¿Os hostiaban vuestros papis de pequeños?

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28 Nov 2017
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A mí me pegaban con la zapatilla en el culo e incluso me cruzaban la cara con la mano si hacía falta. Y estoy convencido de que es por ello que soy un adulto tan sensible y educado. Yo creo que a los niños hay que pegarles porque luego si no salen tarados como Max Demian o Cachondo Rispedal.
 
Vergüenza debería daros, hijos de puta. Pegar a tus padres o a tu hermana... ¿Dónde se ha visto eso?

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A mí me tiraron por una cristalera en la cocina y caí en otra habitación lleno de cristales en el culo, bah, lo normal.
 
a mi me daban bastante con el cinto, pero siempre merecidamente, todo sea dicho. es mas, es evidente que me dieron pocas para las que merecia.
 
Si no se enteraban de que habías hecho algo que no les gusta; no te pegaban. A mi eso me ha funcionado siempre.
 
Sí, siempre con razón, y es una "tradición" que pasarán a sufrir mis desechos genéticos, siempre que se lo merezcan, claro.
 
Una vez mi madre me intentó pegarme un azote en el culo y salté para que no me diera y le pegué un cabezazo en la barbilla.Hasta ahí recuerdo.
 
Lo que vienen siendo Hostias de Padre, incluso recuerdo algún capón al cruzarnos por el pasillo al grito de "seguro que has hecho algo".
 
Yo zarandeé y levanté en volandas a mi padre cuando ya era un viejo decrépito, luego le abandoné en casa y me fui. A los pocos meses murió y me enteré que antes se medicaba por depresión. No le fui a visitar cuando estaba en la residencia a la que tuvieron que llevarle cuando ya estaba inconsciente. Al entierro sí fui, por mis hermanos. No estoy orgulloso de lo que hice, pero ya no puedo cambiar el pasado.

Me considero un perro asqueroso, pero qué le voy a hacer, yo soy así, no puedo evitarlo.
 
Yo zarandeé y levanté en volandas a mi padre cuando ya era un viejo decrépito, luego le abandoné en casa y me fui. A los pocos meses murió y me enteré que antes se medicaba por depresión. No le fui a visitar cuando estaba en la residencia a la que tuvieron que llevarle cuando ya estaba inconsciente. Al entierro sí fui, por mis hermanos. No estoy orgulloso de lo que hice, pero ya no puedo cambiar el pasado.

Me considero un perro asqueroso, pero qué le voy a hacer, yo soy así, no puedo evitarlo.
This is putalocura.
 
Cuando mi madre venía a mi cuarto a darme las buenas noches, el día que no me curraba se lo recordaba extrañado. "Mama hoy no me has pegao", la decía.

Era una maestra en el lanzamiento de la zapatilla de andar por casa y recuerdo que una vez me pellizco con un alicate. De niño yo era un cabron con pintas, merecia todas aquellas golpisas.

En cambio mi viejo, que tiene peor caracter que mi madre, nunca me puso la mano encima,"ni que se le ocurra..." me decía ella cuando se lo comentaba.
 
Última edición:
Claro que me pegaban. Mi madre me rompió dos dientes en dos hostias diferentes y también me rompió el labio. Estas son las que dejaron secuelas pero vamos, que raro era el día que no me llevaba una hostia. Además no daba azotes, la hija puta, te tiraba la zapatilla para impedirte la huida y una vez me había atrapado me daba de hostias hasta que la dolía la mano. Y a veces si le dolía la mano me decía " y encima por tu culpa me duele la mano" y me daba patadas.
Mi padre sólo me pegó una vez, pero qué vez amigos. Estaban de obra en mi casa y yo estaba jugando en el suelo, supongo que en mal lugar y en mal momento. El caso es que debieron pitar penalti a mi padre y me confundió con el balón, porque me pegó una patada que me deslizó varios metros. El balón, o sea yo, debió dar en el palo porque raudo y veloz vino a rematar la faena y esta vez la patada la dio bien centrada en la tripa y allí me dejó moribundo. Como celebración del gol se puso a insultarme. Cosas suyas.
Mi madre le gritaba como si ella nunca me hubiese puesto la mano encima.
Al igual que Verruga, cuando yo ya gastaba buena porra y más pelos en los cojones que un orangután, zarandeé a mi madre como aviso previo y para que ella entendiese que a mi ya no me pegaba nadie en esa casa. Se hizo la muerta, la cabrona. Y yo gritándole que para estar muerta o haber perdido el conocimiento había caído muy delicadamente. Estando ella en el suelo recuerdo que se me pasó por la cabeza liarme a patadas hasta que a mi me doliese el pie.
 
