Un trozo de planeta por donde pasa errante la sombra de Caín

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Alvargonzález

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Hola,

Es en esta sobremesa en la que adopto un aire marcial y recio, pues quiero hablaros de historias guerreras que inflaman el corazón de emociones. Este hilo quiere ser una especie de animada charla en la que expongamos las batallitas que nos han contado nuestros abuelos. Batallitas en el sentido más estricto, pues aquí vamos a hablar de la GUERRA. ¡Guerra! Bramaste con ira... ¡Guerra! repicó la lira con indómito cantar... ¡Guerra! Gritó al despertar el pueblo que al mundo aterra.

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Contaba mi abuela que los días previos al alzamiento el cielo nocturno se tiñó de rojo. Había signos de muerte y grande destrucción por doquier. Al encontrarse mi pueblo en zona republicana, mi abuelo materno, a la tierna de edad de dieciocho años, realizó intrucción militar con el bando republicano. Según cuenta, a posteriori le destinaron con las brigadas internacionales, que cuentan con gran renombre y símbolo de fraternidad internacional, solidaridad et cétera. Según mi abuelo, dichas brigadas albergaban la hez de la hez de Europa y parte del extranjero. Buscavidas, prófugos y demás hombres curtidos se encontraban bajo las órdenes republicanas en aquellos batallones. Eran una masa de indeseables que veían la guerra como una alternativa a una vida miserable, no unos cuantos idealistas que luchaban por la libertad y contra el fascismo, que haberlos los había, pero eran los menos.

Mi abuelo se cambió de filas en cuanto tuvo ocasión. En la batalla del Ebro se entregó a las tropas nacionales después de una escaramuza. Sufrió el arresto pertinente y después de manifestar su deseo fue acogido por los fascistas, bando en el que disputaría la batalla del Ebro casi en su totalidad hasta caer herido en batalla un año antes de que finalizara la guerra. En casa tengo los documentos militares de mi abuelo, con documentos de la época e informes médicos sobre las heridas que sufrió.

Al parecer, estando en batalla un compañero cayó herido, mi abuelo interrumpió su combate para socorrerle. Cuando se encontraba auxiliando a su camarada una bala le atravesó el muslo derecho quedando alojada en su fémur izquierdo, metralla que a día de hoy aún porta en su osamenta.

Estando convaleciente en un hospital santanderino el mismísimo Franco fue a visitar a los heridos en combate. Mi abuelo aún recuerda las palabras que el Caudillo les dirigió: "Las heridas que habéis contraído en combate habré de pagároslas de buen grado, españoles". Por ironías del destino mi abuelo, cojo desde entonces, se jubiló en la época de la transición y fueron los socialistas los que le dieron una sustanciosa paga de mutilado de guerra.

Una historia que siempre me ha llamado la atención y que cuando niño me encantaba oír no es otra que las impresiones que mi abuelo sacó de los nazis y de los fascistas italianos que prestaron servicio en esa gran ocasión llamada guerra civil española. Dice mi abuelo que los nazis eran gentes educadas y disciplinadas, de agradable trato. En cambio mi abuelo tilda a los italianos como chulos y cobardes.

Oh amigos, qué grandes tiempos eran aquellos de fusil y munición, de verde marcial y marchas por el campo cara al sol. Lo cual no obsta para que yo, personalmente, dé gracias a Dios por la paz que nos brinda en nuestra España. Al mismo tiempo debo reconocer que nuestra sangre se está convirtiendo en fluído decadente, se pudre en nuestros vasos sanguíneos engendrando vicio y vida muelle.

Muchas gracias por leerme, confieso que he disfrutado mucho escribiendo este humilde hilo.

Un cordial saludo a todos.
 
Alvargonzález rebuznó:
Muchas gracias por leerme, confieso que he disfrutado mucho escribiendo este humilde hilo.

Pues que sepas que esto es lo único que leido del post...:lol:

Por cierto está saliendo en Sé lo que hicisteis lo de Ester de OT en la portada de Interviú, para aquellos que ya se han tocado desde anoche con el hilo de la guarrona esa...
 
Me parece sensacional que seáis freespeakers y que depositéis vuestro feedback.

Un caluroso abrazo.
 
A mi bisabuelo lo mataron por anarquista y por bocazas, que hubiese estudiao, aunque creo que era el único que sabía leer y escribir del pueblo.

Eso es lo único que te puedo contar de la guerra civil.
 
¿Cuando hablan ustedes de la guerra civil a que guerra se refieren? Aquí en Cataluña se le llama guerra del 36. Los cenetistas la llaman Revolución Española. Los falangistas la llaman cruzada.

Lo que está claro es que a mi entender, la guerra y la posterior represión es la gota que colmó el vaso en una España que llevaba años coqueteando con la muerte, siendo la guerra un modo de vida de nuestro pueblo, y la última gran oportunidad de ver la España sangrienta en acción.

Ahora, de esa clase de españoles solo quedan unos. Los de la Eta. El resto, hemos cambiado.
 
Esto que dices de las tropas alemanas no es sorprendente. La propaganda se ha encargado de meter en el mismo saco al ejército alemán y a las SS, y cientos de películas han hecho el resto para que siempre que se piense en un soldado alemán de la WWII nos imaginemos al asesino de la niña del vestido rojo de la lista Schindler o al del de la vida es bella.

Se ve claramente la naturaleza disciplinada del alemán invariable en el tiempo contrastando con la naturaleza del infraser italiano, chulo, cobarde, ruidoso y desordenado.

El cainismo forma parte de la naturaleza del español, se manifiesta habitualmente con baja intensidad pero en ciertos momentos deviene en situaciones como las del 36.
 
Pepins rebuznó:
Por tierras de España, de Antonio Machado. Ignorante

Y a Chavela Vargas la conocemos por ir a sus conciertos, al Cristo de Corcovado por viajes de negocios y cuando entramos a un bar pedimos refresco de cola
 
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Nos reproducimoas esnifando. Nos abrazamos en pelotas. Ajuntémonos. Hagamos el hamor.
 
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