Frente Negro
Asiduo
- Registro
- 16 Mar 2004
- Mensajes
- 512
- Reacciones
- 0
Redacción.- La inmigración está causando mucho más desajustes en la sociedad española de lo que inicialmente tiene tendencia a pensarse. Y uno de los terrenos más conflictivos es el de la sanidad. La llegada descontrolada de inmigración está afectando negativamente a las condiciones sanitarias de nuestro país: el SIDA se ha descontrolado completamente. Las cifras que ha difundido hoy la prensa son sencillamente estremecedoras: la inmigración descontrolada supone un tiro a la línea de flotación de nuestra salud pública.
NUEVOS DATOS PARA HORRORIZARSE
La Vanguardia muestra hoy un título preocupante: “El SIDA amenaza a chicas e inmigrantes”. A partir de aquí, la lectura del artículo genera una sensación de desasosiego. El virus del SIDA está descontrolado. Hasta 2002 existió optimismo y seguridad entre las autoridades del Plan Nacional contra el SIDA: “El virus esta controlado”, no crecía y el hallazgo de nuevos fármacos la convertía en una enfermedad crónica, pero alejaba el fantasma del martirio que suponía para el enfermo la manifestación de sus enfermedades tópicas más odiosas. Dos años después han sonado las alarmas. ¿Qué ha ocurrido?
Algo muy sencillo: desde 1999 han penetrado en España contingentes cada vez mayores de inmigrantes no sometidos a ningún tipo de control sanitario. En 2002 todavía no se habían evidenciado los efectos sanitarios que este contingente había generado, pero cinco años después del inicio de la marea, ya son demasiado perceptibles para poderlos ocultar. Y, con todo, se intentan ocultar, de la misma forma que se oculta que una parte de la violencia doméstica es protagonizada por inmigrantes y esto explica también el aumento brutal de esta odiosa práctica.
La Consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli explicó ayer que mujeres jóvenes e inmigrantes son los grupos más vulnerables al contagio y en los que se han producido mayor número de casos.
Pero esto explica poco. Hay que profundizar. ¿Qué hacen los inmigrantes en España para estar relacionados con el SIDA? ¿por qué el contagio afecta a “mujeres jóvenes”? La respuesta es dramática pero eludiéndola no va a solucionarse el problema ni podrán establecer estrategias de prevención.
Además, hay consecuencias dramáticas de estos datos. Por ejemplo: el 1’4% de los partos de mujeres menores de 20 años, corresponden a seropositivas. En otras palabras, el 0’08% de los partos dan bebés seropositivos. La noticia no puede ser más conmovedora.
INMIGRANTES AFRICANOS: PROCEDENTES DEL CAOS SANITARIO
En los últimos cinco años, las cifras son de la Generalitat, el número de inmigrantes seropositivos se ha multiplicado por cinco. La población inmigrante, con un presencia oficial del 4’5%, registra un 23’5% del total de nuevos casos de SIDA. Realmente poco si tenemos en cuenta que en Gran Bretaña este porcentaje sube hasta el 80%.
Lo primero que cabe preguntarse es si los inmigrantes son particularmente sensibles al SIDA. Si lo son, en especial los africanos. En algunos países africanos el SIDA alcanza al 40% de la población y en países como Sudáfrica alcanza proporciones de tragedia nacional que compromete el futuro de la nación. Por otra parte, está muy extendida en Africa Negra la opinión de que el “SIDA es un invento europeo para matar africanos” lo que hace extremadamente difícil su tratamiento clínico en algunas zonas. Buena parte de la población inmigrante procedente del Africa subsahariana ignora que es portadora del SIDA y es en Europa en donde al ir a tratarse cualquier enfermedad lo conoce.
Pero no sólo el SIDA está creciendo en nuestro país. En algunas zonas de Africa la tuberculosis alcanza a 700 personas de cada 100.00, una cifra que se considera extrema. Y lo más preocupante es que se trata de países africanos que, como Sudáfrica, hasta ahora han gozado del mayor nivel de vida en ese continente. Buena parte de los inmigrantes que llegan a España están aquejados de estos virus. No es que los contraigan aquí, es que los traen consigo y es aquí en donde lo advierten.
