QUASIMOCO - The further adventures of Lord Rat

ElSapoDeLaTrankaEmpinada rebuznó:
Una rata con mochila. ¿Qué será lo próximo, un sapo con mochila y la polla empalmada? :53

No creo, un sapo asi sería ultrabaneable a todas horas.
 
"Ascetismo onírico"

ASCETISMO ONÍRICO

Sugerencia de ambientación musical
https://www.goear.com/listen/4702dcf/old-snake-metal-gear-solid
Recuerdo aquella siesta con gran fascinación.
Fue una siesta de revelaciones tántricas, y la Rata Cornuda volvió a estar presente en mis ensoñaciones.

151durmiendo-la-mona.jpg

Durmiendo a pierna suelta en la ermita, reposando tras la mortal batalla contra el mal.

Y en el limbo de los sueños me encontré preso, encadenado, en mitad de un patio carcelario, entre gitanos, sudacas y mafiosos rumanos.
Iba a ser difícil sobrevivir en aquel entorno hostil.
-Eusebio -la Rata Cornuda me habló desde las nubes-, esto es una prueba de valor, como en el Oblivion*. Para el resto de los mortales es un sueño, pero para ti es la vida misma, la prueba de fuego con la que me demostrarás tu valía. Ahora... sobrevive.
Y desapareció en el horizonte.

*Nota del autor: Hay una parte de mierda en el Oblivion en la que estás como dentro de un sueño y tienes que ir pasando unas pruebas místicas o algo así, que no tienen ni puta gracia, es un coñazo, y además no puedes usar los poderes ni las armas. Para los que conozcan Fallout 3, hay una fase similar, en la que eres un puto niñato en blanco y negro, y tienes que hacer unas misiones igual de tristes y cansinas.

Iba encadenado, de pies y manos, en medio de aquel patio de recreo, sucio y con olor a meotes, como los callejones en las fiestas de los pueblos, escoltado por delante y por detrás por docenas de presos, sudorosos y perversos.
Era el novato, y tenía que concienciarme de ello, actuar como tal.
-Guapito, esta noche vigila tu culo -me dijo uno de los presos-. ¿Me has oído, novato?

1443tbag.jpg

Uno de los presos amenazando con violarme por la noche. Y yo feliz.

Me excitaron tanto sus palabras que comencé a jadear, llenándolo todo de babas. Aquel preso amanerado se impresionó tanto que decidió dejarme en paz, para mi decepción, porque realmente quería ser sodomizado por él.
Vinieron los guardias y el muy cabrón se hizo el sueco, largándose por patas de allí.
Pero al final todo quedó en agua de borrajas.

Nos llevaron a los comedores, obligándonos a sentarnos en sitios específicos que habían premeditado, por el bien de los propios presos... el orden, movidas psicológicas y demás gilipolleces que un infraser como yo es incapaz de concebir.
-Preso número 02548, Eusebio Pernía -useasé, un servidor-, a la mesa número catorce -y allí me senté.

Meditabundo y empanado me hallaba cuando a mi lado se sentó el ser más bello que jamás he conocido.
Era una muchachilla, de unos veinticinco años, morenaza y tierna cual princesa de Rivendel. Ojos verdes como la esmeralda, labios de cereza y un fresco hedor feromónico.
No podía creer que en aquel tugurio hubiese hembras, y de tal calidad. Me miró a los ojos, me sonrió y me quedé perdidamente enamorado de ella.
Pero aquél no era el momento para romanticismos, por la noche sería lo más adecuado.

Los problemas acudieron nuevamente a mi encuentro.
Cuatro macarras se acercaron a la mesa y, entre metidas de mano y refrotones púbicos a mi amada, me amenazaron.
-Sabemos que ese maricón ha ido a por tí, pero que has sabido deshacerte de él. Pero con nosotros no va a ser lo mismo. Te puedo asegurar que no disfrutarás en absoluto, aunque tu pichoncito -refiriéndose a la fulana- puede que goce como una perraca en celo.
Y tuve que agachar la mirada, como el fracasado que siempre he sido.

