Mi chico se divierte en chat y en msn con otras, con algunas tiene relaciones de hace años -les promete de todo, y después me enseña a mi los correos para reirse- Esta fue la peor, el que pueda acabar esa carta, que opine...
Lunes, 21 de marzo de 2005
Querido ****:
Nunca te había escrito - ya son las dos de la madrugada - pero parece que si lo has propuesto como una vía efectiva para llegar a Salvador, por qué no, para decirte a ti unas cuantas cosas. Es difícil, de otro modo, hablar contigo sin ser entrecortada o ridiculizada como esta noche. Lo del trío contigo y con Salvador para hacer las paces - viendo lo que me ha afectado el malentendido con él – no ha sido chistoso.
Nadie sabe si finalmente un día nos conoceremos o no, darse un abrazo y decir un “ya era hora” sólo es bonito cuando es significativo para ambas partes. Como tienes el gran don de aparentar que todo te resbala, dudo de si ciertamente es así. En realidad, estudiar al ser humano es imposible, y, aún menos, estudiar a alguien de nuestras características.
Por eso, el que utilices palabras como “insegura” o “extraña” que nada dicen de por sí, habla más de tu propia inseguridad y extrañeza, que de mi persona. En cualquier caso, podemos atribuirle esto mismo a quien queramos, los sambenitos de feria no son para mí; a ti se te ve desconcertado, podías corregirlo.
Tuvimos una única conversación por msn inolvidable, cambiaría todas las noches de mi vida por aquella noche. No sé si por mi culpa, por la tuya o por las circunstancias se quebró la magia y todo se desvaneció, como si no hubiera sucedido. Quiero decirte que me alegro de aquel relámpago que retumbó en mi corazón y lo hizo palpitar de nuevo. Al menos sé que está vivo para sentir. Ya sé que no crees que las estrellas fugaces merezcan la pena…ni tampoco esos relámpagos milagrosos. Poco importa.
Tienes razones para ser vanidoso, otros lo son siendo infames caricaturas de sí mismos. Eso te distancia automáticamente y la esfera intermedia hace de burbuja. No alcanzaré por eso a tocarte con mis palabras jamás, ya lo sé. Amarte es fácil. Tu foto y tu recuerdo me acompañan a veces. Me haré anciana con ella. No me desprenderé del perfume de aquella noche de comunión.
He oído críticas muy duras sobre ti, que ojalá no hubiera testimoniado, pero me fue fácil defenderte, porque cuando hablo de ti, me mueven los sentimientos y no la razón. He sabido cosas sobre ti, que ojalá ningunos labios hubieran pronunciado en mi presencia, porque me dolieron en lo recóndito de mi ser, como si me hubieran dinamitado las entrañas.
Tú mismo me has dado sólo razones para odiarte más que para amarte y es inútil guardarte rencor, quitarte de la lista, borrar tu correo de la agenda, tratar de ignorarte… es inútil no amarte si te amo. Esto no es una declaración de amor. No estoy sentimental. Soy realista, aunque a veces me meza la brisa de la ternura.
Entiendo la relación con tu novia y otras muchas cosas que no es necesario mencionar. Aún así, ojalá no se deteriore la escasa confianza que nos tenemos. No importa cuánto me vapulees, ni cuánto nos digamos, en el fondo siento un profundo respeto por tu superioridad y tu inteligencia.
Te formaste una mala opinión de mí porque recurro a lo erótico y escatológico – como bien apuntas – porque no he aprendido a ser irónica soterrándome de otra forma. Realmente a KissLady la forjó el propio chat y no vive fuera de él, como tú proyectas. Así que si fantaseas con que me van los tríos, con que soy una liberal que a todo le pega etc, no sabes qué equivocado andas. Te asombrarías una infinidad si supieras de mi sexualidad lo más mínimo. En fin, ¡qué más da!
Sin embargo, me hace gracia que hasta en privado, me hables como si estuvieras en la pasarela, ¿acaso crees que grabo las conversaciones? o ¿las grabas tú? Cierto que algunas son dignas de grabar y, en ocasiones, las he grabado por el puro placer de releerlas y deleitarme con ello. Tengo algunas hermosísimas, auténticas joyas. Pero desde que chateo en los ciber, rara vez guardo algo, si no llevo disquete.
Sólo aquella noche sentí tus verdaderas pulsiones de vida y de muerte, escribiste con sangre. Después siempre has escrito con agua… apareces actuando, aunque te he demostrado de sobra que en mí se puede confiar. No sé por qué no quieres que seamos amigos, sabes que logro entender mucho, que puedo sentirme cercana a ti; que el afecto, nunca está de más, aunque prescindas de él tan a menudo.
Todo nuestro error fue que pensaras que engatusarme me divertiría y nos ha reventado las narices a los dos. No teníamos que haber tocado ese tema, pero rompemos los tabúes que de forma natural son buenos diques de contención del fuerte oleaje, que todo lo arrasa y destruye a su paso, como ha ocurrido.
No sé por qué nos dio por bromear con lo de pensarnos, probar nuestra telepatía, no sé por qué me hacías todas aquellas preguntas sobre lo que sentía una y otra vez. Tú no le habrás dado ni vueltas ni importancia, mas yo no he dejado de torturarme desde entonces, cada vez que te recuerdo.
Como siempre, el que más interés muestra en una relación, ostenta el lugar más débil y vulnerable, por eso te contestaba todas esas imbecilidades, por ese oscuro temor, superstición o lo que quiera que me rondara. Sigo reaccionando así, aunque tiemble dulcemente al pensar cómo me llamaste “cari”, sigo siendo celosa de mi profunda admiración por ti.
Con cariño, ***