones de la vieja Europa, ha quedado eliminado.
Por qué?
Porque la prepotencia mental del carácter fundacional del juego, no les permite aceptar que sobrevive el que evoluciona; porque creen que ellos son los únicos que tienen bases de conocimiento para evolucionar; porque además, el denominado Hemisferio Norte, está perfectamente delimitado por la humildad de los pequeños, naciones rugbísticas de menos de diez millones de habitantes, comparada esa humildad con la exaltada prepotencia de las dos ricas potencias, Inglaterra y Francia… Precisamente las más humilladas en el transcurso de la competición;
Inglaterra y Francia, las únicas con entrenador/director técnico de operaciones nacido,criado,evolucionado en las ricas tradiciones y evolución del juego de sus respectivos paises. Inglaterra y Francia, naciones de millones de personas, millones de Euros, riqueza económica y social en la implantación del rugby, naciones tan orgullosas de lo que han sido que no tienen tiempo para programar lo que pueden, podrían ser. Stuart Lancaster y Philippe Saint-André son el producto de ese orgullo y prejuicio y no los únicos responsables de lo ocurrido en sus respectivos equipos. Ambas naciones rugbísticas necesitan un/una escritora como Jane Austen para explicar cuidadosamente ese orgullo y prejuicio, como no.
En Inglaterra, el hundimiento del proyecto, es a mi modo de ver, el fin de una manera de hacer las cosas que se remonta a la victoriana administración del Imperio. Nos han explicado los historiadores hasta la saciedad como de los Imperios decimonònicos han quedado sus administraciones: Imperio Británico, Imperio Austro-Húngaro… Pues ya no más. Stuart Lancaster tenía a su disposición todos los ricos recursos económicos y sociales de la Rugby Football Union, el aliento de la estratificada clase dirigente inglesa. Tres años y medio de planificación, elección de sistema de juego, biotipo ideal de jugador en cada puesto… Tenía todo, menos una cosa: Un resquicio mental para entender desde la humildad que el juego ha evolucionado, sujeto a factores sociales, económicos, cambio de hábitos en la alimentación, nuevos sistemas de entrenamiento resultante en una potencia física cercana al peligro de la integridad física.
El rugby, por su exigencia total de entrega, es el deporte de equipo más al límite del planeta y esa directa conexión con el enfrentamiento, desnudo ante el peligro, ofrece a nuestra visión la forma, el motivo, la emoción, la preparación… Es un mapa tridimensional de formas de entender un proyecto de ls distintas sociedades
El problema de Lancaster, de Saint-André, es que no han sido capaces de salir de la seguridad de sus aisladas ideas, protegiéndose en el amable entorno de los obsoletos dirigentes. Lancaster y Saint-André no son los últimos responsables de lo sucedido. Lo son los dirigentes que se niegan a evolucionar.
Con arreglo a su mentalidad,los dirigentes ya habían perdido el Mundial hace tres años, cuando fueron elegidos los citados Saint-André y Lancaster
Saint-André, que había entrenado antes en Inglaterra en sitios tan de la aristocracia del rugby como Sale, empezó a vislumbrar que algo se estaba cociendo e intentó buscar un nuevo biotipo en la bisagra, sobre todo en el puesto clave de siempre y ahora más con la nueva evolución: EL APERTURA. Francia ha tenido siempre unos aperturas de excepción: Albadalejo, L’Escarboura, Camberaberó, Mesnel… Al final ha acabado otorgándole confianza a Michalak, que el día de la humillación máxima, leyendo perfectamente lo que se le venía encima, se lesionó y retiró en cuanto le dieron un poco de jarabe de palo los palulukanes NeoZeos.
Comprendiendo que debía proteger a sus medios, Saint-André se cargó de centros con mucho físico y poco rugby. Ha desorientado a todo el rugby francés y ha desfigurado la clave de la personalidad francesa: el juego de la línea de tres cuartos. Los entrenadores neozelandeses que han entrenado/asesorado a Escocia, Gales, Irlanda,Argentina, pedían más juego a la mano, pero el equipo detentador del mejor juego a la mano de la historia, Francia, estaba empeñado en juego a 10, kilos, delantera pesada…
All Blacks tienen gente muy potente… Que no son pesados. Potencia es fuerza por velocidad y en Europa, los dos paises que se creen que lo saben todo, le dan más valor a la fuerza que a mantener un equilibrio con la velocidad.
Sometido a su desorientación, realizando una prueba de violencia disfrazada de dureza contra Irlanda, Saint-André pasa por la última prueba de su constancia en el error: Los jugadores le despojan de su cargo y hacen ellos la alineación para jugar contra los All Blacks. El resultado, a la vista. Tres años de errores, de no entender, les hacen en la confusión de que si pegan fuerte, pueden contener a los All Blacks. Error. Los All Blacks ya no están ahí, cuando los franceses quieren pegar. Se han marchado a gran velocidad camino del siguente ensayo.
Francia tiene un inmenso trabajo que realizar. Primero, recuperar la autoestima.
Luego recuperar personalidad, pero que quede clara una cosa. Los tiempos del rugby/champán son irrecuperables, porque antes entre la melé y el apertura, había 15 metros que ya no hay.
En Inglaterra, la bronca SIGUE SIENDO INTERNA. Woodward, reclamando que el equipo vuelva a él… Las próximas semanas nos darán una idea de lo que pase.
