Libros Relatos eróticos

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Cuando la sacó, húmeda y viscosa, se la pasó por la cara mientras se repetía “Come pollas, te gustan tanto los rabos que cualquier día te ahogas, zorra”

Me he leído el relato unas ocho veces por culpa de este fragmento. Creo que es buenísimo.

Me ha gustado bastante aunque, en mi humilde opinión de iletrado, creo que la palabra vómito corta un poco el rollo.
 
GaHaAn rebuznó:
Me he leído el relato unas ocho veces por culpa de este fragmento. Creo que es buenísimo.

Me ha gustado bastante aunque, en mi humilde opinión de iletrado, creo que la palabra vómito corta un poco el rollo.

Te gusta, porque al igual que yo, sabes que es verdad, que hay mujeres, que en lugar del sándalo, los pétalos flotando sobre la espuma y la penumbra de las velas aromáticas prefieren una sensualidad sórdida, encenagada, viscosa y sucia. Prefieren el asiento de atrás a la seda y unas manos fuertes sometiéndolas al aceite corporal.

A muchas, a demasiadas, a más de lo que nos imaginamos y más de las que están dispuestas a confesar, las gusta que no las guste, que las obliguen, que las sometan, que las traten como zorras, que las obliguen a ponerse de rodillasen contra de su voluntad y las dejen sin dignidad a pollazos; que saquen la puta que llevan dentro, que las hagan sentirse sucias, humilladas, soportando el uso y el abuso de su cuerpo.

Más de una se muere de ganas de evitarse el despido mamándole la polla a un jefe al que odian, un jefe con un buen rabo que les cuesta tragar, de rodillas, en su despacho, mientras el se baja la bragueta y sonríe con soberbia. Chorrean pensando como se echa hacia atrás en su sofá de cuero mientras aprieta su cabeza hasta clavársela en la garganta.

-Venga puta chupa, gánate el puesto
-Me haces daño
-Calla zorra, ¿a que te gusta?
-No,...no, me gusta
-Si que te gusta, te gusta chuparla como una puta. Lo estabas deseando, te gusta que te obligue y que te haga sentir la fulana que eres. Hay otros trabajos, pero ahora tienes una excusa para mamar una buena polla y sentirse muy zorra.
-No, no es verdad.
-Venga, abre la boca, te la voy a meter hasta los huevos.
-No me entra, me dan acardas.
-Callate ramera, gánate el trabajo, cométela entera.
-Aggg,..no puedo..agg, voy a vomitar

Y entonces el jefe la saca, y le pasa el capullo por la cara, mientras ella, en lugar de apartarla, busca el capullo con la lengua, lo lame, lo chupa con los labios.

-¿Ves como te gustaba? ¿Ves como te gustaba?
-Si, me gusta, follame la boca, soy tu puta ganándome el puesto
-Eso es, asi me gusta, que encima de zorra no seas mentirosa
-Soy una puta, soy una guarra comepollas
-Abre bien la boca que te la voy a follar.

Y entonces es ella la que empuja, que la aprieta el culo de su jefe y para obligarle a no parar.

-Sueltame, las manos en la espalda.

Se quita en cinturón y la ata las manos, la coge del pelo y lo tira hacia atrás. Coge la cabeza, la sujeta con fuerza y comienza a follarsérla con brutalidad, llegando cada vez más al fondo, mientras a la puta la empiezan a llorar los ojos y a sofocarse, hasta que finalmente, cuando está a punto, la saca, y la riega la cara con su semen. Ella está en la gloria, sometida, indefensa, sin excusas, de rodillas, con una polla chorreando delante de ella y la cara llena de esperma.

-Te tendría que despedir, y largarte sin darte el finiquito. Sería mi sueldo por el trabajo que te he hecho. Y no te quejarías, tan sólo te jodería que no lo volviera a repetir. Pero me da pena tu marido, y tus hijos, que no tienen la culpa de que seas una zorra. Ya te iré follando de vez en cuando. Para el próximo día vete preparando el culo, que estoy cansado de chupapollas como tú.
-Por el culo no, con esa polla me lo vas a reventar.
-¿Y a mi que me importa lo que diga una puta? El culo o a la puta calle.
-Esta bien, el culo, pero con cuidado.
-Con mis santos cojones zorra, tu a callar y a chupar y a hacer lo que yo te mande. Si sabes de sobra que te va encantar que te folle el culo ¿A que ya estas cachonda de pensarlo, verdad?
-....si...
-Pues ala, a hacerte un dedo a tu casa, que aqui ya molestas.


