practico
Forero del todo a cien
- Registro
- 14 Abr 2025
- Mensajes
- 153
- Reacciones
- 249
Me habían hablado de una rusa impresionante, zona Menorca, justo encima del bar de los chinos. Y uno, que no es tonto pero a veces juega a ver qué pasa , siempre desde la filosofía del ser práctico, decido pasar a investigar.
Llego al sitio. Discreción, la justa: terraza llena, gente fumando, y yo subiendo unas escaleras que daban menos misterio que un buzón de Correos.
La puerta se abre antes de tocar. Me recibe una señora amable, de rostro serio, pelo recogido y esa energía de quien ha vivido más que tú y lo sabe. Educada, sí, pero con una presencia que impone.
Y la supuesta rusa.
Una figura diminuta, con más voluntad que centímetros, y un aire que no invitaba al entusiasmo y pasando de los 50 super tuneada. Ahí el cálculo mental fue automático: calidad precio, mal negocio. El algoritmo de lo práctico lo dejó claro: abortar misión.
Pero uno tiene modales y respeto. Así que, con todo el teatro de una urgencia moderna, saco el móvil, finjo una llamada y digo, lo justo para ser creíble:
Ostras… me olvidé que tenía cita en el centro para renovar el DNI. Me dan otro turno dentro de dos meses si no llego. Mil disculpas.
La señora, amable, asintió sin drama. Yo agradecí, me disculpé de nuevo, y bajé las escaleras con la tranquilidad del que esquiva una mala inversión sin hacer ruido.
Porque en esta vida se puede ser muchas cosas…
Pero lo que nunca falla, es ser práctico.
Llego al sitio. Discreción, la justa: terraza llena, gente fumando, y yo subiendo unas escaleras que daban menos misterio que un buzón de Correos.
La puerta se abre antes de tocar. Me recibe una señora amable, de rostro serio, pelo recogido y esa energía de quien ha vivido más que tú y lo sabe. Educada, sí, pero con una presencia que impone.
Y la supuesta rusa.
Una figura diminuta, con más voluntad que centímetros, y un aire que no invitaba al entusiasmo y pasando de los 50 super tuneada. Ahí el cálculo mental fue automático: calidad precio, mal negocio. El algoritmo de lo práctico lo dejó claro: abortar misión.
Pero uno tiene modales y respeto. Así que, con todo el teatro de una urgencia moderna, saco el móvil, finjo una llamada y digo, lo justo para ser creíble:
Ostras… me olvidé que tenía cita en el centro para renovar el DNI. Me dan otro turno dentro de dos meses si no llego. Mil disculpas.
La señora, amable, asintió sin drama. Yo agradecí, me disculpé de nuevo, y bajé las escaleras con la tranquilidad del que esquiva una mala inversión sin hacer ruido.
Porque en esta vida se puede ser muchas cosas…
Pero lo que nunca falla, es ser práctico.