Sobre cómo dejé de ser perroflauta

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pulga

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Yo era un tierno joven de 24 años con el doctorado recién conseguido (acabé los estudios en tiempo record como ya he contado en más de una ocasión por aquí) y con profundos ideales perroflautas, ya se empezaban a ver inmigrantes por aquel entonces aunque no en la medida que se verían después. me aconsejaron para hacer méritos y poder obtener un puesto de profe que me apuntara a una expedición arqueológica a Jujuy, Argentina, con un equipo multidisciplinar en el que iríamos arqueólogos, biólogos, geografos, químicos y linguístas. Se trataba de una expedición conjunta de mi Uni con la la Universidad de Córdoba (Argentina).

Íbamos a estar el mes de Julio a una pequeña localidad de Jujuy colindante con la frontera boliviana, en el territorio de los indios colla (no SLK, no eran catalanes estos indios).

La verdac que fue toda una aventura llegar allá, y más aun llegar al sitio donde estaba el yacimiento ya que estaba alejado del pueblo principal. Toda una aventura en un vehículo todoterreno prehistórico propiedad de la comuna indígena en el que íbamos apretujados los doce miembros de la expedición junto a una familia india con sus aperos y varios bidones llenos de tripa de oveja especiada (alimento habitual entre ellos).

Tremendo cuando llegamos a la casa aislada de los indígenas con los que íbamos a vivir que estaba justico al lado del yacimiento: un cobertizo de barro apenas más grande que la cocina de mi casa con tejado de paja y sin ventanas donde íbamos a dormir con los indios todos a mogollón. Por supuesto sin agua corriente ni electricidad. Terrible. Encima teníamos que dormir en un suelo de tierra, cosa que me acojonó por las vinchucas, que es un insecto que hay por allá que transmite el mar de Chagas.

La vinchuca es este simpático animalico.

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Pos bien, en resulta que si te pica un bicho de estos al cabo de los tres años te entra el mal de Chagas, que consiste fundamentalmente en que tras la picadura del insecto no notas nada pero que a los tres años te hinchas y te mueres, así era por aquel entonces aunque hoy en día han mejorado los tratamientos y casi todos se salvan aunque la mortalidad sigue siendo grandísma.

Total que le pregunté a la señora Juana (la madre de familia india con la que íbamos a convivir) si había vinchucas, me respondió que no, que eso en todo caso allá abajo en las cañadas, pero que tan alto no había habido nunca. Sin embargo cuando llegó la noche y fuimos a dormir nos llevamos la sorpresa de que había fumigado todo con amoníaco como precaución frente a las posibles vinchucas, imaginaos la peste en un cobertizo sin ventilación que era con la peste añadida de la tropa que éramos más el de las tripas de cordero especiadas.

La verdac que fue todo un impacto para mí encontrarme allá, era un joven ilusionado que había invertido sus ahorros (más cierta ayuda familiar) para ir allá, esperaba encontrarme un paisaje impresionante, tratar con bellas indígenas, excavar un apasionante yacimiento y encontrar muchas maravillas.

Nada más lejos de la realidaz.

El paisaje era deprimente, feísimo, las mujeres un auténtico horror amen de ariscas, racistas y despreciadoras del hombre blanco. Y en cuanto al yacimiento arqueológico..., en fin, os hablaré de eso unas líneas más abajo.

Era Julio... joder, Julio en el altiplano andino, nos levantábamos a las siete de la mañana y hacía una temperatura de seis bajo cero que a las tres de la tarde alcanzaban más de cuarenta, algo espantoso. El primer día tuvimos que ir a pedir permiso al jefe de la tribu para excavar, ya que aunque teníamos todos los permisos pertinentes de las autoridades para excavar con el fin de evitar conflictos fuimos para allá.

Fue toda una rechifla hablar con él, una de las mentes más obtusas e ignorantes que hi visto en mi vida. No alcanzaba a entender qué íbamos a hacer allá. En cuanto le dijimos que íbamos a buscar fragmentos de cerámica y restos de utensilios de hueso de sus antepasados de hacía mil años para saber cómo vivían por aquel entonces se quedó asombrado.

-¿Pero para qué queréis saber cómo vivían nuestros antepasados?

-Para saberlo, es una cuestión de aprender, de saber cómo eran aquí las cosas.

-Ya, pero... ¿para qué os sirve a vosotros saber eso?