Última edición:
This is putalocura.

En aquel caso seguro, seguro, seguro que TODO es verdad.

Cuando mi madre venía a mi cuarto a darme las buenas noches, el día que no me curraba se lo recordaba extrañado. "Mama hoy no me has pegao", la decía.

Era una maestra en el lanzamiento de la zapatilla de andar por casa y recuerdo que una vez me pellizco con un alicate. De niño yo era un cabron con pintas, merecia todas aquellas golpisas.

En cambio mi viejo, que tiene peor caracter que mi madre, nunca me puso la mano encima,"ni que se le ocurra..." me decía ella cuando se lo comentaba.

Claro que me pegaban. Mi madre me rompió dos dientes en dos hostias diferentes y también me rompió el labio. Estas son las que dejaron secuelas pero vamos, que raro era el día que no me llevaba una hostia. Además no daba azotes, la hija puta, te tiraba la zapatilla para impedirte la huida y una vez me había atrapado me daba de hostias hasta que la dolía la mano. Y a veces si le dolía la mano me decía " y encima por tu culpa me duele la mano" y me daba patadas.
Mi padre sólo me pegó una vez, pero qué vez amigos. Estaban de obra en mi casa y yo estaba jugando en el suelo, supongo que en mal lugar y en mal momento. El caso es que debieron pitar penalti a mi padre y me confundió con el balón, porque me pegó una patada que me deslizó varios metros. El balón, o sea yo, debió dar en el palo porque raudo y veloz vino a rematar la faena y esta vez la patada la dio bien centrada en la tripa y allí me dejó moribundo. Como celebración del gol se puso a insultarme. Cosas suyas.
Mi madre le gritaba como si ella nunca me hubiese puesto la mano encima.
Al igual que Verruga, cuando yo ya gastaba buena porra y más pelos en los cojones que un orangután, zarandeé a mi madre como aviso previo y para que ella entendiese que a mi ya no me pegaba nadie en esa casa. Se hizo la muerta, la cabrona. Y yo gritándole que para estar muerta o haber perdido el conocimiento había caído muy delicadamente. Estando ella en el suelo recuerdo que se me pasó por la cabeza liarme a patadas hasta que a mi me doliese el pie.

Qué familias, Dios mío. Y por lo que veo no son sus casos una excepción. Si yo, que en toda mi vida me he llevado una hostia de mi padre (y merecida) me descojono cuando se habla ahora de maltrato infantil lo de ustedes ya tiene que ser la muerte por deshidratación de los lagrimones de risa que les deben caer.
 
Claro que me pegaban. Mi madre me rompió dos dientes en dos hostias diferentes y también me rompió el labio. Estas son las que dejaron secuelas pero vamos, que raro era el día que no me llevaba una hostia. Además no daba azotes, la hija puta, te tiraba la zapatilla para impedirte la huida y una vez me había atrapado me daba de hostias hasta que la dolía la mano. Y a veces si le dolía la mano me decía " y encima por tu culpa me duele la mano" y me daba patadas.
Mi padre sólo me pegó una vez, pero qué vez amigos. Estaban de obra en mi casa y yo estaba jugando en el suelo, supongo que en mal lugar y en mal momento. El caso es que debieron pitar penalti a mi padre y me confundió con el balón, porque me pegó una patada que me deslizó varios metros. El balón, o sea yo, debió dar en el palo porque raudo y veloz vino a rematar la faena y esta vez la patada la dio bien centrada en la tripa y allí me dejó moribundo. Como celebración del gol se puso a insultarme. Cosas suyas.
Mi madre le gritaba como si ella nunca me hubiese puesto la mano encima.
Al igual que Verruga, cuando yo ya gastaba buena porra y más pelos en los cojones que un orangután, zarandeé a mi madre como aviso previo y para que ella entendiese que a mi ya no me pegaba nadie en esa casa. Se hizo la muerta, la cabrona. Y yo gritándole que para estar muerta o haber perdido el conocimiento había caído muy delicadamente. Estando ella en el suelo recuerdo que se me pasó por la cabeza liarme a patadas hasta que a mi me doliese el pie.

Menos mal que tenias a tu hermano para que te hicera una buena mamada en esos momentos tan duros, que si no menudo suplicio de infancia.
 

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