Vaserqueno rebuznó:
Estais confundiendo el tener pareja estable, una relación a largo plazo, con pillar cacho una noche o ligar en general.
A fin de cuentas, sigue siendo despertar atracción e interés en una mujer. Sólo cambia el factor "cuanto tiempo quieres que dure ese efecto".
Cierto es que para lo primero hace falta lo segundo. Pero solo una ínfima parte de los líos que tengais derivan en relaciones de pareja.
Es curioso, porque la mayoría de las chicas con las que tuve rollo, es porque fueron novias antes. Incluso alguna relación la empecé con un polvo. Al menos hasta que cumplí los 30 y mi vida emocional cambió radicalmente.
Para lo primero, de nuevo, hace falta trabajo, esfuerzo, interés y mil mierdas más. O quizás no tantas cosas, pero desde luego no 'viene rodado' y no te surgen de comer risketos con el mando de la play entre las piernas para deleitarnos con su vibración.
Tampoco caigamos en la demagogia. Piensa en hombres conocidos que pese a tener una personalidad interesante, independencia y otras virtudes, siguen solos. Yo conozco a unos cuantos, contandome a mi mismo.
Mientras las mujeres no necesitan nada para sentirse deseadas, cada uno de nosotros necesita una campaña de marketing a medida. Estudiar nuestro entorno y nuestra vida para ser capaces de cambiar (o perfeccionar) nuestra actitud para pavonearnos lo suficiente para atraer a las hembras.
Desde luego, nada que ver con la espontaneidad ni nada que se le parezca. Si no, no existirían los manuales de ligue.
Para lo segundo... ya he puesto mi opinión. Surge. Sale. Llega.
Como lo busques, como lo planifiques, vas jodido.
Ya puedes ser el tío más independiente, trabajador y eficaz, que si no te "dejas ver" entre el público femenino, no existes. Perogrulladas aparte, no puede surgir una mierda si todas tus compañeras de trabajo estan casadas, todos los amigos de tu grupo se han emparejado, te vas solo de vacaciones porque no te queda otra, y en tus clases semanales de Aikido sois todo rabos.
Como ves, sin llegar al extremo del hikkikomorismo (o sin rozar el frikismo siquiera), el hombre moderno lo tiene muy jodido para conocer y despertar atracción en una mujer de su franja de edad. Nosotros somos más gregarios, ellas en cambio apenas forman grupos de interés común. Son rivales entre ellas, muchas solitarias y cuando llega el sábado noche, las mayores de 30 años se encierran en casa con un cubo de helado.
Por eso negocios como Meetic mueven millones. Hemos llegado a un punto de alienamiento e individualismo atroz que nos hace muy difícil relacionarnos con el sexo opuesto. Menos para ellas, que hasta la más tímida tendrá una amiga que le presente hombres solteros. Pero como sea al revés, la respuesta que el tío recibirá será un "ya te llegará", seguida por una mirada de desprecio y pena.