Mirad, mirad otra noticia relacionada con el talante a los inmigrantes:
DIARIO DE SEVILLA, 11-6-04
Los vecinos de Los Bermejales se han mostrado divididos ante la decisión de la Gerencia de Urbanismo de ceder a la Comunidad Islámica de España un solar público de 6.000 metros cuadrados para la construcción de una mezquita en una zona que se ubica al Sur de esta barriada sevillana. Algunos vecinos están contrariados y relacionan la mezquita con los atentados terroristas del 11-M en Madrid, argumentando que esta mezquita puede traer más problemas a una barriada que, según comentan, precisa de otros equipamientos sociales antes que este nuevo centro religioso.
Manuel Alemán, un vecino de Los Bermejales, se manifiesta "totalmente en contra" de la mezquita, ya que, en su opinión, sólo traerá "problemas de inseguridad". Los musulmanes "quieren que los respetemos y en cambio no respetan lo nuestro, como ha ocurrido recientemente con la ocupación de la catedral de Barcelona". Además, lamenta que esos terrenos cedidos por el Ayuntamiento no se hayan utilizado para construir equipamientos para la tercera edad o los más jóvenes. Su mujer, Rafi Pereda, confiesa que no es racista pero se pregunta por qué los políticos "siempre tienen que traerlo todo a Los Bermejales; ¿es que quieren hacer un gueto?". Frente a esta postura, Pereda subraya que por ejemplo en la ciudad de Córdoba cada barriada dedica un bloque para pisos sociales mientras que en Sevilla "todo va a Los Bermejales, una zona donde nadie va a querer comprar pisos".
Por su parte, Antonio Aguilar, un comerciante de la avenida de Alemania, opina que es "injusto" que el Ayuntamiento ceda estos terrenos para un uso religioso "cuando son necesarias muchas otras cosas, como un centro de inmigrantes o para la tercera edad". Francisco Pérez, otro comerciante de la avenida de Grecia, no ve bien que la mezquita esté en Los Bermejales porque a su juicio, los musulmanes "no tienen respeto a un país diferente".
A otros vecinos, en cambio, les "da igual" que se construya el centro islámico, si bien advierten que hubiera hecho más falta crear "un campo de fútbol o un centro para mayores", asegura Alfonso Hernández, un jubilado de Astilleros. Cándido Moreno señala en esta línea que la mezquita le resulta "indiferente", porque es "como la existencia de una iglesia católica en Marruecos". Este vecino señala que todo es consecuencia de la entrada de inmigrantes que "tienen derecho a expresar su religión" y añade que lo que "ve mal" es el flujo "incontrolado de inmigrantes, ese es el problema".
Una persona que trabaja en un bar del barrio aunque no reside en Los Bermejales, José Ramón Peña, cree que la mezquita puede generar "miedo" entre los residentes, sobre todo por los atentados terroristas del 11-M. Su compañero, José María León, comparte esta misma opinión y considera que la mezquita puede influir en la seguridad, aunque señala que "todo el mundo es bueno hasta que se demuestra lo contrario". Sonia Morillo cree que el problema no sólo está en que la mezquita esté en Los Bermejales, porque "quitarla de aquí y llevarla a otro lado no cambia nada, el problema es el mismo".
Otros residentes coinciden en que antes de autorizar la construcción de una mezquita, habría que apostar por nuevos equipamientos e incluso por la creación de una comisaría de Policía para Los Bermejales, ya que en los últimos tiempos han aumentado los robos en esta zona.
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