Esto ocurría hace unos pocos meses en pleno centro de París. Es la batalla campal entre decenas de kurdos y turcos. El altercado comenzó cuando un grupo de kurdos simpatizantes de la guerrilla del PKK, reventaba una concentración de turcos que protestaban por la muerte de varios soldados de Turquía a manos de dicho grupo guerrillero.
El caso kurdo es harto curioso. Un pueblo sin Estado, con tierras bajo control de naciones dispares, desde Irak, Irán o Siria, pero con quien tienen una guerra abierta, es sin duda con Turquía, a los que acusan de genocidio y de brutal represión.
El origen del conflicto
El conflicto kurdo no se entendería si no reparáramos en la estructura del Estado Turco.
Turquía está impregnada de un fuerte sentido nacionalista, incrementado hasta la exageración con el establecimiento del kemalismo como doctrina oficial. Otro factor a tener en cuenta para entender la raíz del conflicto, pasa por la permanente rivalidad entre los estados de la zona en disputa.
La cuestión kurda ha dado un cambio radical en su evolución con la aparición del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y sobre todo con el inicio de la lucha armada en 1984. En muchas ciudades aparecen apoyos masivos de la población al PKK a partir de la muerte de guerrilleros en confrontación con el ejercito turco principalmente.
La fragmentación del Kurdistán
La creación de un Kurditán unificado supondría, que Irak, Irán, Siria y Turquía sean privados de una fuente de recurso hídricos importante en la zona, ya que la mayoría de ríos y arroyos nacen en los montes de la región de Kurdistán. Otro aspecto que le juega en contra a la hora de definir las bases de su autonomía es que, en dicha región, se encuentran dos de las más importantes rutas petrolíferas que llevan el crudo desde la ex URSS hacia Europa.
Debido a ello se puede decir que la región del Kurdistán tiene una importancia radical no solo para los países en conflicto, sino también para aquellos países que se benefician de los recursos del lugar. Sabida es la importancia que los Estados Unidos asignan a Turquía como “gendarme de Oriente Medio”. Prueba de ello son los tratados firmados por ambos países en para la cooperación militar y económica en cuanto a la “guerra sucia” que Turquía lleva acabo en el Kurdistán. Tampoco se debe olvidar, el papel influyente que Turquía lleva acabo en las antiguas repúblicas meridionales de la ex–Unión Soviética. Por su parte, la Unión Europea al igual que los Estados Unidos, proporciona ayuda económica. Un ejemplo de esto sería el Acuerdo Aduanero, que entro en vigor en Enero de 1996. Por lo que al Kurdistán se lo ha representado varias veces como una “colonia internacional”.
El caso kurdo es harto curioso. Un pueblo sin Estado, con tierras bajo control de naciones dispares, desde Irak, Irán o Siria, pero con quien tienen una guerra abierta, es sin duda con Turquía, a los que acusan de genocidio y de brutal represión.
El origen del conflicto
El conflicto kurdo no se entendería si no reparáramos en la estructura del Estado Turco.
Turquía está impregnada de un fuerte sentido nacionalista, incrementado hasta la exageración con el establecimiento del kemalismo como doctrina oficial. Otro factor a tener en cuenta para entender la raíz del conflicto, pasa por la permanente rivalidad entre los estados de la zona en disputa.
La cuestión kurda ha dado un cambio radical en su evolución con la aparición del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y sobre todo con el inicio de la lucha armada en 1984. En muchas ciudades aparecen apoyos masivos de la población al PKK a partir de la muerte de guerrilleros en confrontación con el ejercito turco principalmente.
La fragmentación del Kurdistán
La creación de un Kurditán unificado supondría, que Irak, Irán, Siria y Turquía sean privados de una fuente de recurso hídricos importante en la zona, ya que la mayoría de ríos y arroyos nacen en los montes de la región de Kurdistán. Otro aspecto que le juega en contra a la hora de definir las bases de su autonomía es que, en dicha región, se encuentran dos de las más importantes rutas petrolíferas que llevan el crudo desde la ex URSS hacia Europa.
Debido a ello se puede decir que la región del Kurdistán tiene una importancia radical no solo para los países en conflicto, sino también para aquellos países que se benefician de los recursos del lugar. Sabida es la importancia que los Estados Unidos asignan a Turquía como “gendarme de Oriente Medio”. Prueba de ello son los tratados firmados por ambos países en para la cooperación militar y económica en cuanto a la “guerra sucia” que Turquía lleva acabo en el Kurdistán. Tampoco se debe olvidar, el papel influyente que Turquía lleva acabo en las antiguas repúblicas meridionales de la ex–Unión Soviética. Por su parte, la Unión Europea al igual que los Estados Unidos, proporciona ayuda económica. Un ejemplo de esto sería el Acuerdo Aduanero, que entro en vigor en Enero de 1996. Por lo que al Kurdistán se lo ha representado varias veces como una “colonia internacional”.