No tenéis ni puta idea pero no os culpo, porque yo tampoco la tenía otrora. Sólo después de mucho leer, observar, quedarse perplejo y recibir de repente la iluminación, se entiende el fenómeno Costra. Es un proceso largo en el tiempo pero que no requiere de mayor complejidad que tener la mente abiera. Es como observar un río. Al final, lo entiendes.
Me peleé contra él, como otros, pero invariablemente le dio igual que, supuestamente, se le dejase una y otra vez en evidencia. ¿Acaso el canto del río se siente ofendido por el agua? Nunca. Es incombustible. No tiene principio ni fin. Es tan inútil como pelearse contras las olas del mar o como tratar de cambiar la dirección del viento.
No diré que es AMO ni sandeces estereotipadas de ese tipo porque es algo que no va conmigo. Pero sí que es un fenómeno a tener en cuenta y del que Esta Santa Casa no puede por menos que enorgullecerse.