-Es simplemente el ansia de conocimiento por el conocimiento mismo, de tratar adquirir sabiduría.

Entonces se echó a reír y dijo:

-Pues si os creéis que vais a ser más sabios por saber cómo se fabricaban aquí los cacharros de barro hace mil años es que sóis muy estúpidos.

No disimulando su burla nos dio permiso para excavar.

Comenzamos la faena haciendo la pertinente ofrenda de tabaco y ginebra a la Pachamama con el fin de evitar que se ofendieran los indios, ya que aunque en apariencia estábamos solos sabíamos muy bien que nos estaban vigilando ya que no se fiaban ni un pelo de nosotros.

Fue un asco estar allá, los indios nos eran claramente hostiles y no dejaban de manifestarnos su desprecio, incluso hubo ocasiones en las que llegó a peligrar nuestra integridad física.

En fin, que comenzamos a excavar y poco a poco fuimos sacando a la luz los antiguos adobes milenarios. Si embargo aparte de descubrir las viejas y desmoronadas paredes no descubrimos nada, ni la menor cuenta de cristal, ni un fragmento de cerámica, ni un utensilio de hueso, no encontrábamos nada. Cuando llevábamos ya quince días excavando en esas penosas condiciones sin encontrar absolutamente nada a un miembro de la expedición se le ocurrió gritar en plan de guasa: "¡Oro, oro!"

No había nadie a la vista, o eso pensábamos nosotros... al día siguiente al levantarnos nos encontramos a la tribu entera que había mandado a tomar por el culo todas nuestras estacas y cuerdas y haciendo agujeros por doquier, mirándonos con profundo odio mientras nos acusaban de ir allá a robarles el oro, que qué desvergüenza teníamos porque ya eramos más ricos que ellos por haberles robado el oro hacía siglos y que encima aún teníamos el poco honor de ir a robarles más excusándonos con mentiras de cacharros de barro y demás.

No atendieron a razones de ninguna clase, a poco nos linchan, tuvimos que huir de allá corriendo a todo correr, acudimos a la gendarmería, de donde volvimos acompañados con hombres armados que echaron a los indios de allá.

(Continuará).
 
Yo no leo tochos de sudacas.... al final nos joden el foro los inmigrantes!
 
Yo era un tierno joven de 24 años con el doctorado recién conseguido (acabé los estudios en tiempo record como ya he contado en más de una ocasión por aquí)
Siendo este tu mensaje número 18 con eso de que ya lo has contado en varias ocasiones... ¿Te refieres a foroburbuja?

Con eso me recuerdas a una forera (una completa subnormal) que siempre hablaba de lo intelectualmente por encima de la media que estaba, sus estudios en EEUU y demás chorradas, cosas que por supuesto en sus masunos no mostraba. Hasta que un día nuestro amigo gienbras tuvo a bien banearla de por vida librándonos así de su presencia y sus ladrillos.

Y una vez comentada la primera frase, voy a seguir leyendo tu historia.

Edito para informar que no me lo voy a leer.
 
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Sobre cómo dejé de ser perroflauta - La Isla Tortuga
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Sobre cómo dejé de ser perroflauta

Esto que me diga google al primer vistazo. Que serán mas.

En conclusión, que este pedazo de cabrón anda por todos los foros habidos y por haber copypasteando sus putos tochos de mierda, da igual si es un foro de tías, de esquizofrenicos o de coprofagia. Un attention whore de manual, la clase de sanguijuela que se muere por unos likes.

Por gente de esta calaña es que se inventaron ciertos utensilios.

Flauta del alborotador - Wikipedia, la enciclopedia libre
 
Quisiera ser solidario por la raza y tal.
Pero es que "Menudo tosco lleno de mierda"
 
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Espero que el chinche de la foto le picara y le pegara cáncer de sidra.
 
Leer " allá" en vez de " allí" me hace pensar que estamos tratando con un señor de piel más oscura de la deseable.
Y con muchísima cara de mono
 
Fuimos varios años el mes de Julio a Jujuy, a distintas localidades pero muy próximas entre sí, lo que nos permitió visitar los yacimientos de los años anteriores y ver lo que los indios hacían con ellos, y era la más absoluta risión.

Los muy tontos se pensaban que con eso de tener un yacimiento arqueológico iban a acudir turistas y que se iban a hacer de oro como los del Machu Pichu de los huevos, error fatal.... eran tan memos que no se daban cuenta de que una cosa es que un lugar tenga interés arqueológico y otra muy diferente que tenga interés turístico, y no les dolían prendas "mejorar" sus yacimientos para que acudieran más turistas.