Pues si, esta historia, a más de una y más dos, la servido esta noche para hacerse un dedito de buenas noches. Garantizado.
 
Escena peli porno (o idea para cuento)


Escena peli porno (o idea para cuento)


Interior de una biblioteca, el bibliotecario habla con el protagonista (ambos son amigos) sobre algo de literatura (da igual que autor o que libro sea, pero que se note que es una conversación profunda) De repente a su lado pasa una rubia tremenda (estaría guay que fuera Lea Martini), los dos hacen un silencio que rompe el bibliotecario:

Bibliotecario- Te gustaría follártela, eh?

Prota- Joder, por quién me tomas.

B- En serio, te gustaría follarte a esa chica?

P- Tío, hace un rato estábamos hablando de Salinger y ahora me sales con esto, tú estás mal de la cabeza macho.

B- Lo digo en serio.

P- Coño! pues CLARO.

Voces de gente - SCHSSS! Silencio.

B- Vale,... bien. Te contaré algo sobre esa chica.

P- Suelta la tontería, venga.

B- Si te acercas a esa chica y utilizas una clase de palabras, la tía se pone tan caliente que te lleva al servicio y te la chupa.

P- ¿Que clase de palabras?

B- Palabras intelectuales: visceral, paradigma, oradar… esas chorradas, ya sabes.

P- JAJAJAAJA, estas de coña, ¿tú te has creído que soy tonto?

Voces de gente – SHCSSSS, esto es una biblioteca, silencio.

B- En serio, el otro día estaba leyendo entre murmullos un libro de Antonio Gala que casualmente tenía en la mano y ella estaba a mi lado, cuando me escuchó se acercó a mi oído y me dijo que por favor la acompañara al servicio, que la había excitado y que tenía que chupármela. Y fue increíble, que súper mamada (aquí podría ir un flasback del bibliotecario en el servicio con la chica).

P- ¿Y todo gracias a las palabras del puto Antonio Gala? Pero si es un escritor moña y superventas.

B- Ya lo se, pero me dijo que la excitaban todas esas palabras tan cultas y tan propias de los intelectuales.

P-No me lo creo.

B-Compruébalo. Venga chico! ¿cuando fue la última vez que te hicieron una buena mamada?

P-Joder, tienes razón! voy a probar.

B-Con dos cojones.

El prota se acerca tímidamente al lugar en el que se encuentra la chica y murmulla algo:

P- Inefable, exordio, intrínseco, ovado.

Chica- ¿Como has dicho?

P (un poco más alto)- Inefable, exordio, intrínseco, ovado, EMPAVESAR.

De repente la chica le besa, le agarra la mano y lo conduce al servicio. Ya en el servicio se la saca, empieza a mamársela, y el prota sigue diciendo palabras inconexas:

P- Exonerar,...óvolo,...ciclópeo, emulo, ígneo.

Ch- (mientras se la chupa)- SI, SI ahhh!

El prota sigue diciendo palabras y de repente se escucha su voz en off:

Off Prota- Maldita sea, que bien la chupa, ¿que podría hacer para follármela? Ya lo tengo!

P- Aldous Huxley.

Ch- Oh Dios mío!, métemela por favor.

P- Bukowski, Salinger, Fante.

Ch (mientras se la folla por detrás contra un espejo)- Si, si, al fin un intelectual de verdad.

Off P- Quiero correrme en su cara, que podría hacer… Ya ESTA!

P- Dan Brown, Dan Brown.

Ch- Si, si soy una perra a la que le van las superventas, vamos córrete en mi cara.

P- Eres como todas... puta.

P- (Mientras se la saca y se la coloca en la cara) Paulo Coelho, Cervantes, Ken Follet, Süskind, Sanchez Dragó, Anónimo...

Ch- Si, córrete. Escritores sobrevalorados y superventas, ahaahaha!

Él se corre en su cara mientras sigue diciendo nombres de autores y ella se relame.
Luego ambos se visten y se van como si nada hubiera pasado.

Fundido en negro y pasamos a la siguiente escena...
 
PÉRDIDAS DE ORINA​

Primero fueron las tetas. A las niñas les salieron tetas y aquello era un descubrimiento. Le gustaba espiar el perfil de sus compañeras de clase, ver como esas redondeces impetuosas se apretaban contra la camiseta, iban ganando espacio y rotundidad. Después vinieron los culos, las caderas se ensanchaban y era hipnótico seguir su bamboleo marcando las bragas a través del chándal. Le gustaba restregarse contra esos culos primogénitos en clase de gimnasia, darse un buen apretón con la polla dura.