Llegó la noche y nos enviaron a las celdas.
Los habitáculos eran jaulas acopladas en bloques de dos por dos, por lo que, a través de los barrotes, uno podía interactuar con cualquiera de sus tres compañeros. Y uno de mis compañeros era ella, mi amada.
-No me has dicho tu nombre.
-Me llamo Eusebio, aunque en el barrio de negros soy más conocido como Quasimoco. Y tú, ¿cómo te llamas?
-Soy Mara, aunque por aquí todos me llaman "La guarra".
-No te preocupes, cariño. Con nuestro amor por espada nos enfrentaremos a lo que sea.

4555arwen.jpg

Mara y yo, enchochados perdidos, entre los barrotes de las celdas.
Con la otra mano, por debajo, me está tocando el pene.


No había nada en el mundo equiparable al contacto de su piel, el roce de su cuerpo que cantaban los Platero, su pelo, el sabor de sus labios, su perfume genital...

Apagaron las luces del barracón de celdas.
Mara y yo seguíamos pegándole al filetazo cuando, de repente, pude ver a los cuatro macarras del comedor corriendo entre las jaulas.
Dos de ellos vinieron a hacia nosotros, llaves en mano, para abrir las jaulas de Mara y la mía. Tras abrirlas las atrancaron con unos enormes tubos, para que no pudiéramos cerrarlas.
Los otros dos se dirigieron a una de las puertas de seguridad donde encerraban a los maníacos peligrosos. La abrieron y huyeron a sus jaulas, cerrándolas bien con llave para protegerse de...
¿DE QUÉ?
De Duncan, el gólem sin pescuezo, o así lo conocían en la prisión.

8025golem-sin-pescuezo.jpg

Cagado de miedo, nada más ver a Duncan, el gólem sin pescuezo.

Duncan era un mastuerzo de cuatro metros de altura, por tres de ancho, y venía hacia nuestras celdas, con pasos lentos pero firmes. Fui corriendo a la jaula de Mara, para protegerla, y nos abrazamos: estábamos en un callejón sin salida.
Duncan metió su musculado y sudoroso brazo en la jaula, nos cogió y nos arrojó fuera, contra la pared del barracón. Se quitó la poca ropa que llevaba, exhibiendo un miembro palpitante de puro chóped de ternera.
Cuál fue mi sorpresa cuando vi que Mara, que era de lo más femenino que uno podía encontrarse en las Barranquillas, lucía una potente erección.
¡ME CAGO EN LA PUTA!
Le pegué un bofetón...
-¿Qué ocurre, Quasi?, ¿te molesta que tenga pene, que en realidad sea un hombre?
-En absoluto, eso me pone más berraco todavía. Pero no puedo tolerar que con este gólem de lorzas te pongas todo enhiesta, y conmigo nada de nada.

3985arwen-shemale.jpg

Mara, todo morcillona, en una de sus fotos para las webs de contactos.

Así que cogí, todo rabioso y cabreado, y le metí el brazo por el culo hasta agarrarle bien del colon. Tiré para fuera y, al igual que en el famoso relato de Palahniuk, todo su paquete intestinal salió disparado a presión por el orificio anal.
Tomé los intestinos y preparé un nudo de horca, que lo había aprendido de pequeño en los Boy Scouts, y se lo tiré al cuello a modo de lazo a Duncan.
El gólem adiposo vio la inminencia de la muerte, así que aprovechó la asfixia para hacerse un último pajote. El tsunami nipón, al lado de su corrida, fue un simple remojón.

El lefazo sobrehumano creó un socavón de varios metros por el que pude escapar fuera de la prisión, hacia mi libertad.
La Rata Cornuda volvió a aparecer entre las nubes.
-Veo que has sabido utilizar tu sadismo y tu odio, las mejores herramientas que encontrarás para defenderte ahí afuera e imponer mi religión en este mundo de yonkis, negros, maricones y judíos de mierda.
-Salve la Rata Cornuda.
-Has pasado la prueba a la que te había sometido. Ahora despierta y siembra el caos, el rencor y el bizarrismo por el mundo.
-Sea.

Desperté de aquella siesta con un hambre que te cagas.
El cadáver del ermitaño no me servía, puesto que lo tenía guardado para fabricar un tótem a mi amado Dios la Rata Cornuda... pero eso ya es otra historia.

Moraleja: Todas putas.
¡VIVA LA RATA CON MOCHILA!
 
