Sputnik (Rusia 2020,
Egor Abramenko)
Enésimo y loable intento de nuestros amigos del vodja, los osos bailarines y de los vídeos LOL de tutubo de acometer el género de la sai fai, ahora que los CGI dan bien el pego y hay pastuqui que lavar y guiones interesantes y atrevidos en los que ya no te juegas el tipo por siquiera enseñarlos.
Tras las notables
Salyut-7 y
Attraction, los discípulos del Maestro Tarkovsky se atreven con una especie de Alien metido en un gulag en el siempre apetitoso caribe siberiano.
URSS 1984, dos astronautas vuelven a la tierra tras una misión espacial, hay una especie de alarma, una sombra y una elipsis.
La siguiente escena muestra la cápsula ya aterrizada (fostiada) con uno de los astronautas al que le falta media cabeza (literalmente) y el otro saliendo de la cápsula lleno de sangre, con los ojos negros como mi alma y con pintas de que ha perdido la jodida cabetsa... aprovecho para decir que este plano es realmente acojonante y casi lo mejor de la pinícula.
Evidentemente algo ha salido muy mal y una MILF de muy buen ver (neuropsiquiatra ella, sus buenas tetas y su actitud glacial) a la que van a dar purga
soviet style, por no sé qué tratamiento radical, es reclutada por un oficial (de esos siniestros, marciales y en ropa de calle) para que vaya con él a un centro de investigaciones que se encuentra a tomarporculolandia (lleno de alambradas, alarmas, soldados, perrillos, disidentes purgando penas y TVs de tubo que no sintonizan una mierda) a ver si se puede encargar de averiguar qué cojones ha pasado.
Allí se encargará de evaluar al superviviente y de desentrañar qué ocurrió en la reentrada y por qué el héroe natsional no sólo no se acuerda, sino que parece que está como unas maracas o más sano que una manzana golden, según le dé.
Pues hasta aquí todo era cojonudo y la película prometía una sesión de placer anal extremo y sin rozamiento, pero se malea para mal.
No voy a espoilear pero esta segunda parte se hace más pesada hasta llegar al final que tampoco es para tirar cohetes, jejeje.
La fotografía, la dirección de producción (esa URSS cutre comunista de llorar de tristeza y no parar, pero funcional), los escenarios, actores y los FX son cojonudos. Destaco que hay gore y escenas bastante brutales en las que los ruskies no se cortan un pelo de coño y un ataque bastante visceral a los antiguos y expeditivos métodos usados por el ejército, la KGB y el Pecus... pero falla el guión, que adolece de cierta occidentalización y de querer comulgar con el gusto vacuo, infantil e inmaduro del cine actual que nos asola. Quicir, meter más de lo necesario y darte todo bien mascadito y visible no vaya a salirte un Tenet de Gñolan o algo que no se entienda o que deje volar la imaginación.
Suena a oxímoron, pero es lo que hay.
Aún así merece bastante la pene y creo que en brevas la editan en expañol en nuestra nueva República Socialista de Estados Federados del Norte de África.
Un
6.5 y me jode, porque podría haber sido un peliculón.
Os meto trailer, putos tovarichs.