Finalmente se centró en los chochos, peludos, vírgenes, enigmáticos. Aquello era un asunto serio, estuvo años entretenido con los coños y su misterio. Al principio le bastaba con recrearse en la mata de pelo de la entrepierna. Luego descubrió la vulva, sus pliegues, su complicada geografía, que apretaba, que dejaba escurrir entre sus dedos viscosos. Al volver a casa, se los chupaba, los olisqueaba como un animal siguiendo el rastro de una presa, mientras se hacía pajas recordando la jugada.

Con los años el sexo se complicó. Empezó por los culos, los anos le volvían loco. Quería chuparlos, meterse dentro y que le cagaran. Empezó a pajearse con cualquier fetiche convencional o desviado. Bragas, medias, obesas, anoréxicas, tríos, baños de esperma, animales erectos siendo sometidos al capricho de una degenerada, uniformes, grilletes, ambientación decimonónica…Cualquier cosa que le ayudará a salir de la monotonía le convenía. Internet era una trampa mortal. Tanto sexo fácil e inmediato había vulgarizado el estímulo, le había quitado la mística y el misterio y lo había convertido en una exhibición física y animal.

Ahora andaba liado con las meonas. Le gustaba espiar a las chicas que entre los coches, detrás de algún matorral, escondida detrás de unos cubos de basura, hacían crepitar su pis contra el suelo, haciendo un charco que terminaba perdiéndose en un pequeño riachuelo. Se pasaba horas al acecho, masajeándose el paquete, dejándolo a punto para descargar sus huevos mientras ellas vaciaba su vejiga. Pero quería más, se arriesgaba, reducía los espacios y más de una vez tuvo que huir a la carrera ante los gritos histéricos de sus víctimas al descubrirle.

Decidió ir a por todas. Aquella noche lo haría. Se puso la capucha, se subió la cremallera hasta el final y se cubrió hasta los ojos con el cuello de la chaqueta. Seleccionó a su víctima. Estaba sola,ningún novio ni ninguna amiga esperaba a que acabara de mear. Se puso la polla a tono, espero a que se acuclillara y empezara a soltar el chorro y cuando oyó el inicio de la micción, se plantó de un salto delante de ella y comenzó a correrse sobre su cara, su pelo y su ropa. La pobre chica, asustada y sorprendida, calló de espaldas, con el coño abierto escupiendo chorros de orina contra la polla que la estaba empapando de semen.

Al notar el pis caliente en su mano y en su polla, tuvo otro orgasmo, feroz, sobrehumano, nuevos decilitros de esperma se precipitaron sobre la meona. Ella no gritaba, simplemente miraba sorprendida aquella figura oscura y enmascarada que se desahogaba frente a ella. Terminó de correrse, se subió los pantalones y al darse la vuelta una voz le reclamó.

-Aun no he terminado, ahora tengo ganas de cagar ¿quieres verlo?
 
Nunca me olvidaré de ti...



Nunca me olvidaré de ti...


El día anterior no le importó en absoluto bañarse desnuda con nosotros el primer día del verano. Su complicidad, la sonrisa pícara, nos desbarató desde un principio; solo éramos chavales delante de una mujer.
Yo observaba desde la orilla, ella vino hacia mí, se puso a mi lado y me miró de arriba abajo. -Ya no eres tan niño, dijo.
Desde ese momento supe que solo era una victima más en su telaraña.
Rayos de mujer aun hoy me duele...

Fue la noche siguiente cuando me encontró. Nunca hace falta mucho.
¿Tienes donde dormir? Seguro.
Ella sabía de amor, yo de empeño, y aquella noche las horas de placer parecían interminables. Al despertar ella se marchó no sin antes llevarse lo merecido, me miró tiernamente y asintió con la cabeza de arriba abajo como diciendo si, si.
Esa misma tarde volví a buscarla, ella accedió como pagando el favor de vuelta, yo no puse tanto empeño y poco a poco se perdió el encanto. A los tres días ya la vi con uno de mis amigos.
Nunca me olvidaré de ti...

Unos días mas tarde y paseando con mi coleguita de siempre, salió el tema de ella y de aquella noche.
-Así que te la tiraste dos noches, eh. Yo respondía con gestos de complicidad.
-Y follaste bien en ella las dos noches, eh.
-Y también fuiste allí abajo, no?
-Y comiste bien comido...
De repente desabrochó la bragueta y veo que estaba allí afeitado. Pues vete jodiendo que tiene ladillas.
Placeres de esta vida...

