El feminazismo: posible salvación.
Con todo eso del juez Francisco Serrano, le he prestado más atención al tema de la ley de violencia de género, el Ministerio de Igualdad, y todo eso.
No le había prestado atención anteriormente, porque me parecía que la información que recibía estaba demasiado sesgada. Claro que leí cosas del estilo: "Pues mi amigo se tuvo que divorciar, y ahora vive bajo un puente"; "Se producen casi tantos maltratos/asesinatos de mujeres a hombres, o más, pero no se publica eso en ningún sitio porque no conviene"; "Las mujeres se aprovechan de la ley para hacer denuncias falsas y quedarse con los bienes y el dinero del pringao"; etc...
Pero no me tomaba en serio nada, la verdad. Muchas veces, eran datos que me facilitaban personas de confianza, así que no tenía razón para dudar de su veracidad. Aún así, seguía pensando que todo era una exageración, que las cosas tampoco estaban tan mal, de la misma manera que pensaba que se exageraba con el tema de los asesinatos de hombres a mujeres. Copón, ni que estuviésemos obligados a asesinar únicamente a los que sean del mismo sexo que nosotros. Ya puestos, que tengan la misma edad, ideología, estatura, peso, color de piel, cabello... Anda ya.
En fin, pues he leído noticias sobre el juez Francisco Serrano, una persona IMPORTANTE que supuestamente conoce muy bien la realidad que estoy tratando aquí, y ahí por fin me centré en el tema. Era lo único que me faltaba: que un alto mandatorio por fin dijera la otra versión que tanto me interesaba, pero que no encontraba fuera de PL (y me daba pereza buscarla en blogs y otros foros).
La realidad que ilustró me hizo imaginar a un grupo de mujeres unidas "contra" los hombres. La típica lucha de sexos. Las mujeres, que seguramente tendrán conciencia -ergo, culpa-, pero anteponen sus intereses colectivos -formar parte de la lucha 'feminista', y 'joder' a los hombres, porque se lo 'merecen', tras tantos años bajo el 'yugo machista', vamos, GIRL'S POWÁH!!- a los individuales -respeto por los demás, búsqueda de la paz y armonía, y esas cositas que nos hacen mejor persona-, me supongo yo que en contra de lo que creen muchos, que las mujeres actúan motivadas por intereses "personales", o sea, egoístas: dinero, ganas de fastidiar al cabrón de su novio, etc. Y para mí, un interés personal no es sinónimo de interés egoísta.
Difícilmente puedo imaginarme a TANTAS mujeres puteando a los que una vez le han dado tanta felicidad. Veo más factible que se estén comportando como borregos en manada, o mejor dicho, gallinas. Y si ganan dinero haciendo eso, mejor. Pero lo importante para ellas es sentirse parte de un colectivo. Y claro, lo que está en auge hoy en día es lo feminista, hay una barbaridad de asociaciones, y si una mujer dice que no piensa tal como lo políticamente correcto dicta que se debe pensar, deja de formar parte del colectivo femenino más numeroso que existe hoy en día. Y eso es una GRAN putada, porque las mujeres, por regla general, no soportan la soledad.
Se valen de
amigas, de consejos de amigas, de complicidades. Gracias al apoyo de esas chicas, -
chica, él es un cabrón, púteale, no te merece-, las mujeres que hacen denuncias falsas y joden la vida a aquel que tanto amor les ofreció en su día, se ven capaces de hacerlo, porque están impulsadas a hacerlo, siguen la corriente, están exentas de culpa: "
Si ellas me dicen que lo haga, si ellas harían lo mismo...". La gran mayoría de las mujeres son tontas, bueno, no tontas, saben leer, escribir, sumar, restar y todo eso, pero no están cultivadas, no saben elaborarse opiniones propias. Son más influenciables que los hombres, por su naturaleza colectiva, y por ello, no necesitan pensar demasiado. Se dejan guiar por los consejos de las que les parecen más inteligentes, aunque realmente no lo sean -y no creo que vayan a darse cuenta de ello nunca-. Las más inteligentes, para ellas, suelen ser las que llevan la voz cantante en el grupo. Lo cual significa poco, claro.
