ElHombreQueViolaLulz
Franco Napiatto
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- 16 Dic 2003
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Antes de la aparición de Internet era difícil conocer el físico de las personas que admirabas, ya fueran firmantes de excelentes artículos en revistas y periódicos o periodistas de la radio. Recuerdo cómo me pajeaba con la voz femenina del programa «hablar por hablar» imaginándome tras esa voz a una mujer con voluminosos pechos, cara de ángel y unas largas piernas que se juntaban en una dulce vagina con sabor a fruta fresca. :115
Eso provocaba magia. Se creaba un vínculo entre esa persona idealizada y sus escritos y tono de voz. No importaba como era realmente, porque tú ya tenías una visualización en tu mente y una paja asegurada en el baño.
Todo esto se ha perdido, almenos en parte. Los grandes comunicadores disponen de su página personal con gran cantidad de fotos. Esa incógnita ha desaparecido y con ella la buena paja basada en el intelecto. Ahora en menor medida te gustaría poner rostro a los gilipollas que escriben en Internet; pero ahí ya no hay magia porque sabes que son subnormales tras escribir la primera frase.
Eso provocaba magia. Se creaba un vínculo entre esa persona idealizada y sus escritos y tono de voz. No importaba como era realmente, porque tú ya tenías una visualización en tu mente y una paja asegurada en el baño.
Todo esto se ha perdido, almenos en parte. Los grandes comunicadores disponen de su página personal con gran cantidad de fotos. Esa incógnita ha desaparecido y con ella la buena paja basada en el intelecto. Ahora en menor medida te gustaría poner rostro a los gilipollas que escriben en Internet; pero ahí ya no hay magia porque sabes que son subnormales tras escribir la primera frase.