Mi consuelo fue que una semana más tarde me tocó a mí verle la cara al siguiente, aunque este me respondió mas calmado. –Mira macho, el bacalao, aunque sea con lentejas.
 
El desconocido del semáforo

El desconocido del semáforo

Había tal atasco que era complicado avanzar esa mañana por la ciudad. Encendí la radio para distraerme y giré la cabeza mirando por la ventana. Allí al lado, de un coche con los cristales ahumados, salía un hilito de humo de un cigarro por una mínima abertura. Me quedé mirando la ventana delantera, sin poder ver quién estaba al otro lado. Tras pasar tres semáforos más, volvimos a coincidir.
Finalmente, conseguí salir de aquella avenida y llegar al lugar donde me dirigía.
Tras salir, me dirigí a una cafetería de moda que estaba cercana, y allí, pedí un café con churros. Cogí un periódico y ojeé la portada. De pronto una voz desconocida, dijo: ¿No te gustaría más mojar una porra?
Alcé la mirada y allí sentado al lado estaba un desconocido con gafas de sol, fumando un cigarrillo y tomando una taza de café. Sonreí y volví a ojear la portada, cuando sentí una mano que recorría mi muslo. Volví a mirarle y una sonrisa picarona invitaba a dejar que esa mano siguiera recorriendo mi muslo. Sentí que tras subir el muslo, comenzó a acariciar mi cadera, avanzando por mi cintura hasta llegar a mi pecho. En ese momento, me giré y cogiendo mi bolso, me fui al baño.
Frente al espejo, mis manos revivieron el recorrido que momentos antes había hecho aquel desconocido. Cogí agua con mis manos y enjuagué mi cara, secándola a pequeños toquecitos y salí del baño. Un tirón de brazo me metió en el almacén de la cafetería y tras cerrar la puerta, allí estaba aquel desconocido sin camisa, que comenzó a besarme y recorrer mi cuerpo sin dejar recodo sin acariciar. Noté cómo sus cálidas manos, desabrochaban mi sujetador y ayudaban a mi cuerpo a desprenderse de la ropa, mientras su lengua recorría mi cuello, mis labios, mis orejas…, bajando por mi pecho jugueteando con mis pezones, hasta llegar a mi sexo, donde lo esperaba ansiosamente. Tras el calentón sentí cómo me giraba y apoyándome contra la pared, comenzamos a follar sintiendo su respiración en mi cuello, y sus manos acariciando mis senos. Su verga era introducida una y otra vez por mi vagina, elevándome en cada introdución, parecía que iba a escalar la pared. En un momento me giré, recorrí sus labios y pecho con mi lengua hasta introducir su pene en mi boca, jugando con mi lengua, cuando tras la excitación me cogió y sentó sobre unas cajas de cervezas, y comenzamos a follar de nuevo, escuchando los gemidos de ambos y sientiendo nuestra respiración desbordarse de placer. Pasado un tiempo y tras un abrazo, salí de la cafetería y me fui a trabajar.
 
Aquellas reglas sagradas

Era el momento del día que se me pasaba más rápido o más lento, todo dependía de las bazas que manejaran mis dedos.

-¿Cuántas quieres? -me preguntó Maite.

Miré a mis contrincantes, aplasté la lata de cerveza y levanté tres dedos.

Maite me pasó tres cartas, no sé por qué había apostado. Carlos pidió dos cartas y eso me hundió, suponía que tenía un trío. Tampoco importaba, sólo era para pasar el rato hasta que mi chica incordiase pulsando el timbre del portero electrónico.

Carlos se hacía pasar por lesbiana cuando chateaba en el canal tortilleras y tenía una escandalosa colección de vídeos de chicas toqueteándose. Su truco consistía en poner otros vídeos de viciosas que había descargado de Internet, ellas se confiaban y Carlos podía pedirles todas sus fantasías.

Carlos le pasaba los vídeos a Maite y Maite acorazaba su vagina con el consolador todas las noches.

-Si algún día intentan violarme, les chafaré la polla con mis trabajados músculos -decía siempre que la sorprendíamos pajeándose.

Cada uno se engañaba como podía, total, así es la vida. Mis compañeros de piso y yo nos aguantábamos sin mucho esfuerzo.