Hola, una pregunta, ¿puedo leerlo con otra música de ambiente?, o sea, en mi puta mierda de opinión que no vale ni para tomar por culo, lo mismo pero con otra música que yo elija, pero el texto igual, sólo cambia la música.
 
ElSapoDeLaTrankaEmpinada rebuznó:
Hola, una pregunta, ¿puedo leerlo con otra música de ambiente?, o sea, en mi puta mierda de opinión que no vale ni para tomar por culo, lo mismo pero con otra música que yo elija, pero el texto igual, sólo cambia la música.

Es tan sólo una sugerencia.
Por mí como si se pone ustéc a Xuxa Park, si le pone más cachono el relato...

Xuxa-Todos_Sus_Exitos-Frontal%5B1%5D.jpg
 
"Also sprach Gehörtenratte"

ALSO SPRACH GEHÖRTENRATTE

Sugerencia de ambientación musical
Escuchar Govinda George Harrison - goear.com
Solo y debilitado me encontraba en la ermita.
El triunfal tótem había sido levantado en la sala mayor, usando como materia prima los tejidos y huesos del cuerpo del ermitaño hereje, sionista, borracho y con halitosis.

Pero al fin mi corazón se transformó, y una mañana, levantándome con la aurora, me coloqué delante del sol y le hablé así:
-¡Rata Cornuda! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas! Sin mí, mi águila y mi serpiente, te habrías hartado de tu lulz y de este camino.

Tomé el consolador, cubierto todavía con mis propias heces, y con pus y líquido medular del ermitaño, y decidí forjar un arma mortífera y sagrada. Aderecé el invento con un poco de polvo radiactivo y hechizos sacros conjurados por la propia Rata Cornuda, que le daba a la espada no sólo una fuerza sobrenatural, sino el poder de brillar de un color verde neón ante la presencia de infraseres despreciables, blasfemos y herejes.
Y la bauticé Nardo, en honor a su forma fálica.

7891nardo-la-espada.gif

Nardo, la porra sagrada, brillando ante la presencia de herejes.

Bajé solo de las montañas sin encontrar a nadie.
Pero cuando llegué a los bosques surgió de pronto, ante mí, un anciano que había abandonado su santa choza para buscar hongos alucinógeneos por el monte.
-Escucha, viejo de mierda -le dije educadamente al hombre-, vengo a predicar la sagrada palabra de la Rata Cornuda.
-¿Será posible? ¡Esta rata loca con mochila no ha oído todavía que Dios a muerto!
-No. Tú estás muerto.

Así que empuñé a Nardo con energía y se lo metí por la boca, garganta abajo, a aquel anciano adicto a los psilocibios. Comenzó a gorgotear bilis por las fosas nasales, entre espasmos nerviosos, cosa que me puso bastante palote.
Puse al anciano a cuatro patas, me desabroché la cremallera del pantalón y se la metí hasta el fondo por el culo, agarrándole de la pelvis con una mano, y con la otra levantada hacia el cielo:
-Quien cree en mí no cree en mí, sino en aquél que me envió; y quien me ve a mí, ve al que me envió; yo no he hablado ni actuado por mí mismo, sino que la Rata Cornuda que me envió, ella me mandó lo que debía hacer y decir. Y sé que su mandamiento es la vida eterna.

Eyaculé dentro de su recto, tras decir un solemnse "amén" y el vagabundo de los montes cayó inerte y sin vida sobre el sucio barro.

881viejo-muerto-tun.gif

Celebrando mi victoria, junto al cadáver del anciano gorgojeante.

Tras rendir homenaje a mi dios la Rata Cornuda, creando otro tótem igual de siniestro que el de la ermita, me puse en marcha por una vereda, en dirección a una aldea.
-Mirad -dije nada más llegar-, yo soy el anunciador del rayo y una pesada gota que cae de la nube.
La gente me miró con gesto desconfiado, como si fuera el oligofréncio del pueblo.
-¡Escuchadme, chusma hedionda! -grité encolerizado-, ¡vengo a traeros el mensaje de la Rata Cornuda, yo, su máximo profeta en esta tierra de infraseres!
Vino un hombre con sus dos hijos, ambos menores de edad y leucémicos, y se dirigió a mí:
-Lárgate de aquí, excremento deforme. No vengas a mancillar la paz de nuestra aldea. No queremos tarados en este valle.

