Eterno Navegante
Asiduo
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Dicen que comprenderlo todo es perdonarlo todo. Yo no lo creo así, de hecho, hay cosas que cuanto más las comprendes, más las odias.
Pero también es cierto que comprender muchas cosas ayuda a salir de la propia subjetividad, y tomarse las cosas con una mayor filosofía.
En el tema del ligue, hay dos puntos de vista que siempre, o casi siempre, intento tener presente.
El primero es mi necesidad personal. Que ahora se ve casi reducida al afecto sincero y personal, tanto para dar, como para recibirlo. Pero también hay otras, desde sexuales hasta de simple conversación, no sentirse solo, sentirse apreciado incluso, puede ser una tremenda fuente de satisfacción, pero también de tranquilidad y sosiego, de descanso y alivio de la tensión
El segundo, es el punto personal de la chica. Que ya es tan diverso y variable como todo el universo.
Así, pues, en determinados casos, ni tan siquiera miro fijamente a muchas chicas (a muchas, muchas, muchísimas chicas), porque mi sola mirada parece molestarlas. Es así, buscan algo concreto, no sé que es, ni me importa, porque sencillamente el mensaje que me transmiten con todo su lenguaje corporal es: “no te acerques, no me hables, no me mires siquiera”.
Así que las dejo en paz, es algo obvio, y no, no me cabrea que me digan eso, ME ALEGRA, porque se evitan, y me evitan, confusiones, pérdida de tiempo, bajones de ánimo. El que no sepa apreciar ese lenguaje corporal, cometerá ese característico error que es dar el coñazo en el momento menos oportuno. A veces yo también me equivoco, pero intento no hacerlo. Ellas buscan OTRO cosa (otro chico).
Hay alguna que otra chica que si se deja mirar, incluso diría que se exhibe para mi (y para otros), y le gusta. No me recreo excesivamente, pero no me importa mirarla, aunque rara vez corresponden dicha mirada. Sus necesidades son de sentirse deseadas, y yo, complaciente, las deseo, sin abusar.
Otras (ya realmente pocas), gustan de corresponder e iniciar un juego de miradas. Normalmente nunca me pasa, pero a veces, en mis mejores momentos, si.
Y otras, gustan ya de una agradable conversación. Y ahí si puedo, con el respeto debido a quien no se conoce de nada, iniciarla, intentando ser simpático y agradable, dentro del estado de ánimo que uno tenga ese día, pero si salgo es que es bueno, sino, no saldría, me quedaría en casa chateando con… con otra gente.
Las que follan la primera noche, solo me pasó una vez y fue con una que acabó siendo mi novia. Así de triste soy, si, pero me alegro de serlo, no lo dudéis.
Esto viene a que las necesidades ajenas importan no igual, sino mucho más que las propias, saber identificarlas es primordial. Una tontería para los ligones, pero que muchos, muchísimos, aun no han aprendido, y lo veo yo cada día que me da por salir, los intentos fracasados antes de empezar, las pérdidas de oportunidades claras, la danza entre hombres y mujeres.
Por ultimo, las que nos desprecian, insultan, maltratan, poner cuernos, nos hacen sufrir, efectivamente siguen siendo personas, pero o bien ya vienen rebotadas de otras situaciones jodidas y así responden a ellas (porque muchas están muy jodidas, reconozcámoslo), o bien su personalidad no les permite comportarse como personas de verdad. Pena me dan las dos, por eso tampoco las odio.
Deberíamos aprender, antes de cualquier otra cosa, un poco de respeto y educación, tanto en la vida real, como en Internet, sin eso, yo personalmente dejo de considerar persona a mi interlocutor, pasa a ser una tremenda decepción, una malograda pérdida de tiempo, una cosa. De ahí la importancia de la educación, si me es correspondida, responderé.
Y ahora la cuestión... ¿os parais a pensar en las necesidades del contrario, o solo en las vuestras?. ¿Sois educados?, ¿exigís educación u os da igual?.
Pero también es cierto que comprender muchas cosas ayuda a salir de la propia subjetividad, y tomarse las cosas con una mayor filosofía.
En el tema del ligue, hay dos puntos de vista que siempre, o casi siempre, intento tener presente.
El primero es mi necesidad personal. Que ahora se ve casi reducida al afecto sincero y personal, tanto para dar, como para recibirlo. Pero también hay otras, desde sexuales hasta de simple conversación, no sentirse solo, sentirse apreciado incluso, puede ser una tremenda fuente de satisfacción, pero también de tranquilidad y sosiego, de descanso y alivio de la tensión
El segundo, es el punto personal de la chica. Que ya es tan diverso y variable como todo el universo.
Así, pues, en determinados casos, ni tan siquiera miro fijamente a muchas chicas (a muchas, muchas, muchísimas chicas), porque mi sola mirada parece molestarlas. Es así, buscan algo concreto, no sé que es, ni me importa, porque sencillamente el mensaje que me transmiten con todo su lenguaje corporal es: “no te acerques, no me hables, no me mires siquiera”.
Así que las dejo en paz, es algo obvio, y no, no me cabrea que me digan eso, ME ALEGRA, porque se evitan, y me evitan, confusiones, pérdida de tiempo, bajones de ánimo. El que no sepa apreciar ese lenguaje corporal, cometerá ese característico error que es dar el coñazo en el momento menos oportuno. A veces yo también me equivoco, pero intento no hacerlo. Ellas buscan OTRO cosa (otro chico).
Hay alguna que otra chica que si se deja mirar, incluso diría que se exhibe para mi (y para otros), y le gusta. No me recreo excesivamente, pero no me importa mirarla, aunque rara vez corresponden dicha mirada. Sus necesidades son de sentirse deseadas, y yo, complaciente, las deseo, sin abusar.
Otras (ya realmente pocas), gustan de corresponder e iniciar un juego de miradas. Normalmente nunca me pasa, pero a veces, en mis mejores momentos, si.
Y otras, gustan ya de una agradable conversación. Y ahí si puedo, con el respeto debido a quien no se conoce de nada, iniciarla, intentando ser simpático y agradable, dentro del estado de ánimo que uno tenga ese día, pero si salgo es que es bueno, sino, no saldría, me quedaría en casa chateando con… con otra gente.
Las que follan la primera noche, solo me pasó una vez y fue con una que acabó siendo mi novia. Así de triste soy, si, pero me alegro de serlo, no lo dudéis.
Esto viene a que las necesidades ajenas importan no igual, sino mucho más que las propias, saber identificarlas es primordial. Una tontería para los ligones, pero que muchos, muchísimos, aun no han aprendido, y lo veo yo cada día que me da por salir, los intentos fracasados antes de empezar, las pérdidas de oportunidades claras, la danza entre hombres y mujeres.
Por ultimo, las que nos desprecian, insultan, maltratan, poner cuernos, nos hacen sufrir, efectivamente siguen siendo personas, pero o bien ya vienen rebotadas de otras situaciones jodidas y así responden a ellas (porque muchas están muy jodidas, reconozcámoslo), o bien su personalidad no les permite comportarse como personas de verdad. Pena me dan las dos, por eso tampoco las odio.
Deberíamos aprender, antes de cualquier otra cosa, un poco de respeto y educación, tanto en la vida real, como en Internet, sin eso, yo personalmente dejo de considerar persona a mi interlocutor, pasa a ser una tremenda decepción, una malograda pérdida de tiempo, una cosa. De ahí la importancia de la educación, si me es correspondida, responderé.
Y ahora la cuestión... ¿os parais a pensar en las necesidades del contrario, o solo en las vuestras?. ¿Sois educados?, ¿exigís educación u os da igual?.