-Dame otras -le supliqué.

Carlos me pasó tres cartas que volaron por el tapete.

Me abrí otra lata, aún quedaban las bastantes como para tres manos más. Cuando me volví a sentar en la mesa, mi suerte había cambiado repentinamente. Las siguientes cinco cartas eran maravillosas.

Sonó el timbre del portal, pero nadie movió ni las pestañas. La partida se había puesto interesante, pero volvió a sonar insistentemente, tanto que Carlos, más nervioso que los demás, se levantó y abrió.

Apostábamos mirándonos despectivamente hasta que llamaron a la puerta estridentemente. Sólo a Carlos se le pudo ocurrir instalar el ulular de una ambulancia como timbre. Agarré mi trío y abrí. Allí, como no podía ser de otra manera, estaba Lola.

- Perdona por el retraso. ¿Estáis sordos? -me dijo.

Me llevé el dedo a los labios y le pedí silencio. Siempre le había dicho que las partidas de póquer eran sagradas y no se podían interrumpir bajo ningún concepto.

Lola entró al comedor y le rogué con un ademán que esperase a que finalizáramos.

Carlos apostó cinco euros mientras Lola se estiraba del corpiño y colocaba sus generosos pechos de tal manera que se podía apreciar, sin mucho esfuerzo, la rugosidad de sus pezones a punto de salirse del escote.

Maite igualó y Lola se subió la falda para que todos apreciáramos su delicada depilación.

Yo igualé también, antes de que pudieran leer el tatuaje de su pubis.

-¿No puedes respetar las sagradas?

-Cuándo dejes de jugar, ¿me harás caso? -me susurró Lola con un susurro.

Algunas cucarachas se paseaban por el cartón de pizza. Agarré el espray y rocié a la primera en los ojos. Pensaba que moriría al instante, pero siguió paseándose sobre los restos como si la hubiera avituallado. Cerré la caja y la arrojé por la ventana.

Cuando pasaba de un mes con una chica, ésta siempre se hacía ilusiones. ¿Por qué siempre la mayoría necesitaban profundizar en la relación?


-Oye, nos vamos, que he quedado con una amiga en la discoteca.

-Vale -le respondí-, pero nunca he probado un trío.

-No, idiota, si pasas la prueba, entonces tendrás el placer de conocer a mis padres.

No respondí, mi maldición se cumplía. Salimos de mi casa y nos montamos en el coche. Durante el recorrido, mis labios parecían sellados.

-No te pongas nervioso, sólo es una amiga. -rompió el silencio Lola y yo rompí la monotonía con un volantazo. Finalmente, llegamos a la discoteca.

En la barra nos esperaba su amiga, visiblemente bebida.

-Esta es Ana y este es mi novio, cuellopavo.

Ana tenía unos azules preciosos, pero se me olvidó su color en cuanto mi mirada recorría su cuerpo. Sus generosos pechos se cimbreaban cada vez que se apoyaba en la barra y sacaba brillo a la superficie. Además, era una jaca caliente, como me gustaban. Me aproximé para ayudarla y palpó con la suficiente habilidad, como para que no le sorprendiera Lola, mi voluminoso paquete.

-Ana, llevo a tu amiga a su casa. Tengo que pasar la prueba.

-Os acompaño -me dijo-, después nos podemos perder con el coche.

-No hace falta, después vengo a por ti, así estarás más cachonda.

-Qué no, imagínate que te quedas sin mí. Voy al lavabo y después nos vamos.

La ocasión era evidente y se presentó ipso facto. Ana se abalanzó sobre mí e intenté pararla sopesando sus pechos y para que no perdiéramos el equilibrio, nos atornillamos con un beso corto ya que nos sorprendió Lola.

Esperaba un espectáculo gratuito de violencia, pero sólo fue un grito salvaje: -¡Cabronazo de mierda!

-Venga, no seas egoísta. Deja que otras disfruten de mí.

-Eres un cerdo, aprovecharte de mi amiga borracha.

-Bueno, ella también se ha aprovechado de que te hayas ido al lavabo.

Lola no dijo nada totalmente encolerizada.

-Bueno, nos vamos, la dejaré en casa.

-Os acompaño, no me apetece tomar un taxi.

La situación era dantesca. Lola en el asiento de atrás, yo conduciendo y Ana con una cogorza increíble palpando mi "palanca de cambio". Pero esto no podía detener mis planes y nos perdimos por una cuneta.

