Monstroid
Freak
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Por no hablar de la escena de la consola, en la que están jugando a un juego de lucha en la que él es un personaje jugable, y el crío no para de decir "este juego es muy viejo ¿has jugado al Call of Duty 4?".
Esa escena es sublime.
Esa escena es tremenda, el símbolo del ocaso de lo que una vez fue grande en una nintendo frente al diálogo que tiene con el niño sobre un juego de consola de última generación. En ese momento dejas de ver a un wrestler con su fan, es algo mucho más íntimo y por ende más triste aún, donde se ve a un joven que está despertando a la vida frente a un ya obsoleto hombre, el cual el niño ha de repetirle el nombre del juego varias veces debido a su acuciante sordera (pues lleva un aparato en la oreja de hecho)
Y por supuesto de triste soledad, no de la impuesta ni la buscada... De esa soledad de no tener a NADIE con quien reconfortarse, pues Randy está siempre solo en sus momentos íntimos (incluso entrenando, donde la música es su unica compañia, como el artifício del espectáculo que rodea al wrestler) y busca a alguien para que le haga la compañia que necesita. Una escena muy cálida.
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