Saqué a Nardo y, de dos certeros reveses en sendos pómulos, dejé K.O. a sus dos hijos. Agarré sus cuerpos inconscientes por el cuello con una mano (ya que no tenían pelo por causa de la quimioterpia), pasándome la polla por la cara de los infantes.
-¡Está loco! -gritó el padre de las criaturas, -¡está violando a mis hijos!
-Locos han sido llamados todos los grandes visionarios de esta tierra.
-¡Dios mío!, ¡qué alguien haga algo!
Y, en cuestión de un par de minutos, toda una horda de pueblerinos enfurecidos, armados con mazos y antorchas, se presentaron allí dispuestos a cargar.

resident-evil-4-20040818025735767%5B1%5D.jpg

Una muchedumbre de pueblerinos enfurecidos, en aquella aldea casposa.

-¡Me cago en el copón bendito! -exclamé para mis adentros-. No te preocupes, Eusebio, la Rata Cornuda te protege.
Me subí a una tarima, alcé a Nardo en pos de guerra profiriendo insultos racistas a las gentes y permanecí atento al combate que se avecinaba.
Aprovechando las técnicas de Sun Tzú, esperé a que se acercaran los paletos a la tarima, para contar con la ventaja de la altura.
Al fin llegaron a mi posición, y comencé a dar una hostia tras otra, sin sentido alguno, con mi arma sagrada Nardo.
Los baturros coléricos iban cayendo con mis golpes, pero no a la suficiente velocidad como para evitar el asedio. Uno de ellos, que se comía su propia cara por hobby, me pegó un mordisco en la pantorrilla, llenándome de sarro toda la herida.
Aquello iba a ser mi final.
[FONT=&quot]El linchamiento público era inminente, y no me quedó otra salida que la redención: arrojé a Nardo al suelo, me bajé los pantalones y comencé a orinarme sobre las caras de los lugareños enfurecidos.
-¡Prefiero mear de pie que vivir meando arrodillado, o sentado, que viene a ser lo mismo!
-¡Y encima es comunista! -gritó uno de los infraseres-. ¡Démosle su merecido!

Y el milagro hecho verbo obró.
La Rata Cornuda apareció nuevamente entre las nubes provocando un fuerte estupor entre la gentuza que me rodeaba.
-He aquí que yo envío a mi mensajero delante de mí, que irá por delante de ti preparándote el camino.
Y la rata con mochila que poco antes había sido, dejó de existir, y pasó a ser, en cuestión de parpadeos, un gran dragón rojo. Una gran bestia alada que dispensó llamaradas de fuego purificador a todas y cada una de las almas vivas que allí habitaban.


[/FONT]
[FONT=&quot]
1804drag-n.jpg
[/FONT]
[FONT=&quot]Convertido en dragón rojo, repartiendo amor en aquella aldea de analfabetos.[/FONT]
[FONT=&quot]
Dichosos minutos fueron aquellos, en los que sentí el mayor de los poderes formando parte de mí, eclipsando mi infinita lista de complejos sociales y traumas infantiles que siempre me han acompañado.
Ver los cuerpos calcinados de todo hombre, mujer y niño fue un subidón mágico, mejor que el sexo.

Y tras un buen rato repartiendo calefacción de gas natural por el valle volví a mi forma original, cual Bruce Banner de bajón, y tomé el camino (o lo que quedaba de él) que conducía a la gran ciudad, que todavía se encontraba a varias leguas de distancia.
[/FONT]
Moraleja: La destrucción es la más bella de las obras creativas.
¡VIVA LA RATA CON MOCHILA!


 
Rata, me gusta tu personaje y tu irrupción en el foro, pese a que me huele que eres el cabronazo de Z_bb.
Pero no te alargues demasiado con tu bio, cuando termines de contar tu historia, pásate a comentar la actualidad bajo tu visión de roedor, o haznos alguna crónica viajera como aquel personaje de los fraguel.



url
 
Es buenisimo, de verdad. Como se te ha ocurrido lo del platano que dice refranes?

No en serio, no pienso leer tu mierda infecta.
 
Se Ha cansado usted de narrarnos su periplo por este infecto mundo hijodeputa?
O Ha acabado ustec tal ke asin??
Rata-muerta-6.jpg

:pringui
 
Arriba Pie