Ana y yo comenzamos a besarnos. Lola nos miraba indignada, pero tampoco dijo nada cuando le pasé la blusa de Ana. Tampoco me preocupaba, sólo quería calibrar el peso de los pechos de Lola y en cuanto le pasé el sujetador a Ana pasó a maquinar alguna cosa.

En cuanto comenzó a hacerme una cubana, Lola se subía la falda dejándome leer sobre su conejo rasurado, mi clítoris te pertenece. Disfrutaba como nunca con la situación y más cuando comenzó a masturbarse.

-Estoy hasta los ovarios -dijo Lola cuando le pasé mis pantalones y se bajó del coche.

Aproveché la ocasión y puse en marcha el coche. Recé para que la policía no me hiciera parar y perdiese mis últimos puntos del carnet.

---o0o---

Una vez sólo en mi habitación pensé en si dejar a Lola a 30 kilómetros de la ciudad había sido una buena acción, pero enseguida me quedé dormido.

La semana pasó rápido aliviado por qué no tenía que conocer a ningún padre y mucho menos comprometer mi vida.

El viernes salí tarde del trabajo. Ana no podía salir conmigo aquella noche, había quedado con su chico. Ana empezaba a gustarme.

Cuando abrí la puerta de mi casa la escena me sorprendió. Maite y Carlos jugaban al strep poker con Lola.

No dije nada y menos cuando Lola se llevó los dedos a los labios. Tenía razón, no podía romper las sagradas reglas del póquer y esperé en la cocina entreteniéndome con un safari de cucarachas.

Cuando escuché jadeos entré. Allí estaba Maite jugando con la vagina de Lola, el pene de Carlos con el culo y el fantasma disfrutaba con la felación.

-Lola -la llamé y levantó la cabeza-sonríe por favor - le añadí mientras pulsaba el botón de grabación de la videocámara. Carlos tendría más videos para intercambiar en el chat.
 
Ufff...:shock: estoy flipando, que pedazos de relatos, sois unos verdaderos literarios todos, me han encantado todos, una maravilla el leerlos, gracias.

Bueno yo no tengo esa facilidad como tenies todos, he escrito uno y me he animado a colgarlo en el foro, antes de nada quiero pediros disculpas ya que tengo el corrector ortografico jodido:sad: pero bueno lo que vale es la intencion, no??

alla voy...


A esta chica que la vamos a llamar PAULA, bueno la verdad que ese es su nombre real, la conocí en los ambientes de trabajo en el que me muevo yo, Todo empezó como el típico tonteo, dame tu telf yo te doy el mío… bueno ya sabeis como funciona esto, quien quiere peces que se moje el culo, y eso tuve que hacer yo, pero creerme que mereció la pena el mojarme el culito…

A continuación os relato lo sucedido…

Paula es una chica de 22 años la saco 13 años, pero tiene una experencia que es brutal yo llevaba tiempo sin catar a una chica así, os diré como es Paula fisicamente… es morena de tez españolita 1.70 cm pesará 58 kg ojos negros como con unos rasgos de mujer india que quita el hipo, sus tetas son de una racicon entera, su pezones son rosados con un lunar entre pecho y pecho y una vagina bien depiladita, estrechito pero confortable y muy humedo es una chica que lubrica estupendamente bien, en definitiva es una esmeralda para mi…

Era un día entre semana y nublado, pero mi cuerpo me pedía el estar con PAULA, quizás a veces no sepamos donde está nuestro destino, pero yo ese día si lo sabía y mi destino era el estar con ella, pues entonces hice lo que tiene que hacer uno cuando quiere darse una alegría, mojarse el culo…

La llamé por telef, estaba bastante nervioso, y entonces paso lo siguiente…

Hola PAULA, la dije yo… y ella me contestó hola JUAN, que sorpresa me has dado… yo no sabia ni que decir pero al final me atrevi y la dije…oye PAULA, mira es que lo estado dando vueltas y me apetece quedar contigo ya sabes estoy un poco venenoso, entonces se hizo el silencio en el telef,y al de 5 segundos me contesto…, estas seguro mira que soy una chica que no me conformo con cualquier cosa, con esa contestación yo no sabia que hacer, pero pensé…ya estoy acostumrado con fieras en la cama (modestia aparte jejejeje) la respondí estoy preparado para esto y para más…


