El detalle ese del piscolabis me ha parecido super bonito. Me hace eso a mí una puta y le pongo un 11 en: VALORACIÓN DEL SERVICIO, SIMPATÍA, SABER HACER.
En cierta ocasión me estuve follando a una brasileña muy joven, ella ponía 18 años en los anuncios y no tendría muchos más. Era alegre, simpática, espontánea, entre polvo y polvo bailaba samba. Decía que la encantaba bailar y que había venido a España a trabajar de gogó, pobrecilla. No se me olvidará el gesto de asco que hacía justo antes de meterse la polla en la boca, ni siquiera trataba de disimularlo, hacía un mohín pero tragaba la pobre muchacha. Si la hacías de reír, cosa no muy difícil porque a esas edades la alegría está a flor de piel, se reía con ganas, una risa sincera y bonita que alegraba toda la estancia y le sentaba a habitación igual que si abrieses las ventanas de par en par para que la luz inundase la oscura mazmorra.
Bueno, pues una vez me dijo que era su cumpleaños, o que iba a ser tal día, no me acuerdo. De lo que sí me acuerdo es que la dije que la iba a regalar algo, la hizo ilusión la promesa. Y yo salí del putipiso medio convencido de que podría estirarme y tener un detalle con la niña aquella. Pero luego me dije: pero mírate, puto imbécil, dónde vas tú regalando nada, ridículo. Le sacas tropecientos años, ella pasa de ti como de la mierda, lo que menos desea es que un putero baboso le dé el coñazo con regalitos de novios. Se va a reír de ti cuando te presentes con el regalo, vas a quedar como lo que eres; un completo gilipollas. Anda, anda, déjate de regalos que bastante haces ya el cretino cada vez que tienes que pagarlas.
Y no la regalé nada, y no me arrepiento, porque tratar a las putas como novias es el primer paso de un camino que no tiene vuelta atrás.
En otra ocasión le pagué una hamburguesa de máquina de un Pica&Pica a una puta. Y una caña de postre. Fue una noche movida aquella. Me estaba desnudando en el loft donde vivía con su pareja, y donde atendía. Cuando iba un cliente, el chulo se bajaba a la calle y se quedaba en el coche, un renault 19 de los 90, esperando a que acabase el servicio. El tipo ya había dado la nota más veces y la gente lo ponía en los foros de puterío. El caso es que la llama el chulo para preguntarle que cuándo tiempo duraría el servicio, y al tipo se le cruzaron los cables y se puso hecho un basilisco porque creía que la puta le chuleaba. Me tuve que vestir y salir porque me lo pidió ella. Al rato me llama y me dice que ha dejado al chulo, que la pegaba y la amenazaba con un cuchillo, que se iba y que si podríamos vernos en un hostal. Yo ya estaba en un chinipiso follando como un campeón, pero me dio pena y fui a verla al hostal. Allí se me puso a llorar, media hora contándome el drama de su vida, me lloraba en el hombro. Después que se desahogó se dejó llorar a pelo por todos los lados, me tuve que limpiar el pito de caca de la follada que le hice al culo. Era ya las 3:00 de la madrugada y me dice que no había cenado y que si la podía llevar a una gasolinera o algo para pillar algo de comer. La acompañé a un puesto de vending que había cerca y como no llevaba suelto, me estiré y la eché yo las monedas para la hamburguesa y la caña de chocolate.
Seguí viéndola con el tiempo y alguna vez me recordaba y agradecía el detalle de invitarla aquella noche.