Hoy por la tarde, cuando volvía a casa de la autoescuela, he presenciado una discusión en plena calle. Eran dos gitanos que discutían por un reloj que llevaba uno de ellos. La cosa es que uno acusaba al otro de habérselo robado. Empezaron con que si es mío, cabrón, dámelo, que no, ja, que yo tenía uno igual, patatín, patatán.
Yo caminaba por la acera de enfrente, despacito, porque estas cosas siempre dan morbillo. Cuando llegué a su altura, ya se estaban agarrando de la pechera y amenazándose. El caso es que uno le dijo al otro una frase que me ha llegado al alma:
-"Te voy a sacar los ojos y te voy a mear en las pozas pa que te escuezca"
Naturalmente, apreté la marcha y me contuve la risa como pude. Fijo que si me ven partiendome las nalgas acaban los dos zumbándome a mi.
Yo caminaba por la acera de enfrente, despacito, porque estas cosas siempre dan morbillo. Cuando llegué a su altura, ya se estaban agarrando de la pechera y amenazándose. El caso es que uno le dijo al otro una frase que me ha llegado al alma:
-"Te voy a sacar los ojos y te voy a mear en las pozas pa que te escuezca"
Naturalmente, apreté la marcha y me contuve la risa como pude. Fijo que si me ven partiendome las nalgas acaban los dos zumbándome a mi.