Asi quedamos en liencres, para quien no lo conoceis o no sois de cantabria es un pueblecito costero de turismo que su fuerte son las playas…, bueno allí aparecí yo con mi coche, ella ya estaba esperandome apoyada en el capo de su coche con las piernas cruzada y fumando un cigarrito, uffffffff que imagen todavía la tengo en mi retina, llevaba una bolsa negra de ZARA y la pregunte. Que esto…?? Que traes en la bolsa??? Para que me haces quedar tan lejos de la ciudad??? A lo que ella me respondió con una cara de vicio que lo decia todo… Tranquilo JUAN hoy vas a disfrutarme, vamos hacer un juego muy morboso… Imaginaros como estaba yo… me puse como una moto GP

Entonces ella segura de si misma me cogió la mano y me llevo a la Playa con su bolsa negra de Zara, yo pensaba que iba ser un regalito que me iba hacer que se yo, un pantalón, una camisa no se algo asi, pues no queridos…

Empezó a desnudarme y me dejo en pelotas, y ella cogió la bolsa negra y empezó a sacar ropa y saco uniforme de policia con porra incluida y se la puso…

Y me dijo ahora quiero que empiece el juego vete al agua y haz que te ahogas y yo como chica policia te voy a rescatar, yo decia a todo AMEN, estaba desbordado por la situación, y alla que me fui al agua y hice lo que queria ella que hiciera, entonces ella empezó a correr hacia la orilla del mar para salvarme, mientras ella corria se iba desnudando madre de dios como esta PAULA, yo no daba credito de lo que me estaba pasando,era como en la serie de VIGILANTES DE LA PLAYA, pero PAULA vestida de POLICIA, llegó al agua donde estaba yo, y fue entones cuando empezó la fiesta…


Me cogío literalmente del cuello ella para eso ya estaba desnuda como yo, el agua del mar estaba fria pero con el caleton que llevaba yo ni lo notaba, fue cuando ella empezó a rodearme con sus brazos y a decirme no te preocupes JUAN que vamos a follar hasta que estemos los dos ahogados, fue entonces cuando mires sus pezones y se los toque y chupe hasta la el maximo sabor que tiene su pezones en salitrados, mmmmmm que rico, y fue cuando le dije lo siguiente…

PAULA, tienes los pezones de tus tetas extremadamente duros, tienes frio??? Y ella me respondió con un morreo salivar que fue la ostia diciendome… no JUAN lo que pasa es ue estoy super-cachonda por ti… uffff, queridos FOREROS eso fue el no va más, empezé a follarmela como un loco como un león que coge a una leona en celo los movimientos de las olas lo hacia mas brutal, llevabamos un ritmo infernal eramos una marejada en el mar cantabrico su vagina estrecha se abria como el estrecho de PANAMA y me succionaba mi polla empalmada, era la ostia en vinagre queridos FOREROS

me sacó como si de una vigilante fuese del agua y me puso en las rocas de la playa y ahí empezamos a follar de todas las maneras, la di por su culito estrecho, la di por su vagina estrecha otra vez la tenia mas caliente que un calentador de ropa, manda cojones pero asi era….

Pues mientras estabamos haciendo todo lo que os he dicho abri los ojos y vi a una pareja que nos miraba con una especie de deseo y de envidia que me hacia presagiar que la tarde noche iba seguir….

Paula se dio cuenta también que estaban allí esa pareja y me dijo… JUAN me esta dando un morbo de la ostia que nos miren me encanta que me miren mientras me estoy follando a un tio, yo en serio no daba crédito a nada de lo que estaba viviendo en ese momento, entonces yo coloque a PAULA en la postura del misionero para tenerlo mas controlado y mientras que PAULA gritaba hasta limites insospechados, la pareja se acerco justo al lado nuestro y nos dijo…

Hola chavales, somos JAVIER Y CRISTINA, y nos habeis puesto muy cachondos os estamos observando desde el principio, queriamos unirnos a la fiesta…que teneis montada, a lo que yo me quede FLIPADO con la polla dentro de la vagina de PAULA pero bien tiesa eso si, y fue PAULA quien dijo y a esperais hoy quiero que este cabron (por mi lo decia) no se le olvide nunca este dia…

Entoces fue cuando PAULA cogió los galones de capitana y empezó a mandar….

Lo primero fue…

Levantarse de la arena morrear a CRISTINA e indicarle que me chupara la polla mientras ella también lo hacia, entonces gire la cabeza y vi a JAVIER, que estaba como un mono tocandose la polla a tope y poniendo unas caras de vicio total, entonces PAULA se fue a donde JAVIER y le empezó a follar como una loca y me dijo,mirame JUAN mientras tu te follas a CRISTINA,y así lo hice DIOSSSSSSSS que puto morbo tenia en mi cuerpo, estaba follando a otra tia y encima estaba viendo como follaba la tia que la acaba ver yo de follar, la ostia queridos FOREROS la ostia.

