En primer lugar un saludo a todos los foreros
Voy a explicar el título de mi post. Aviso de antemano de que va un buen ladrillo.
Hace unos años, en cierta ocasión vino una ex a mi casa, y estuvo usando mi ordenador. Por casualidades de la vida, debió marcar alguna casilla de "recordar contraseña" sin querer, por lo que pude ver su correo personal. Sé que no estuvo bien, hasta ese momento siempre había respetado la intimidad de la gente, incluidas novias, pero a partir de ahí creo que perdí esa condición. Me explico: lei unos correos que explicaban algunas mentiras, de poca gravedad (no eran infidelidades), pero que minaron mi confianza en ella, y a partir de ahí estuve vigilando su correo hasta que la dejé cuando descubrí que me estaba poniendo los cuernos. Realmente a esa altura la relación ya estaba mal, pero yo de alguna manera necesitaba saber y confirmar que no merecía la pena seguir con ella.
Lo más grave del asunto es que me volví adicto. En cuanto empecé una nueva relación me acordé del control y la información que había tenido sobre mi ex. Dudé mucho porque sabía que no era sano ni moralmente correcto, pero no pude evitar hacerlo. Y busqué en foros de frikis informáticos alguna manera de poder grabar sus datos personales en mi ordenador. Solo era cuestión de tiempo que viniera a mi casa y lo utilizara en alguna ocasión. Y así fue.
De nuevo la misma historia. Sólo que esta vez descubrí que la chica no era en absoluto lo que aparentaba. Llevaba una doble vida, y lo hacía de una manera impecable, no me había dado cuenta para nada. El efecto de saberlo fue la desilusión y la desconfianza. Aquello duró muy poco.
Ahora mismo he empezado hace poco otra relación. El fin de semana pasado de nuevo cai en las garras de mi adicción, y desde entonces he tenido acceso a una información que no me llena en absoluto, sólo me preocupa porque ya llevo 4 relaciones en las que ha habido mentiras. De mayor o menor gravedad, pero mentiras. Y, excepto en una ocasión, no habría sabido nada de ellas si no hubiera sido porque invadí su intimidad.
Sé que lo que hago no está bien, que me asemejo a una rata de alcantarilla colándome en lo más íntimo de sus vidas. Mi justificación es esta: me he dado cuenta de que en esta sociedad parece que todo el mundo quiere ser más listo que los demás, y mientras no le pillen... Entonces, la información es poder, y así me coloco por encima de alguna manera porque ya no hay sorpresas, si hay algo estoy sobre aviso.
Pero por otro lado no me permite disfrutar al 100% de una relación. Porque ahora mismo comparo mi nivel de ilusión e implicación con el de la semana pasada, y ha cambiado mucho. Otra visión sería: puede que todo el mundo tenga pequeños secretos y mentiras, que mientras no se sepan no tienen por qué dañar a la pareja. Es más sano no inmiscuirse.
¿Ustedes qué opinan? Absténganse de llamarme enfermo, eso ya lo sé
Voy a explicar el título de mi post. Aviso de antemano de que va un buen ladrillo.
Hace unos años, en cierta ocasión vino una ex a mi casa, y estuvo usando mi ordenador. Por casualidades de la vida, debió marcar alguna casilla de "recordar contraseña" sin querer, por lo que pude ver su correo personal. Sé que no estuvo bien, hasta ese momento siempre había respetado la intimidad de la gente, incluidas novias, pero a partir de ahí creo que perdí esa condición. Me explico: lei unos correos que explicaban algunas mentiras, de poca gravedad (no eran infidelidades), pero que minaron mi confianza en ella, y a partir de ahí estuve vigilando su correo hasta que la dejé cuando descubrí que me estaba poniendo los cuernos. Realmente a esa altura la relación ya estaba mal, pero yo de alguna manera necesitaba saber y confirmar que no merecía la pena seguir con ella.
Lo más grave del asunto es que me volví adicto. En cuanto empecé una nueva relación me acordé del control y la información que había tenido sobre mi ex. Dudé mucho porque sabía que no era sano ni moralmente correcto, pero no pude evitar hacerlo. Y busqué en foros de frikis informáticos alguna manera de poder grabar sus datos personales en mi ordenador. Solo era cuestión de tiempo que viniera a mi casa y lo utilizara en alguna ocasión. Y así fue.
De nuevo la misma historia. Sólo que esta vez descubrí que la chica no era en absoluto lo que aparentaba. Llevaba una doble vida, y lo hacía de una manera impecable, no me había dado cuenta para nada. El efecto de saberlo fue la desilusión y la desconfianza. Aquello duró muy poco.
Ahora mismo he empezado hace poco otra relación. El fin de semana pasado de nuevo cai en las garras de mi adicción, y desde entonces he tenido acceso a una información que no me llena en absoluto, sólo me preocupa porque ya llevo 4 relaciones en las que ha habido mentiras. De mayor o menor gravedad, pero mentiras. Y, excepto en una ocasión, no habría sabido nada de ellas si no hubiera sido porque invadí su intimidad.
Sé que lo que hago no está bien, que me asemejo a una rata de alcantarilla colándome en lo más íntimo de sus vidas. Mi justificación es esta: me he dado cuenta de que en esta sociedad parece que todo el mundo quiere ser más listo que los demás, y mientras no le pillen... Entonces, la información es poder, y así me coloco por encima de alguna manera porque ya no hay sorpresas, si hay algo estoy sobre aviso.
Pero por otro lado no me permite disfrutar al 100% de una relación. Porque ahora mismo comparo mi nivel de ilusión e implicación con el de la semana pasada, y ha cambiado mucho. Otra visión sería: puede que todo el mundo tenga pequeños secretos y mentiras, que mientras no se sepan no tienen por qué dañar a la pareja. Es más sano no inmiscuirse.
¿Ustedes qué opinan? Absténganse de llamarme enfermo, eso ya lo sé