Jacarandoso
Forero del todo a cien
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- 11 Ene 2007
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Creo que las relaciones sentimentales viven una época de cambio. Todos sabemos cuál es el sentido tradicional de relación: vínculo afectivo que una a dos personas, con exclusión de terceros y con vocación de permanencia en el tiempo. Sin embargo, mi impresión es que ese tipo de relación está llamada a ocupar cada vez menos espacio en nuestra sociedad.
Vivimos en una atmósfera en la que todo es "a la carta" y en la que hay una clara tendencia a huir del compromiso. Antes era muy frecuente el que alguien se jubilase en el mismo puesto de trabajo en el que empezó su vida laboral. Hoy día eso es poco menos que inconcebible. ¿Por qué entonces no esperar una evolución semejante en el plano sentimental?
Vamos hacia un modelo de relaciones abiertas, pero no en el sentido que a veces se da a este término, que es de una pareja "estable, permanente, y con exclusividad afectiva" en la que cada uno tiene sus aventuras esporádicas consentidas por la otra parte. Por relación abierta entiendo aquella en la que el vínculo es mucho menor: viviendas separadas, voluntad de no dar nunca el paso hacia la estabilidad permanente, relaciones con terceros consentidas o aceptadas tácitamente, etc... Todos conocemos ya situaciones así en nuestro entorno y es una tendencia que irá en aumento a medida que nuevas generaciones (de 30 para abajo) alcancen la independencia económica que les permita alcanzar la plena disposición de su vida sentimental.
El divorcio o las separaciones no serán ya algo traumático sino algo plenamente aceptado en la vida de pareja, al estilo de los países nórdicos. Nos plantearemos relaciones estacionales, lejos del concepto de "media naranja": una en la Universidad o en la primera juventud; otra en la segunda juventud o primera madurez con la que a lo mejor tenemos hijos; luego nos separaremos, manteniendo probablemente buena relación con la madre/el padre de nuestros hijos, mientras nos embarcaremos en otra relación con otra persona que probablemente haya tenido la misma trayectoria... la consecuencia de todo ello será que la familia perderá su carácter de coto cerrado y con estructura piramidal, para adquirir una estructura en red. Puede decirse que la familia ha perdido su carácter de mecanismo de supervivencia:
- ya no es necesaria para garantizar la reproducción: hoy día hay bancos de semen y las madres solteras son algo común
- ya no es necesaria para permitir el cuidado de la prole: La mujer puede trabajar fuera del hogar y no es necesario crear una sociedad hombre-mujer para que el hombre traiga pan a casa y la mujer lo administre dentro de ella. Unos y otros pueden hacer las funciones clásicas de su sexo indistintamente (otra cosa es que los hombres quieran, las mujeres ya hace tiempo que salieron de la cocina).
- Ya no es necesaria para asegurar el cuidado de los ancianos: hay residencias y mecanismos sociales para garantizar el cuidado de los mayores, tanto si tienen hijos como si no... todos conocemos miles de casos en que los hijos y nietos mandan al abuelo/a a una residencia... Eso será más frecuente con la prolongación de la esperanza de vida y la desaparición de la “generación de cuidadoras” (mujeres de 50 o 60 años en la actualidad, que no serán reemplazadas por sus hijas, plenamente dedicadas en su mayoría a su carrera profesional, y menos aún por sus hijos)
Todo ello hará que las relaciones se contemplen desde su inicio como algo llamado a satisfacer unos intereses concretos durante una etapa determinada de la vida: en la primera juventud, será tal vez placer sexual y diversión, en una segunda etapa será quizá la necesidad de reproducción y en una tercera probablemente una mera compañía para disfrutar del descanso de la madurez... etapas sucesivas que, sin embargo, podrán ser disfrutadas no ya sólo con ESA persona, la única, sino con varias, en función de las circunstancias y las apetencias...
Vivimos en una atmósfera en la que todo es "a la carta" y en la que hay una clara tendencia a huir del compromiso. Antes era muy frecuente el que alguien se jubilase en el mismo puesto de trabajo en el que empezó su vida laboral. Hoy día eso es poco menos que inconcebible. ¿Por qué entonces no esperar una evolución semejante en el plano sentimental?
Vamos hacia un modelo de relaciones abiertas, pero no en el sentido que a veces se da a este término, que es de una pareja "estable, permanente, y con exclusividad afectiva" en la que cada uno tiene sus aventuras esporádicas consentidas por la otra parte. Por relación abierta entiendo aquella en la que el vínculo es mucho menor: viviendas separadas, voluntad de no dar nunca el paso hacia la estabilidad permanente, relaciones con terceros consentidas o aceptadas tácitamente, etc... Todos conocemos ya situaciones así en nuestro entorno y es una tendencia que irá en aumento a medida que nuevas generaciones (de 30 para abajo) alcancen la independencia económica que les permita alcanzar la plena disposición de su vida sentimental.
El divorcio o las separaciones no serán ya algo traumático sino algo plenamente aceptado en la vida de pareja, al estilo de los países nórdicos. Nos plantearemos relaciones estacionales, lejos del concepto de "media naranja": una en la Universidad o en la primera juventud; otra en la segunda juventud o primera madurez con la que a lo mejor tenemos hijos; luego nos separaremos, manteniendo probablemente buena relación con la madre/el padre de nuestros hijos, mientras nos embarcaremos en otra relación con otra persona que probablemente haya tenido la misma trayectoria... la consecuencia de todo ello será que la familia perderá su carácter de coto cerrado y con estructura piramidal, para adquirir una estructura en red. Puede decirse que la familia ha perdido su carácter de mecanismo de supervivencia:
- ya no es necesaria para garantizar la reproducción: hoy día hay bancos de semen y las madres solteras son algo común
- ya no es necesaria para permitir el cuidado de la prole: La mujer puede trabajar fuera del hogar y no es necesario crear una sociedad hombre-mujer para que el hombre traiga pan a casa y la mujer lo administre dentro de ella. Unos y otros pueden hacer las funciones clásicas de su sexo indistintamente (otra cosa es que los hombres quieran, las mujeres ya hace tiempo que salieron de la cocina).
- Ya no es necesaria para asegurar el cuidado de los ancianos: hay residencias y mecanismos sociales para garantizar el cuidado de los mayores, tanto si tienen hijos como si no... todos conocemos miles de casos en que los hijos y nietos mandan al abuelo/a a una residencia... Eso será más frecuente con la prolongación de la esperanza de vida y la desaparición de la “generación de cuidadoras” (mujeres de 50 o 60 años en la actualidad, que no serán reemplazadas por sus hijas, plenamente dedicadas en su mayoría a su carrera profesional, y menos aún por sus hijos)
Todo ello hará que las relaciones se contemplen desde su inicio como algo llamado a satisfacer unos intereses concretos durante una etapa determinada de la vida: en la primera juventud, será tal vez placer sexual y diversión, en una segunda etapa será quizá la necesidad de reproducción y en una tercera probablemente una mera compañía para disfrutar del descanso de la madurez... etapas sucesivas que, sin embargo, podrán ser disfrutadas no ya sólo con ESA persona, la única, sino con varias, en función de las circunstancias y las apetencias...