El yacimiento del primer año por ejemplo, nos dimos una vuelta a la añada siguiente y vimos que habían echado abajo las paredes de barro de las milenarias chozas para levantarlas de nuevo con bloques deandesita bien gordos para que se parecieran al Machu Pichu de los cojones... aunque esto es sólo una muestra de los horrores que llegué a ver.

El segundo año excavamos una cueva en la que hayamos dos momias del siglo IX, al año siguiente excavamos muy cerca y nos enteramos de que habían hecho un parque arqueológico turístico y fuimos para allá a verlo.

Nada más llegar allí voy y le pregunto al guía (indio por supuesto):

- Oiga usted, ¿dónde están las estalactitas que había en esta cueva?

- Verá señor, es que venían los turistas gringos, y como son tan altos pues se daban en la cabeza con las estalactitas y las quitamos.

- ¿Y este suelo de cemento en la cueva de dónde ha salido?

- Es que vera usted, es que las gringas se quejaban de que se les manchaban las botitas con barro pues pues echamos una capa de cemento para que no les estropeara el calzado.

- Oiga, ¿y esa cama y esa mesita de noche que la lado de las momias?

- Son los muebles que tenían las momias cuando murieron que las enterraron con ellas.

- Oiga, que yo excavé esta cueva el año pasado y no había muebles, además yo diría que eso son muebles baratos chinos.

- No señor, se equivoca, esos muebles estaban con las momias.

- ¿Y cómo es que son tan pequeños los muebles?

- Es que verá usted, es que las momias eran de muy baja estatura.

- ¿Y cómo es que han quitado también las estalactitas encima de las momias? Al fin y al cabo están dentro de la zona acordonada y ahí los gringos no pueden darse cabezazos.

- Es que verá usted, es que las momias eran muy altas y las quitaron ellas mismas para no darse cabezazos.

- ¿Pero no me acaba de decir que las momias eran muy bajitas?

- No señor, yo no le dicho eso.

- ¿Y ese casco de moto que lleva esa momia?

- Es que esa momia tenía poca carne en la cabeza y las gringas se asustaban al ver la calavera y le pusimos el casco para que no se asustaran.

- ¿Y ese alambre que cuelga del techo y que le sujeta una mano a la momia para que salude de dónde ha salido?

- Yo no veo ningún alambre que sujete ninguna mano.

- Sí, por dios, ¿no ve cómo saluda?

- Es que la momia estaba así saludando cuando se descubrió.

- ¿Y cómo va la llegada de turistas?

- La verdad que no hay muchos y no rentabilizamos el dinero que hemos invertido para rentabilizar esto, ¿usted crée que si ponemos unos huevos de dinosaurio vendrán más turistas?

- ¿Y de dónde piensan sacar unos huevos de dinosaurio ustedes?

- Los compraremos por internet.

- ¿Pero tienes ustedes computadoras?

- No, pero en el pueblo de la lado tienen un cybercafé.

Total que intrigado por el asunto me dirigí al pueblo de al lado a ver ese cybercafé. Allí me encontré con un edificio de cemento sin luz, sin teléfono y sin ordenadores.

- Oyga, ¿es este el cybercafé?

- Sí, es este.

- ¿Y las computadoras donde están?

- No tenemos, oiga, ¿sabe usted de alguna ONG que nos pueda pagar unos ordenadores y ponérnelos gratis?

- La verdad que no lo sé.

- Estamos muy ilusionados con los yacimientos arqueológicos de aquí, aunque no vienen muchos turistas, ¿crée usted que si pongo mi casa como la que tenía mi abuelo con barro y techo de paja vendrían más turistas al ver esto como más indio auténtico?

- ¿¿¿Me está usted diciendo que piensa echar abajo su casa de cemento para hacer una choza de barro y paja para que vengan más turistas???

En fin... que eran dislates uno detrás de otro, esta gente no tiene ni gota de conocimiento.
 
Y sigue hablando el pulga este, vaya mierda de diarrea mental tienes.
 
A mi me interesa saber como dejó de ser perroflauta.
Pero el tío no suelta prenda.
 
Pues a mi me está entreteniendo en esta tarde lluviosa mientras suelto el enésimo truño del día, que se está resistiendo.
 
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