“MUJERES JOVENES” Y GAYS, GRUPOS DE RIESGO
Luego está el colectivo de “mujeres jóvenes”, eufemismo que en buena medida enmascara la prostitución. Esa prostitución entre un 65 y un 80% está ejercido por mujeres de origen extranjero y, en algunos casos, procedente de aquellos países en donde el SIDA ha causado más estragos.
El tercer colectivo que se ve afectado por el recrudecimiento del SIDA es el ambiente gay. Después de unos años en los que se había conjurado el problema en este sector, mediante una política de información y prevención, las barreras parecen también haber saltado. El mundo gay ha bajado la guardia, ha dejado de tomar medidas precautorias y vuelven a estar entre los primeros colectivos de riesgo. En 2002, sólo lo utilizaba el 40% de los gays con pareja estable y el 20% de los gays en relaciones ocasionales.
La Consellera reconoció que una parte sustancial de los portadores de SIDA eran prostitutas procedentes del Este y toxicómanas, una figura que prácticamente había desaparecido en nuestro país.
CONCLUSIONES
De la misma forma que no se contendrá la violencia doméstica si una administración progre y cargada de tópicos y de ideas preconcebidas, no reconoce que la mitad de los asesinatos de mujeres son cometidos por inmigrantes, tampoco logrará contenerse el SIDA si no se admite el hecho de que la inmigración tiene un impacto extraordinariamente desproporcionado en relación a su importancia numérica real. Por que, aquí y ahora, de lo que se trata es de contener el SIDA.
Europa no puede admitir a 40 millones de africanos infectados de SIDA. Nuestro sistema sanitario no está diseñado para soportar esa carga pesada que, por lo demás, ningún sistema sanitario, ni ninguna economía, podría cargar con él.
Cuando se produce una epidemia, y el SIDA lo es, de lo que se trata es de bloquear a las personas contagiadas dentro de su entorno para evitar la extensión de la epidemia. Esto no se hizo en los primeros años 80 en la medida en que el colectivo gay norteamericano consiguió que la sociedad viera compasivamente este problema: en lugar de ser aislados, los primeros gays contagiados, fueron tratados como si estuvieran aquejados de una enfermedad inofensiva y cualquier intento de ponerlos en cuarentena fue tachado de homófobo y racista. El resultado fue que la epidemia se extendió a todo el mundo. Hoy, en España, después de 10 años en los que parecía que le problema estaba contenido, se ha descontrolado finalmente –como era de esperar a tenor de la marejada inmigratorio fuera de control.
Para paliar el fenómeno: es preciso que la Ley de Inmigración establezca barreras sanitarias. Para entrar en España debe ser preciso estar en perfectas condiciones físicas, estar acreditado mediante certificado médico expedido en la Embajada Española en el país de origen que la persona que quiere acceder a nuestro país, está libre de virus e infecciones tropicales, no está contagiado de SIDA o de tuberculosis, ni aquejado de ningún tipo de enfermedades que le impidan el normal desarrollo de su trabajo.
Mientras este elemento discriminatorio no se establezca, que pierda la sociedad española la esperanza de que el SIDA va a remitir. Todo lo contrario.
Y en cuanto a la prostitución. Es absolutamente indigno para algunos países pensar que buena parte de sus mujeres que vienen a España a ejercer la prostitución. Resulta absolutamente indigno que asociaciones españolas soliciten “cupos” de inmigrantes para reciclarlas en el negocio de los puticlubs. Y finalmente, resulta absolutamente cínica la pretensión de “legalizar” la prostitución, negocio que, por definición, es imposible canalizar por los mismos derroteros que se canaliza el sector de limpieza o el de empleados. Pensar que una prostituta acceda a reservar el 14% de su recaudación para confeccionar el módulo trimestral del IVA, o que pague a fin del ejercicio religiosamente su impuesto de beneficios, o que, simplemente, pague entre 230 y 460 € en concepto de seguridad social, unido a una licencia fiscal... es desconocer el negocio de la prostitución y la mentalidad de las prostitutas. La broma con que responde cualquier prostituta a estas propuestas es previsible: “Pero, chico, tu te crees que el Estado va a ser mi macarra”...
Por que entre las medidas razonables para contener el SIDA en España y la inmigración ilegal consiste inicialmente en repatriar a todas las prostitutas extranjeras a sus países de origen. Y no sólo por que una sociedad “normal” no puede considerar la prostitución como un “trabajo” normalizado, sino, especialmente por que la prostitución, como la homosexualidad, como las parejas de hecho, no contribuye EN NADA a mejorar la demografía española, todo lo contrario. Y la mejora de las tasas demográficas de nuestro país es hoy una necesidad prioritaria... al igual que la contención del SIDA, la tuberculosis y cualquier otra enfermedad asociada a los flujos migratorios.