Hay un tema en el que los equipos europeos han caido mostrando inconscientemente su asimilada inferioridad, no admitida públicamente: Plantean el Seis Naciones desde hace un tiempo como un ANTES DEL MUNDIAL, UN DESPUES DEL MUNDIAL… Es un error estratégico capital. Lancaster se ha pasado los tres años hablando de construir a medio plazo… Y le han dejado. El comportamiento de Inglaterra en el Seis Naciones, ha sido mediocre… Y le han dejado. El Seis Naciones hay que jugarlo como si no hubiera un mañana, A TOPE.
Cual es la manera de pensar, de conformar un equipo por parte de Stuart Lancaster?
Está en los jugadores seleccionados, para hacer un juego obsoleto que ha perdido ante la modernidad. Comparar el juego del galés Biggar con el ofrecido por Farrell, una muestra inequívoca. No tiene sólo que ver con la calidad individual, sino con las opciones tácticas pedidas por el entrenador.
Lancaster ha elegido una primera línea en la que Cole, poco flexible, no ha podido con la nueva forma de plantear la melé de una Australia asesorada… por un argentino, algo impensable en la estreñida manera de pensar de la RFU. Cole en el abierto no ofrece nada, en un mundo nuevo en el que los pilieres hacen de todo, como Samson Lee, por ejemplo.
En la segunda, Lancaster tenía jugadores de despliegue moderno, Launchbury y Lawes, pero la lesión de Lawes restó despliegue, que tanta falta hacía ante las carencias de la tercera inglesa, con el arquetipo de los errores de planteamiento de Lancaster:
Robshaw.
Falto de liderazgo como capitán, jugando además fuera de posición en el puesto clave de siete, largo recorrido, lado cerrado… Por qué elige Lancaster a Robshaw?
La elección de los medios, como síntoma de lo que dice que va a hacer: deja fuera a Care y Cipriani y al hacerlo se queda sin plan B.
PodrÍamos seguir, pero… Para qué?
Está todo muy claro. Lancaster hace un plan de entrenamiento perfecto… Para 1966. La concentración cuasi militar de tres meses, que está demostrado no funciona…
El fracaso del Hemisferio Norte, no es tal. Es principalmente el fracaso de las dos naciones millonarias en población y recursos, Francia e Inglaterra.
Irlanda, Escocia y Gales, han hecho un buen trabajo.
Son paises pequeños, con pocos millones de habitantes, con menos recursos que los dos grandes.
Irlanda, con un plan bien desarrollado, pero con poco fondo de armario, pagando las consecuencias de las lesiones; Irlanda, dirigida por director Técnico, el Neozelandés Joe Schmidt.
Escocia, dirigida por otro neozelandés, Vern Cotter, capaz de llevar a Australia al último suspiro, perdiendo por un punto y descentrando pilares fundamentales del juego Wallabie, como la melé, con papel destacado de un pilier… que viene de Sudáfrica, Willem Nel. Él solo pudo con toda la melé australiana, asesorada de manera creativa y ejemplar por el argentino Ledesma. A destacar que mientras Escocia acepta y nacionaliza a Nel, Inglaterra, como muestra de obsolescencia, NO PERMITE JUGAR EN SU EQUIPO A JUGADORES QUE SIENDO INGLESES, NO JUEGAN EN LA LIGA INGLESA.
Gales, dirigida por otro neozelandés, Warren Gatland, de largo recorrido en Europa, pero director técnico de Gales desde 2007, tuvo quizás en 2011 la gran oportunidad, pero la excesiva bisoñez de jugadores como Priestland y sobre todo Warburton, le impidió ganar en momentos importantes.
Gales ha jugado un rugby de una emoción insuperable. Ha renunciado al victimismo de las lesiones y se ha hecho fuerte en una colección de jugadores sin parangón. En la primera linea, Samson Lee, ancla en la melé, ha llegado a poder con Mtawarira, nada menos. En la segunda, Alun Wyn Jones lo ha sido todo. En momentos, ha jugado mas rápido y percusivo que la tercera, que ya es decir.
La tercera galesa es el puño de acero con el guante de terciopelo. Lydiate, Warburton, Faletau, yo os saludo. Tienen rugby, pero les arrasa la fuerza bruta.
Los medios galeses son sublimes. Biggar es para mi el MVP del torneo hasta ahora. no sé qué habrá dicho Barry John de su actuación, pero yo que he visto jugar a ese mito llamado Barry John, os puedo decir que para mi Biggar es el Barry John del siglo XXI. Biggar ha placado, pateado tácticamente, convertido castigos, insuflando vida en los tres cuartos galeses, que han notado mucho la ausencia de Jonathan Davies… Pero han tenido una torre de fuerza en Jamie Roberts.
Gales ha jugado moderno, incisivo. Sólo las lesiones le han privado de los necesarios recambios para gestionar el cansancio. Una actuación sobresaliente.
Gales tiene tres millones de habitantes
Escocia, cinco millones
Irlanda, seis millones
Que el rugby de élite esté en paises con tan escasa población, con los All Blacks a la cabeza, da una idea del muy sectorial desarrollo de un deporte que no ha acabado de enganchar fuera de los obvios territorios del antiguo Imperio Británico.
Menos en Argentina, aunque las élites porteñas han tenido siempre influencias británicas. En el rugby argentino, perviven los nombres ingleses de jugadas y posiciones. Una melé es un Scrum y un ala juega de wing. A mi me gusta… Pero eso es historis a contar cuando afrontemos las semifinales,
Sudáfrica-Nueva Zelanda
Argentina-Australia