Suspenden a un párroco que envió mensajes subidos de tono a una niña
El párroco del municipio vallisolitano de Zaratán ha sido apartado de forma provisional de su ministerio por enviar mensajes subidos de tono a una niña alicantina de 14 años a través de una red social de internet.
El delicado episodio ha obligado al Arzobispado de Valladolid a enviar una carta a la familia de la niña, en la que pide perdón por el «reprobable comportamiento» del pastor, y en la que alaba «el celo paterno y la tenacidad para cortar de raíz este incidente y evitar que pudiera llegar a una situación más grave».
Los padres de la chica, que tiene 14 años recién cumplidos, viajaron el fin de semana a la capital vallisoletana para presentar una denuncia ante la Comandancia de la Guardia Civil, en la que ponen en conocimiento de la Benemérita, junto a una completa documentación, unos hechos que se iniciaron el pasado 23 de junio. Fue entonces cuando el progenitor de la adolescente, médico de profesión, accedió a la cuenta de su hija en internet y detectó que ésta estaba chateando con un mayor de edad.
Pronto advirtió que la conversación no era normal. En el primer mensaje, enviado ese día a las 16.38 horas, Ó. F. L. le escribe a la niña: «Ola...quería decirte que eres un bellezon de chica, estas tremenda... no creo que te moleste pero es la verdad. con chicas como tu en este mundo merece la pena vivir. jejeje besos preciosidad (sic)». En su contestación, la adolescente se muestra sorprendida por el inesperado 'piropo'. Minutos más tarde, el sacerdote, de 30 años y ordenado como presbítero en mayo del 2009 en la Catedral de Valladolid, insiste: «Jejeje, eso ya no es amor a primera vista, sino cariño al primer mensaje jejejeje. Bueno no se si e sque te miras poco al espejo ero es verdad que estas estupenda y mas en esa foto principal en bikini tan sexy. Ademas puede que haya un pequeño problemilla jejeje que tengo unos cuantos años mas que tu jajajaja pero te saco mas de 10 años (sic)», le espeta el clérigo, que firma los mensajes con su nombre real y que da un paso más al pedirle su dirección de 'messenger'.
Tras leer los textos, el padre inicia una investigación y localiza el perfil de religioso en Facebook, donde cuelga su foto de medio plano y una relación de sus gustos y aficiones. No tiene que indagar mucho para descubrir que Ó. F. L. ejerce como párroco en el municipio de Zaratán. Primero, de manera anónima y a través de la red social, el progenitor le exige al cura que cese cualquier contacto con su hija y le advierte de las consecuencias legales. Es 25 de junio.
La primera reacción del sacerdote es negarlo todo. Le asegura que es probable que alguien le haya suplantado en Tuenti. Incluso en uno de los mensajes felicita al padre «por vigilar con quién andan sus hijos». Añade Ó. F. L.: «Ojala muchos padres lo hiciesen, pero antes de presentar denuncias por sospechas como esta que usted tiene conmigo le pediria que las corrobore, porque denunciar a alguien por sospechas de pederastia es algo muy grave y si es cierto pues estupendo, pero si es falso puede acer usted mucho daño a esa persona (sic)», subraya el sacerdote textualmente.
Sin embargo, el religioso apenas tarda un día en derrumbarse y admitir la autoría. Después de un intercambio de correos y cuando el padre de la niña ya se ha identificado, Ó. F. L. envía un nuevo mensaje el 26 de junio en el que le pide perdón a él y su hija.