© Ernesto Milà – krisis.info – [email protected]
NUEVOS DATOS PARA HORRORIZARSE
La Vanguardia muestra hoy un título preocupante: “El SIDA amenaza a chicas e inmigrantes”. A partir de aquí, la lectura del artículo genera una sensación de desasosiego. El virus del SIDA está descontrolado. Hasta 2002 existió optimismo y seguridad entre las autoridades del Plan Nacional contra el SIDA: “El virus esta controlado”, no crecía y el hallazgo de nuevos fármacos la convertía en una enfermedad crónica, pero alejaba el fantasma del martirio que suponía para el enfermo la manifestación de sus enfermedades tópicas más odiosas. Dos años después han sonado las alarmas. ¿Qué ha ocurrido?
Algo muy sencillo: desde 1999 han penetrado en España contingentes cada vez mayores de inmigrantes no sometidos a ningún tipo de control sanitario. En 2002 todavía no se habían evidenciado los efectos sanitarios que este contingente había generado, pero cinco años después del inicio de la marea, ya son demasiado perceptibles para poderlos ocultar. Y, con todo, se intentan ocultar, de la misma forma que se oculta que una parte de la violencia doméstica es protagonizada por inmigrantes y esto explica también el aumento brutal de esta odiosa práctica.
La Consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli explicó ayer que mujeres jóvenes e inmigrantes son los grupos más vulnerables al contagio y en los que se han producido mayor número de casos.
Pero esto explica poco. Hay que profundizar. ¿Qué hacen los inmigrantes en España para estar relacionados con el SIDA? ¿por qué el contagio afecta a “mujeres jóvenes”? La respuesta es dramática pero eludiéndola no va a solucionarse el problema ni podrán establecer estrategias de prevención.
Además, hay consecuencias dramáticas de estos datos. Por ejemplo: el 1’4% de los partos de mujeres menores de 20 años, corresponden a seropositivas. En otras palabras, el 0’08% de los partos dan bebés seropositivos. La noticia no puede ser más conmovedora.
INMIGRANTES AFRICANOS: PROCEDENTES DEL CAOS SANITARIO
En los últimos cinco años, las cifras son de la Generalitat, el número de inmigrantes seropositivos se ha multiplicado por cinco. La población inmigrante, con un presencia oficial del 4’5%, registra un 23’5% del total de nuevos casos de SIDA. Realmente poco si tenemos en cuenta que en Gran Bretaña este porcentaje sube hasta el 80%.
Lo primero que cabe preguntarse es si los inmigrantes son particularmente sensibles al SIDA. Si lo son, en especial los africanos. En algunos países africanos el SIDA alcanza al 40% de la población y en países como Sudáfrica alcanza proporciones de tragedia nacional que compromete el futuro de la nación. Por otra parte, está muy extendida en Africa Negra la opinión de que el “SIDA es un invento europeo para matar africanos” lo que hace extremadamente difícil su tratamiento clínico en algunas zonas. Buena parte de la población inmigrante procedente del Africa subsahariana ignora que es portadora del SIDA y es en Europa en donde al ir a tratarse cualquier enfermedad lo conoce.
Pero no sólo el SIDA está creciendo en nuestro país. En algunas zonas de Africa la tuberculosis alcanza a 700 personas de cada 100.00, una cifra que se considera extrema. Y lo más preocupante es que se trata de países africanos que, como Sudáfrica, hasta ahora han gozado del mayor nivel de vida en ese continente. Buena parte de los inmigrantes que llegan a España están aquejados de estos virus. No es que los contraigan aquí, es que los traen consigo y es aquí en donde lo advierten.
“MUJERES JOVENES” Y GAYS, GRUPOS DE RIESGO
Luego está el colectivo de “mujeres jóvenes”, eufemismo que en buena medida enmascara la prostitución. Esa prostitución entre un 65 y un 80% está ejercido por mujeres de origen extranjero y, en algunos casos, procedente de aquellos países en donde el SIDA ha causado más estragos.