Los hombres son racionales, por eso son capaces de ejecutar a sangre fría crueles órdenes que provengan del más altísimo mandatorio. Las mujeres no: necesitan que se apele a una causa que les llegue al corazón. Y nada les llega más al fondo del corazón que el hecho de ser maltratada/discriminada/repudiada por ser
mujer, condición sine qua non inherente al sexo femenino, como es lógico. No necesitan que nadie les ordene nada; sólo necesitan el apoyo. Sin él, su voluntad se tambalea, por más que por teléfono, el Führer le reviente el tímpano con aullidos y golpes sordos sobre una mesa de madera cada vez más tambaleante. Para dejar de realizar la orden, necesita que miles de ojos la miren desaprobando su futura acción. Aprobación, reprobación. Sentirse querida, parte de un colectivo. Bibiana Aído y su ministerio de Igualdad, junto con la ley de Violencia de Género, están haciendo furor entre las mujeres, que sienten su poder más revitalizado que nunca, y no tienen remordimientos ni culpa, prefieren ser felices formando parte del enorme colectivo de moda que haciendo felices a las personas cercanas. Y harían lo que fuera por lo que su
corazón les indica que es correcto. Quién no ha visto a una mujer ponerse como una hiena.
Es imposible no recordar aquello que me pasó a la tierna edad de once años, por la sencilla razón de que todo lo que expuse anteriormente tiene su origen en ese hecho que voy a describir a continuación:
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Teníamos que elegir al delegado de... no recuerdo muy bien qué, lo que sé es que no podía ser un cargo únicamente para nuestro curso, dado que había votado alguien a quien recuerdo MUY BIEN, y no era precisamente alguien que fuese a mi clase. De todos modos, los candidatos eran alumnos de mi clase: Lucía, la chica que tenía dominado al equipo femenino entero, y Fernando, el alumno bajito y con rizos negros, pero exquisitamente inteligente, sensato y buena persona. Éramos Fernando y yo los mejores alumnos de la clase, por cierto.
Fernando no encabezaba ningún grupo/partido, bueno, mejor dicho, no deseaba hacerlo. Sólo se consideraba un buen candidato, así como todos los demás varones, los cuales lo presentaron a la candidatura. Lucía, en cambio, había formado un partido 'feminista', creía estar luchando contra el sexo masculino y reafirmando el suyo propio. Las demás chicas le seguían la corriente, y no paraban de gritar, insultar, etc... a los desconcertados chicos, quienes no tenían más remedio que replicar y ponerse en el mismo plan, para no desentonar con ellas.
Las chicas me exigieron que votara a Lucía, era INDISPENSABLE que lo hiciera. Menuda presión. Hay que tener en cuenta que yo no era la chica más querida del colegio -la falta de habilidades sociales es lo que tiene-, así que sabía la que me caería encima si no votaba a ella.
Por un lado, sabía que ser delegado no era algo muy importante, por lo que no había por qué tomarse la votación tan en serio. Por otro, me avergonzaba la actitud de mis contemporáneas. También estaba el hecho de que Fernando me parecía el MEJOR candidato, el idóneo, la persona que podría ser el mejor jefe que nadie podría tener en su vida. Así que, rezando por que la represalia no fuese muy dura, voté por él.
Los resultados fueron obvios, salvo dos: las chicas 'guerreras' votaron a Lucía; los chicos votaron a Fernando. Menos uno, que era un alumno de una clase inferior a la nuestra, y padecía una particular discapacidad: era enano. Eso sí, Franco -así se llamaba- era uno de los chicos más queridos del colegio, porque era muy simpático y buena persona, y siempre andaba agarrándose a la pierna de una profesora que por aquel entonces era la mejor del colegio, pero también la más odiada. Ese chico votó algo diferente, y me sorprendió el resultado: había votado en blanco. Cuando salió su resultado, puso cara de "Yo no me meto en el juego". Un AMO. Las chicas protestaron, claro.
Luego salió el mío, y las chicas se cabrearon un montón. Pero yo no me amedrenté y les dije que Fernando me parecía el mejor candidato, y que me alegraba de que mi voto hubiese marcado la diferencia (estábamos empatados).
Al final no me pasó nada. Bueno, quiero decir que no me dieron una paliza al salir del colegio y todo eso. Lo de mejorar las relaciones, sin duda no pasó. En fin, eso es otro tema.
