En la sociedad se está perdiendo el instinto de aventura, ese impulso que te invita a lanzarte a viajar a Islas Feroe, a ver las películas que recomiendan en el hilo de Bela Tarr o a probar los saltamontes chocolateados.
Y se está perdiendo porque en todos los aspectos se induce a ello:
-¿Viajar? A la playa chico, no lo pienses más si vas a tener mar, chicas en bikini y fiesta. ¿Montaña? Quita, quita, que se te hacen ampollas, ¿Casas rurales? Con lo mal que huele el campo, ¿Visitar algún país? Si tío, ¡Amsterdam!
-¿Películas? Tranquilo, que ya te contamos en el trailer toooodo lo que te vas a encontrar en ella, no vaya a ser que algo no programado no te guste o te haga hasta pensar.
-¿Comida? Maldigo el día en el que se golbalizó la comida basura, que ahora hasta en la Galicia profunda hay hamburguesas y la gente cerrada siempre tira a eso, los macarrones y los socorridos embutidos.
La gente está ya acomodada, seguro que como yo conoceis gente cuya rutina es calcada año a año, trabajar, salir a tomar algo, en verano a la playa, en navidad con la familia y repetir. Nadie tiene conversación porque nadie tiene nada verdaderamente interesante que contar y si les propongo hacer algo para romper la rutina el raro soy yo.
Y se está perdiendo porque en todos los aspectos se induce a ello:
-¿Viajar? A la playa chico, no lo pienses más si vas a tener mar, chicas en bikini y fiesta. ¿Montaña? Quita, quita, que se te hacen ampollas, ¿Casas rurales? Con lo mal que huele el campo, ¿Visitar algún país? Si tío, ¡Amsterdam!
-¿Películas? Tranquilo, que ya te contamos en el trailer toooodo lo que te vas a encontrar en ella, no vaya a ser que algo no programado no te guste o te haga hasta pensar.
-¿Comida? Maldigo el día en el que se golbalizó la comida basura, que ahora hasta en la Galicia profunda hay hamburguesas y la gente cerrada siempre tira a eso, los macarrones y los socorridos embutidos.
La gente está ya acomodada, seguro que como yo conoceis gente cuya rutina es calcada año a año, trabajar, salir a tomar algo, en verano a la playa, en navidad con la familia y repetir. Nadie tiene conversación porque nadie tiene nada verdaderamente interesante que contar y si les propongo hacer algo para romper la rutina el raro soy yo.