El tercer colectivo que se ve afectado por el recrudecimiento del SIDA es el ambiente gay. Después de unos años en los que se había conjurado el problema en este sector, mediante una política de información y prevención, las barreras parecen también haber saltado. El mundo gay ha bajado la guardia, ha dejado de tomar medidas precautorias y vuelven a estar entre los primeros colectivos de riesgo. En 2002, sólo lo utilizaba el 40% de los gays con pareja estable y el 20% de los gays en relaciones ocasionales.
La Consellera reconoció que una parte sustancial de los portadores de SIDA eran prostitutas procedentes del Este y toxicómanas, una figura que prácticamente había desaparecido en nuestro país.
CONCLUSIONES
De la misma forma que no se contendrá la violencia doméstica si una administración progre y cargada de tópicos y de ideas preconcebidas, no reconoce que la mitad de los asesinatos de mujeres son cometidos por inmigrantes, tampoco logrará contenerse el SIDA si no se admite el hecho de que la inmigración tiene un impacto extraordinariamente desproporcionado en relación a su importancia numérica real. Por que, aquí y ahora, de lo que se trata es de contener el SIDA.
Europa no puede admitir a 40 millones de africanos infectados de SIDA. Nuestro sistema sanitario no está diseñado para soportar esa carga pesada que, por lo demás, ningún sistema sanitario, ni ninguna economía, podría cargar con él.
Cuando se produce una epidemia, y el SIDA lo es, de lo que se trata es de bloquear a las personas contagiadas dentro de su entorno para evitar la extensión de la epidemia. Esto no se hizo en los primeros años 80 en la medida en que el colectivo gay norteamericano consiguió que la sociedad viera compasivamente este problema: en lugar de ser aislados, los primeros gays contagiados, fueron tratados como si estuvieran aquejados de una enfermedad inofensiva y cualquier intento de ponerlos en cuarentena fue tachado de homófobo y racista. El resultado fue que la epidemia se extendió a todo el mundo. Hoy, en España, después de 10 años en los que parecía que le problema estaba contenido, se ha descontrolado finalmente –como era de esperar a tenor de la marejada inmigratorio fuera de control.
Para paliar el fenómeno: es preciso que la Ley de Inmigración establezca barreras sanitarias. Para entrar en España debe ser preciso estar en perfectas condiciones físicas, estar acreditado mediante certificado médico expedido en la Embajada Española en el país de origen que la persona que quiere acceder a nuestro país, está libre de virus e infecciones tropicales, no está contagiado de SIDA o de tuberculosis, ni aquejado de ningún tipo de enfermedades que le impidan el normal desarrollo de su trabajo.
Mientras este elemento discriminatorio no se establezca, que pierda la sociedad española la esperanza de que el SIDA va a remitir. Todo lo contrario.
Y en cuanto a la prostitución. Es absolutamente indigno para algunos países pensar que buena parte de sus mujeres que vienen a España a ejercer la prostitución. Resulta absolutamente indigno que asociaciones españolas soliciten “cupos” de inmigrantes para reciclarlas en el negocio de los puticlubs. Y finalmente, resulta absolutamente cínica la pretensión de “legalizar” la prostitución, negocio que, por definición, es imposible canalizar por los mismos derroteros que se canaliza el sector de limpieza o el de empleados. Pensar que una prostituta acceda a reservar el 14% de su recaudación para confeccionar el módulo trimestral del IVA, o que pague a fin del ejercicio religiosamente su impuesto de beneficios, o que, simplemente, pague entre 230 y 460 € en concepto de seguridad social, unido a una licencia fiscal... es desconocer el negocio de la prostitución y la mentalidad de las prostitutas. La broma con que responde cualquier prostituta a estas propuestas es previsible: “Pero, chico, tu te crees que el Estado va a ser mi macarra”...
Por que entre las medidas razonables para contener el SIDA en España y la inmigración ilegal consiste inicialmente en repatriar a todas las prostitutas extranjeras a sus países de origen. Y no sólo por que una sociedad “normal” no puede considerar la prostitución como un “trabajo” normalizado, sino, especialmente por que la prostitución, como la homosexualidad, como las parejas de hecho, no contribuye EN NADA a mejorar la demografía española, todo lo contrario. Y la mejora de las tasas demográficas de nuestro país es hoy una necesidad prioritaria... al igual que la contención del SIDA, la tuberculosis y cualquier otra enfermedad asociada a los flujos migratorios.
© Ernesto Milà – krisis.info – [email protected]