Comprende la analogía:
La puta que folla por dinero puede follar por dinero porque ha nacido con un órgano que tiene un valor biológico intrínseco: el coño. Los hombres no hemos "decidido" que nos gusten los coños, se nos ha impuesto biológicamente. Por tanto ya tienes un subconjunto de la sociedad que ha nacido con una ventaja intrínseca, inmerecida, sobre el resto.
De igual manera, la nobleza de la Francia del XVIII (por seguir con el ejemplo), podía permitirse controlar la sociedad y vivir tan ricamente porque habían nacido rodeados y financiados por una fortuna y unos derechos heredados, de igual manera un subconjunto de la sociedad que ha nacido con una ventaja inmerecida (intrínseca también si quieres, dado que ellos pensaban que su valor era por su linaje), sobre el resto de la sociedad.
Estás viendo las diferencias entre hombres y mujeres desde una perspectiva victimista. Con casi la misma facilidad con la que ellas encuentran dinero por su coño, puedes encontrarlo tú por tu ojete. El precio es el mismo, renunciar a tus escrúpulos, vender la integridad de tu espacio íntimo y entregar tu carne por billetes.
Más allá de eso, algunos hombres tenemos algo que se llama voluntad. Podemos usarla para no perder todo nuestro dinero en putas aunque tengamos ganas de follar y también podemos invertirla en sacrificar comodidad, en esforzarnos durante un largo tiempo sembrando algo con la incertidumbre de una cosecha futura que puede torcerse. Enfrentarse a esos riesgos, vivir años de tu vida en condiciones de mierda porque crees que servirá de algo, jugarte el futuro a las cartas nefastas que te han tocado.
Me está quedando una charla motivacional de las que tanto odio, pero esta es la realidad de quienes tenemos padres de clase obrera. Una mujer no puede concebir hacer concesiones en su estilo de vida, no va a degradar su confort por una promesa que sólo dependa de su esfuerzo. Ir a lo seguro, buscar la estabilidad, es la manifestación de su instinto de supervivencia más básico. La capacidad de pelear por algo incierto es inconcebible en su mente y es una ventaja intrínseca que tenemos por el hecho de ser hombres. Pero es mucho más fácil negarla y culpar al capitalismo.
No me dan ninguna pena. Ni las mujeres ni los pijos.
No, si a mí los que más pena me dan son los que se creen que están salvando a alguien desvelando lo que ya es obvio. Hace falta invertir el recurso más valioso, el tiempo, en destapar algo que todos deberíamos saber. Y quien no lo sepa ya, no va a aprenderlo porque esos
justisieros se lo digan.
Y una vez perdido el tiempo, una vez conseguido el objetivo, sólo se desemboca en un mar amargo, en un constante murmurar TODAS PUTAS mientras la vida pasa por delante. Es triste de cojones.
@iskariote, te lo planteo de otra manera, el clásico ejemplo.
Si tienes un amigo, y te enteras de que su novia lo engaña, ¿se lo dices a tu amigo?
Es un buen ejemplo. Solamente se lo diría a un amigo de los poquísimos que tengo o a mis hermanos. Pero antes de hacerlo debería hacerme a la idea de que el primer perjudicado de la historia voy a ser yo, de que en esa historia y esas discusiones, el que menos va a poder defenderse de acusaciones es el chivato, el que puede acabar solo de los 3 protagonistas de este drama es el delator.