Creo que es al revés, en este foro hay profesionales con un alto poder adquisitivo a los que el estado vampiriza a través de todo tipo de impuestos. El hecho de que sus tributos estén destinados a ayudas económicas a inmigrantes legales e ilegales y los llamados "chiringuitos" alimentados con dinero público les hace estar fuertemente en contra del culpable de todo: Pedro Sánchez. Sólo el PP puede arreglar este desastre pero la gente sigue votando al PSOE por ignorancia o malicia.
Error Max.
La gente mayoritariamente vota al PSOE por costumbre. ¿y es que, si no votan al PSOE, a quién pueden votar? A los comunistas no, que están demasiado a la izquierda, y al PP nunca porque Franco mató al bisabuelo Pedro. Por eso triunfó Ciudadanos, porque ocupó ese espacio en el centro que en su momento tuvo la UCD.
Hombre, 600 y pico de asesores para hacer un control de rentas burdo, introducir dinero público y decir que todo se solucionará con vivienda social (que lleva décadas sin contruirse), pues prefiero que asesoren Strongman Tarrako, el director de La Sirena y Pérez Reverte fumando habanos.
Si algo me ha enseñado el tener un puesto directivo, es que a la hora de tomar decisiones lo peor es pedir consejo a otras personas. Sobre todo si son mas de 3.
Te cuento como funciona la cosa con un tema trivial para que sea sencillo de entender, pero funciona igual para uno importante.
Imagina que quieres hacer una reunión internacional en Madrid y buscas un restaurante para la cena. Veamos que ocurre con cada opción:
Opción 1: Buscar tu mismo el sitio.
Opción 2: Dejarte aconsejar por varios expertos.
Opción 1. Entendiendo el carácter internacional de la cena, ya doy por hecho que sería complicado acertar con el gusto de todos a la vez. Por tanto, sabiendo que hay demasiada diversidad busco un restaurante conocido de comida local y le doy un carácter nacional a la cena. Reuno a las personas encargadas de tal menester y les hago saber mi decisión. Se van y ejecutan órdenes.
Opción 2. Hago una reunión con los empleados que designo como encargados de organizar el evento. Les digo que presenten sus propuestas para una cena internacional en Madrid.
Durante varias horas ellos debaten sobre los pros y los contras de cada sitio. Los mas progresistas quieren darle a la cena una imagen mas moderna y desenfadada, buscando sitios por chueca, con banderitas de colorines y comida muy elaborada y exótica. Los empleados mas mayores, tiran por opciones mas clásicas, restaurantes con rancio abolengo y aparcacoches con guantes de cabritilla y sombrero de copa. Sin embargo hay un sector mas joven que prefieren un sitio con una carta vegetariana y vegana, para no herir la sensibilidad por si algún asistente no comiese carne.
Se tiran 5 horas discutiendo sobre los pros y los contras de cada opción y al final no llegan a ninguna conclusión, porque son incapaces de ponerse de acuerdo. La verdad es que analizando sus discursos, cada uno tiene razón en su conclusión aunque sea parcialmente.
Cuando me presentan las opciones, amablemente entiendo cada postura y decido que lo mejor ir es un restaurante conocido de comida local para dar un carácter nacional a la cena, que para eso tenemos la sede en Madrid.
Todos se van enfadados porque no se ha aceptado su propuesta. El resultado final es el mismo que en la opción 1, pero con todos cabreados.
Ese ejemplo es tan real como la vida misma.
El problema que tiene este gobierno (y algunos otros anteriores), es que ponen como ministros a personas que no tienen ni puta idea del ministerio que dirigen, por lo que necesitan tener muchos consejeros a su lado para que les expliquen los pros y contras de cada decisión que deben tomar, ya que su falta de formación y experiencia no les permite ver las posibles repercusiones que podría tener esa decisión.
Si en un puesto directivo se pone a una persona que conoce al dedillo el área que dirige, las decisiones que tome esta persona al menos tendrán una línea marcada y clara, no será como pasa con este gobierno, un cambio continuo de rumbo y un desgobierno brutal, que parecen pollos sin cabeza corriendo en todas direcciones.
Pero claro, no se les ocurre poner como ministro de defensa a un Teniente Coronel del Ejército, sino a una abogada, que lo mas cerca que habrá estado del ejército será cuando vio pasar los tanques por castellana el día de las fuerzas armadas. Y así con todos los ministros.
Señora ministra, ¿qué les mandamos este mes a los ukranianos para repeler la invasión rusa?
- Ummm, déjame pensar si thermomix, agapornis, o awacs, que todo suena muy chuli.