Estabamos los cuatro como motos GP, JAVIER Y YO ,nos pusimos de pie,y PAULA Y CRISTINA, empezaron a chuparnos la polla, mientras se intercambiaban una vez me chupaba CRISTINA y otra vez ERA PAULA y a veces le daba tiempo a que me la chuparan las dos a la vez… luego nos toco a JAVIER Y A MI el cogemerles sus vaginas y haciamos lo mismo no intercambiabamos también, que vaginas mas ricas por diosssssssssss…. Mmmmmmmmmmmmmmmmmm

Hicimos todo lo imaginación que podais pensar eramos 4 mentes muy lujuriosas….

Al final nos corrimos los 4 a la vez, JAVIER CON CRISTINA DANDOLA POR CULO Y YO A PAULA POR DETRÁS, nos sincronizamos y llegoooooooooooooooooooooooo aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa imaginaros el ruido y los gritos que pegamos eramos 4 personas que habian tenido un orgasmo al la vez fue la hostiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa….
 
El tocino y el cachopo sexual.

Barbara estaba otra vez preocupada, habia limpiado las botas con sus eces y estaba enormemente arrepentida ya que pensaba que no era una persona normal.

"Otra vez en la cocina" decia en voz alta mientras pensaba que iba a cenar aquella noche. Habia sobras de comida china en la nevera; media bandeja de arroz tres delicias el cual estaba todo revuelto ya que la noche anterior se habia peleado con las gambas y por arte de magia, o no, ya no estaban. Tambien quedaban unas bolas de pollo frito en un emboltorio de papel albal y un mendrugo de pan chino el cual por su textura y dureza no era nada apetecible.

Desconsolada ante tal panorama empezo a llorar tumbada en el sofa del salon, eran las doce de la noche y aun no habia cenado, decidio tirar la comida china a la bolsa de la basura sin antes escupir en ella. Su claustofobia aguda la hizo tirar la bolsa por la ventana desde un septimo piso; ya habia recibido varias denuncias de vecinos molestos.

Pasaron dos horas y se toco el conejin.

FIN
 
Mister Zangief rebuznó:
Estaba paseando por este sucforo, he visto este hilo y me he preguntado:

Pues yo no lo había visto hasta hoy y tiene su puntillo.
Enhorabuena a todos por compartir sus relatos.
 
Esta es la historia de una gota que tenía en la barbilla. Ella se sentó en la cama mientras miraba mis dedos que delicadamente sacaban de sus ojales todos los botones de mi camisa. Sonrió y se tapó la boca con la mano; seguía mirándome las manos con obsesión, alternando izquierda y derecha. Terminé y la miré fijamente, me devolvió la mirada y se puso seria, se mojó los labios y lanzó sus manos hacia el botón de mi pantalón. La detuve antes de que bajara la cremallera, invitándola a que se echara en la cama, rió otra vez y yo reí con ella, una risa nasal e inocente que me ruborizó un poco. Le quité los zapatos agachándome ante ella, primero el derecho, luego el izquierdo, subiéndolos a la cama flexionándole las rodillas; su respiración, entre cortada, se volvió más profunda. Me incorporé, vi cómo se tapaba la boca de nuevo, sonriendo como una tonta, volví a reírme y le desabroché el botón de los vaqueros, bajé la cremallera e, hincando una rodilla en la cama, empecé a bajarle los pantalones. El problema de los pitillos a la altura de los tobillos volvió a hacernos reír, esta vez ella roncó un poco y se tapó toda la cara con las manos. La cogí con fuerza de la cintura y la empujé más arriba de la cama (otra risa, pensaba que me molestaría un poco más), me situé entre sus níveas piernas, me mojé los labios, la miré a los ojos y, rozando la parte superior de los muslos con las palmas de mis manos, sujeté finamente la goma de su ropa interior, tirando hacia a mi y descubriendo la más maravillosa flor del universo. Volví a mirarla y esta vez estaba seria.


Apoyé mi cara en su rodilla, sonreí y ocurrió lo que tenía que ocurrir. Pero la gota que tengo ahora es por comerme una pera conferencia. Deliciosa, jugosa, húmeda, tierna y suave.
 
Arriba Pie