Dj. EniGmA
Freak
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- 5 Ene 2004
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Fin de semana. Nos disponemos ir a un chalet d un colega como solemos hacer a menudo, cuando queremos algo mas tranquilo q la sublime armonía de los scratches y las mesas de mezclas que, en ocasiones, llega a hacerse rutinaria. No solo de discotecas vive el hombre, a veces viene bien desconectar, hacer otras cosas, es cuando, el chalet de mi colega, viene de puta madre para pasar una noche tranquila y entrar en el maravilloso mundo de las sustancias psicoactivas en pleno monte. Lugar olvidado de la mano de Dios del q son habituales las fumadas en medio del bosque, las borracheras, el caer rodando a los zarzales en el estado mas etilico en la oscuridad de la noche, y las habituales rozaduras y arañazos q te descubres en el cuerpo al dia siguiente, supuestamente ocasionadas mientras intentas desenvolverte arrastrandote entre las piedras y matorrales del abrupto bosque.
Nos sentamos en corro en el cesped, cenamos las hamburguesas ya frias del McDonalds y la cocacola desventada. El familiar olor a marihuana empieza a correr por el ambiente, no tarda en llegarme el canuto. Le meto unas caladas mmm rica Purple Tops. Hace frío. Bastante. Esta nublado, si no ha empezado a llover no tardara en hacerlo. Pero hoy es diferente, hoy hay salvia divinorum.
Estamos en corro. Encendemos los hierbajos de salvia en la pipa de madera. Cojo la pipa. Le meto una calada profunda. El mareo es instantaneo, similar a cuando respiras a fondo el forro de los libros nada mas quitar la pegatina. Le doy dos caladas mas, el mareo aumenta, similar a una ligera fumada o al inicio de una borrachera. Han pasado unos 10 minutos, aparecen unos ligero sudores. Me levanto. Todo sucede lentamente, si muevo la cabeza, veo como si la hubiera movido mas despacio, es como si mi vision y movimiento no estubieran sincronizados, como si mi vision tratara de seguir a mi cabeza, como si hubiera un desfase, algo extraño a la vez que interesante. Me acabo de levantar pero en realidad no se si estoy levantado o aun estoy sentado en el cesped, no me puedo guiar por lo que veo a ciencia cierta. Si no me hubiera levantado por iniciativa propia, aun seguiria pensando que estoy sentado. Me quito la chaqueta, pues ya no hace el frio, a pesar q estamos a escasos grados.
Ha pasado poco rato, la dessincronización de los sentidos se hace algo mayor. Con el sonido ocurre algo similar, en ocasiones puedo distinguir ni entender lo que estoy oyendo. Es como estar dentro de una burbuja, estar en tu propio mundo distorsionado donde las formas y entorno toma personalidad propia. Las formas, los objetos, empiezan a deformarse, a alargarse, otros aparecen mas contraidos, distorsionados, empiezan a perder su forma original. Los objetos cotidianos a los que pegarias una patada, ahora toman un sentido especial, son interesantes, puedes pasarte media hora observando una piedra, un bote de pringles vacio, tienen interesantes formas por descubrir, aunque eres consciente q es algo artificial, algo te hace quedarte obserbando algo que nunca te habias parado a contemplar, mientras dichas formas se distorsionan, encontrarle la forma a cosas q carecen de ella es posible. Me doy cuenta q llevo un buen rato empanado contemplando impasible un pedrusco.
Quiza sea mejor dar una vuelta. Me levanto, a duras penas, debido a la incoordinacion de los movimientos que, aunque no dificultan el caminar, lo entorpecen. Salgo del cesped, rodeo la caseta, llevo un rato andando entre la maleza, entre los árboles. Me conozco toda la zona pues las juergas en el chalet son habituales, no obstante, me cuesta bastante orientarme. En mi cabeza reina la confusión. No se exactamente en que parte estoy, rodeado de arboles. Me paso el rato deambuleando entre los árboles, tratando inutilmente de orientarme luchando contra la distorsion visual y de los sonidos. Tal llega a ser la confusion, es como si pudiera escuchar las formas, ver los sonidos. Veo una luz al fondo. Es alli, debe ser la caseta. Sin pensarlo dos veces me dispongo a andar hacia ella, voy practicamente a ciegas, bajando por el sendero. Ya se donde estoy, es el camino que sube hasta la fuente. No recuerdo haber subido. Es como si hubiera aparecido alli de repente, como si me hubiera teletransportado hasta alli, no recuerdo haber subido hasta ese lugar, o el ascenso se ha borrado de mi memoria. Por mas que bajo, no llego a la luz. Si, me acerco, pero no en la proporción a lo andado, es dificil distinguir las distancias, cuesta distinguir aquello lejano de lo que esta cerca, la percepción de la distancia, se ha alterado. Estoy cerca, lo que no habia avanzado antes lo he avanzado ahora de golpe, es una situacion extraña, dificil de explicar, es como si nada cuadrara. Ahi estan, sentados, me acerco, frente a ellos. No se cuanto rato llevo ahi, estoy tumbado en la hierba, pero no recuerdo haberme tumbado ni cuanto tiempo que permanezco en esa posicion. El mareo de antes, ya practicamente inexistente (aquel del forro de los libros) que empieza a descender lentamente y con el la ya practicamente nula distorsiones de la realidad. La realidad empieza a volver en si, las distorsiones han desaparecido totalmente, la burbuja va desapareciendo paulatinamente, ahora la sensacion es un mareo muy ligero, bastante ligero, hasta que, finalmente, estoy plenamente normal, en plenas condiciones, y bastante relajado, muy tranquilo.
