Alcaudon
Clásico
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- 18 Abr 2005
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Dado que RTVE ha convertido Radio Clásica en puta mierda, me gustaría ir aportando lo que considero las mejores piezas de este tan amplio como maravilloso género.
Empezaré con este Concierto para violín y orquesta en Mi menor (Op. 64) de Felix Mendelssohn, estrenado en 1845.
Nació alimentado por la amistad que había entre el propio compositor y el violinista Ferdinand David. Dos almas afines unidas por un talento que les llevaría a la gloria.
Entablaron amistad en 1825 y, desde entonces, creció una relación profesional llena de estrenos y triunfos. Cuando a Mendelssohn le nombraron director de la orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, le pidió a David que fuera su primer violín.
Durante el verano de 1838, Mendelssohn le escribió a Ferdinand David, en la que le hablaba sobre un insistente tema que le no paraba de rondarle en la cabeza. Fueron seis años de composición al calor de revisiones y consejos, incluso cuando el compositor ya había mandado la partitura a la editorial Breitkopf und Härtel.
Llegó el estreno el 13 de marzo de 1845 a cargo del propio David, la orquesta de la Gewandhaus de Leipzig y al podio el compositor Niels Gade.
Romanticismo en estado puro, mi época favorita.
Empezaré con este Concierto para violín y orquesta en Mi menor (Op. 64) de Felix Mendelssohn, estrenado en 1845.
Nació alimentado por la amistad que había entre el propio compositor y el violinista Ferdinand David. Dos almas afines unidas por un talento que les llevaría a la gloria.
Entablaron amistad en 1825 y, desde entonces, creció una relación profesional llena de estrenos y triunfos. Cuando a Mendelssohn le nombraron director de la orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, le pidió a David que fuera su primer violín.
Durante el verano de 1838, Mendelssohn le escribió a Ferdinand David, en la que le hablaba sobre un insistente tema que le no paraba de rondarle en la cabeza. Fueron seis años de composición al calor de revisiones y consejos, incluso cuando el compositor ya había mandado la partitura a la editorial Breitkopf und Härtel.
Llegó el estreno el 13 de marzo de 1845 a cargo del propio David, la orquesta de la Gewandhaus de Leipzig y al podio el compositor Niels Gade.
Romanticismo en estado puro, mi época favorita.
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