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Es curioso notar que tanto Franco, el enano, como yo, éramos discapacitados, los únicos del colegio, valga decirlo. Y votamos lo que quisimos, sin dejarnos influenciar por la presión social ni buscando pertenecer a ningún grupo en concreto. Y eso que él era hombre, y yo soy mujer. La discapacidad es como si nos despojara de la condición sexual a nivel grupal. Será que teniendo una discapacidad, la pertenencia a tal sexo u otro deja de tener relevancia, puesto que eres diferente más allá de lo puramente sexual. Y eso es lo que nos salva de los intereses colectivos, y nos centra en los individuales. Claro está que existen colectivos para discapacitados de todo tipo, pero sólo sirven para los que no son capaces de integrarse entre las personas no discapacitadas, y ésos no cuentan.
Luego, en España ya, tuve ocasión de contactar con contemporáneas que ya eran atractivas jovencitas adolescentes con algo de criterio propio (aficionadas a García Márquez, lectoras compulsivas de los artículos en El País Semanal de Quim Monzó, seguidoras fervientes de los telediarios, etc) y noté que siempre andaban garabateando un "XICAS AL PODER!". Vomitivo a más no poder, y para colmo lo hacían incluso en mi agenda, estuche y carpetas.
Pero:
Dado que el Islam, para las feminazis, supone una denigración a la mujer, y que el feminazismo está más a la alza hoy en día que nunca, es MUY PROBABLE que las feminazis se enfrenten al acervo de los islamistas.
¿Ejemplo?
Todos recordaréis el caso del velo de Najwa, supongo. Pues bien, he interrogado hace poco a una joven vía msn sobre el tema:
YO: qué opinas del velo de las musulmanas?
·#(*)Lynx(*)Rompe todos tus cerrojos q retienen tus deseos + prohibidos y compartelos junto a mi; quiero q m toques y q m sientas:
el velo es una opresion mas a la mujer
del yugo masculino
YO: QUIÉN COJONES ERES TÚ PARA DECIRLE A UNA MUJER QUÉ ES LOQ UE DEBE USAR, EH?
·#(*)Lynx(*)Rompe todos tus cerrojos q retienen tus deseos + prohibidos y compartelos junto a mi; quiero q m toques y q m sientas:
una mujer
pf
Y no una mujer cualquiera:
·#(*)Lynx(*)Rompe todos tus cerrojos q retienen tus deseos + prohibidos y compartelos junto a mi; quiero q m toques y q m sientas:
estas hablandole a una licenciada en medicina
creo que soy lista
YO: con 20 años ya licenciada?
·#(*)Lynx(*)Rompe todos tus cerrojos q retienen tus deseos + prohibidos y compartelos junto a mi; quiero q m toques y q m sientas:
sip
YO: empezaste la carrera a los 15?
·#(*)Lynx(*)Rompe todos tus cerrojos q retienen tus deseos + prohibidos y compartelos junto a mi; quiero q m toques y q m sientas:
se llama hacer dos años en uno
y me adelantaron un cruso en la ESO
ya sabes
ser lista
tiene sus ventajas
El grueso de la población femenina española está firmemente convencido de que su condición de mujer está por encima de TODO.
No sólo sirve para desafiar los valores islámicos que se intente imponer en estas tierras, sino también para erradicar las costumbres machistas exportadas de los países del Sur de América. Las estadísticas indican que LA GRAN MAYORÍA DE LOS CRÍMENES DE VIOLENCIA DE GÉNERO son cometidos por extranjeros. Vamos, que en otros países está bien visto que se le dé un sopapo a la mujer si no te hace la cena. Pues aquí las feminazis no lo tolerarían ni de coña. Y eso creo que se refleja en las estadísticas que señalan que estamos A LA COLA DE EUROPA en cifras de muertes por violencia de género.
El movimiento FEMINAZI hará frente A LA INVASIÓN DE MOROS ISLAMISTAS Y MONOS APALIZADORES.
Hay que reconocer que, al fin y al cabo, ZP ha sido muy listo en lo que respecta al tema. NO es conveniente eliminar el Ministerio de Igualdad. Sin él, ¿cómo haremos frente a las exigencias de los extranjeros de respeto a sus costumbres bárbaras? Los hombres son demasiado racionales. Las mujeres, demasiado pasionales. Y sólo la pasión es tan fuerte como para no atender a razones. No atenderán a ninguna razón que les ofrezcan los moros y sudacas. Sólo las feminazis pueden salvar a España de la islamización total.