Ha sido una experiencia nueva, extraña, diferente, interesante. Cuento mi experiencia. Pregunto cuanto tiempo llevo ahi, tumbado. Cuento mi repentina aparicion en el camino de la montaña, mi descenso del bosque por el no excesivamente largo camino de la fuente pero eterno para mi en ese momento, y el resto de cosas q he omitido (para no hacer esto interminable).
Un colega:
- enigma... no has salido del jardin. LLevas una hora dando vueltas por el cesped...
Aquella noche dormi de puta madre.
Nos sentamos en corro en el cesped, cenamos las hamburguesas ya frias del McDonalds y la cocacola desventada. El familiar olor a marihuana empieza a correr por el ambiente, no tarda en llegarme el canuto. Le meto unas caladas mmm rica Purple Tops. Hace frío. Bastante. Esta nublado, si no ha empezado a llover no tardara en hacerlo. Pero hoy es diferente, hoy hay salvia divinorum.
Estamos en corro. Encendemos los hierbajos de salvia en la pipa de madera. Cojo la pipa. Le meto una calada profunda. El mareo es instantaneo, similar a cuando respiras a fondo el forro de los libros nada mas quitar la pegatina. Le doy dos caladas mas, el mareo aumenta, similar a una ligera fumada o al inicio de una borrachera. Han pasado unos 10 minutos, aparecen unos ligero sudores. Me levanto. Todo sucede lentamente, si muevo la cabeza, veo como si la hubiera movido mas despacio, es como si mi vision y movimiento no estubieran sincronizados, como si mi vision tratara de seguir a mi cabeza, como si hubiera un desfase, algo extraño a la vez que interesante. Me acabo de levantar pero en realidad no se si estoy levantado o aun estoy sentado en el cesped, no me puedo guiar por lo que veo a ciencia cierta. Si no me hubiera levantado por iniciativa propia, aun seguiria pensando que estoy sentado. Me quito la chaqueta, pues ya no hace el frio, a pesar q estamos a escasos grados.
Ha pasado poco rato, la dessincronización de los sentidos se hace algo mayor. Con el sonido ocurre algo similar, en ocasiones puedo distinguir ni entender lo que estoy oyendo. Es como estar dentro de una burbuja, estar en tu propio mundo distorsionado donde las formas y entorno toma personalidad propia. Las formas, los objetos, empiezan a deformarse, a alargarse, otros aparecen mas contraidos, distorsionados, empiezan a perder su forma original. Los objetos cotidianos a los que pegarias una patada, ahora toman un sentido especial, son interesantes, puedes pasarte media hora observando una piedra, un bote de pringles vacio, tienen interesantes formas por descubrir, aunque eres consciente q es algo artificial, algo te hace quedarte obserbando algo que nunca te habias parado a contemplar, mientras dichas formas se distorsionan, encontrarle la forma a cosas q carecen de ella es posible. Me doy cuenta q llevo un buen rato empanado contemplando impasible un pedrusco.
Quiza sea mejor dar una vuelta. Me levanto, a duras penas, debido a la incoordinacion de los movimientos que, aunque no dificultan el caminar, lo entorpecen. Salgo del cesped, rodeo la caseta, llevo un rato andando entre la maleza, entre los árboles. Me conozco toda la zona pues las juergas en el chalet son habituales, no obstante, me cuesta bastante orientarme. En mi cabeza reina la confusión. No se exactamente en que parte estoy, rodeado de arboles. Me paso el rato deambuleando entre los árboles, tratando inutilmente de orientarme luchando contra la distorsion visual y de los sonidos. Tal llega a ser la confusion, es como si pudiera escuchar las formas, ver los sonidos. Veo una luz al fondo. Es alli, debe ser la caseta. Sin pensarlo dos veces me dispongo a andar hacia ella, voy practicamente a ciegas, bajando por el sendero. Ya se donde estoy, es el camino que sube hasta la fuente. No recuerdo haber subido. Es como si hubiera aparecido alli de repente, como si me hubiera teletransportado hasta alli, no recuerdo haber subido hasta ese lugar, o el ascenso se ha borrado de mi memoria. Por mas que bajo, no llego a la luz. Si, me acerco, pero no en la proporción a lo andado, es dificil distinguir las distancias, cuesta distinguir aquello lejano de lo que esta cerca, la percepción de la distancia, se ha alterado. Estoy cerca, lo que no habia avanzado antes lo he avanzado ahora de golpe, es una situacion extraña, dificil de explicar, es como si nada cuadrara. Ahi estan, sentados, me acerco, frente a ellos. No se cuanto rato llevo ahi, estoy tumbado en la hierba, pero no recuerdo haberme tumbado ni cuanto tiempo que permanezco en esa posicion. El mareo de antes, ya practicamente inexistente (aquel del forro de los libros) que empieza a descender lentamente y con el la ya practicamente nula distorsiones de la realidad. La realidad empieza a volver en si, las distorsiones han desaparecido totalmente, la burbuja va desapareciendo paulatinamente, ahora la sensacion es un mareo muy ligero, bastante ligero, hasta que, finalmente, estoy plenamente normal, en plenas condiciones, y bastante relajado, muy tranquilo.
Ha sido una experiencia nueva, extraña, diferente, interesante. Cuento mi experiencia. Pregunto cuanto tiempo llevo ahi, tumbado. Cuento mi repentina aparicion en el camino de la montaña, mi descenso del bosque por el no excesivamente largo camino de la fuente pero eterno para mi en ese momento, y el resto de cosas q he omitido (para no hacer esto interminable).
Un colega:
- enigma... no has salido del jardin. LLevas una hora dando vueltas por el cesped...
Aquella noche dormi de puta madre.