Estoy a un tris de abrir un hilo bastante impopular al que voy a llamar
"Japón: La gran mentira".
Me empieza a dar la sensación de que esta gente, en cuanto a robots y mandangas así, sacan una idea, hacen un prototipo, lo presentan, todos nos quedamos boquiabiertos, abandonan ese proyecto y piensan en otro. Y vuelta a empezar.
Toda la vida viendo robots, máquinas, inventos... pero parece que todo se queda por el camino, o muy poco se concreta, y mucho menos llega a occidente. Salvo la Nintendo. Y Hondas y Toyotas.
En cuanto a vocaloid, desde hace muchos años se venía hablando de, en lugar de aumentar el número de conciertos fuera de Japón, comercializar algún gadget que combinara lo musical y lo holográfico, o algún tipo de proyección.
Un par de empresas se pusieron con el tema, y los primeros conceptos eran algo tal que así:
Eso tenía pinta de costar mucho, y no tener muchísima utilidad, pero coño, al menos es un diseño que parece de calidad. Opaco, robusto, buen tamaño.
En un determinado momento, la cosa se desliga un poco del vocaloid y lo musical, y se decide que el holograma sea una especie de asistente, la cara visible de una Siri o Cortana next gen.
Incluso se llega a hablar de la posibilidad de que el holograma no sea solo de vocaloid o del mundo del anime, sino que pueda ser la imagen de cualquier personaje, (actor, deportista, celebridad...) que quiera prestar su imagen y crear un banco de voz. Vamos, que lo que hacen Siri o Cortana lo tienes en holograma y con el personaje que a ti más te guste y que se haya prestado a vender sus derechos de imagen o lo que sea para lo del holograma. Ya sea un Ronaldo, Indiana Jones, Schwarzenegger, o Chiquito de la calzada.
Se presenta un anuncio/concepto, y pese a que se vende como "Holograma de compañía", pues bueno, por lo menos el aparato parece de calidad.
Fijaos: opaco, robusto, etc...
Bien, pues meses después, ya está el producto listo para lanzarse en los USA.
2.500 dólares. Una pocas unidades. Sólo en japones.
Y lo que es peor: Una puta cafetera
Y nada de etiquetar el producto de cara a que el personaje holográfico pueda ser cualquiera que elija el usuario, no.
Se insiste sobre el concepto emocional, Forever alone, waifu, etc... y apenas nada sobre el atractivo práctico y estético que podría tener el cacharro