Y de una puta y un mogrebiano nació el primer castellano.

Y que coño, te repito, sal a la calle en un sitio y en otro y deja las teorías en la mesa.

Las veces que he ido a Galicia (y a los gallegos que he conocido) hay gran cantidad de gente muy morena y renegra (estilo portugal), es mas, he visto a mas gente asi dando paseos cuando he ido a Galicia que si lo hago en mi misma ciudad (Malaga). Que no digo que todo el mundo sea asi, esta claro, pero que si hay muchos.

Que Andalucia estaba mas infectada? Pues claro, era el centro de las morerias, pero tal como dice Becerro era mas facil largar echando hostias a esa gente que a otras que al estar mas desperdigadas seguramente acabarian integrandose y convirtiendose, o muchos de Andalucia tirarian para el norte huyendo de las hostias.

No entiendo que os joda que os digan que tengais una gota de sagre moruna de hace cientos de años, que mas da? Ahora eres moruno? No, pues ya esta.

Y de la poblacion descendiente de los judios? Que dicen?
 
En realidad, analizando detenidamente a la gente de la Península Ibérica es absurdo decir que en el norte son más moros que en el sur o que en el sur son más blancucinos que en el norte y viceversa. No hay diferencias raciales significativas entre las diferentes regiones de España pero si las hay dentro de ellas, cualquiera puede ir a Galicia o a Asturias y encontrarse igual con tipos del tipo racial moriscano que podrían pasar por turcos que con tipos del tipo blancucino que podrían pasar por ingleses o alemanes e ir luego a Andalucía, Murcia o a La Mancha y encontrarse exactamente el mismo panorama.

Caso aparte es el del País Vasco, donde históricamente había habido un tipo de etnia diferenciada del resto de España, aunque en la actualidad hablar de tal etnia es absurdo debido a las masas migratorias que tuvieron lugar a principio y mediados siglo XX en Euskadi, donde fueron a parar sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) andaluces, extremeños y gallegos a esportones relegando a la raza vascuence original casi exclusivamente a los pequeños núcleos rurales.
 
malgusto rebuznó:
No entiendo que os joda que os digan que tengais una gota de sagre moruna de hace cientos de años

Pero por Dios, si es todo lo contrario, yo no estoy discutiendo que aquí puedas encontrar gente que entre el cacao de ancestros que tenga pueda haber hijos del cuscús, aquí están diciendo que hay un porcentaje muchísimo más alto que el que pueda haber en Andalucía, y no sé en que parte de Málaga frecuentas, pero yo estoy hasta el gorro de ver al típico sujeto casi negro que cuando estás en verano le puedes llegar a preguntar que novedades del top manta lleva en la mochila, nariz aguileña, etc.. pero hasta el gorro de ver cientos así, y no cuenta la gente con pinta de guiri, que en Málaga hay muchísimo descendiente de extranjeros pero por motivos muy distintos.

Así que creo que es todo lo contrario, se trata de gente que que les molesta tener semejante influencia moruna en su adn y vienen con éstos cuentos para intentar soltarle su muerto a otro.

Becerro de oro rebuznó:
Claro, y lo que hoy es Israel estaba infestado de moros durante tropecientos siglos hasta que llegaron los juden y los corrieron a gorrazos. Entiendes el concepto?

Y tendrás los cojones de decir que no hay israelíes con vestigios árabes en su adn.

Aparte que hablar de purezas raciales hoy día es casi cómico...
 
Steel_face rebuznó:
Pero por Dios, si es todo lo contrario, yo no estoy discutiendo que aquí puedas encontrar gente que entre el cacao de ancestros que tenga pueda haber hijos del cuscús, aquí están diciendo que hay un porcentaje muchísimo más alto que el que pueda haber en Andalucía, y no sé en que parte de Málaga frecuentas, pero yo estoy hasta el gorro de ver al típico sujeto casi negro que cuando estás en verano le puedes llegar a preguntar que novedades del top manta lleva en la mochila, nariz aguileña, etc.. pero hasta el gorro de ver cientos así, y no cuenta la gente con pinta de guiri, que en Málaga hay muchísimo descendiente de extranjeros pero por motivos muy distintos.

Así que creo que es todo lo contrario, se trata de gente que que les molesta tener semejante influencia moruna en su adn y vienen con éstos cuentos para intentar soltarle su muerto a otro.



Y tendrás los cojones de decir que no hay israelíes con vestigios árabes en su adn.

Aparte que hablar de purezas raciales hoy día es casi cómico...

Yo solo digo que aquí la gente que se ve negruzca es porque tiene ancestros del Egipto Menor, en cambio algunos gallegos y castellanos que he conocido si que eran negruzcos sin tener una gota de sangre de bohemianos.

Aparte,y aunque parezca una memez digna de figurar quoteada en la firma de alguien, está el tema de como pega el solano por estos lares, por lo que si vienes en verano de vacaciones te encontrarás a mucha gente con la piel negra de quemada, tipo albañiles etc.

Por otra parte, respecto a mezclas raciales en el pasado, no siempre hemos vivido en la alianza de civilizaciones, tradicionalmente los moros y los judíos vivían ultramarginados, y sus descendientes conversos, por llevar esa sangre, estaban marginados para acceder a cargos públicos(iban curas a investigar tu sangre) y la gente se mofaba de ellos hasta bien entrado el siglo XIX. Le recomiendo la lectura de "Cartas de España" de Blanco White, libro amo y curioso donde los haya, que critica estas costumbres.

Judios con vestigios árabes? Los judios del Yemen son famosos porque cuando se asentaron en Israel empezaron a padecer de diabetes e hipertensión en masa cuando cambiaron de dieta, tal es la consanguinidad de esas gentes.
 
Bien, ¿y quién repobló Andalucía? Sí, más al norte está la respuesta. Eso sí es seguro y no estos estudios subvencionados de hoy en día.

"Pozí, zomoh loh mah arioh quillo arrikitaun" Patetiquérrimo.

Podemos hablar de la influencia de la (in)cultura gitana según regiones, entonces me da que el gaytano se la envaina echando hostias :137
 
Crackdevila rebuznó:
Bien, ¿y quién repobló Andalucía? Sí, más al norte está la respuesta. Eso sí es seguro y no estos estudios subvencionados de hoy en día.

"Pozí, zomoh loh mah arioh quillo arrikitaun" Patetiquérrimo.

Podemos hablar de la influencia de la (in)cultura gitana según regiones, entonces me da que el gaytano se la envaina echando hostias :137

El problema es que los huecos que dejaban los repobladores eran rellenados con moros de las zonas conquistadas.

Influencias culturales? Como las prendas de vestir se pueden desechar, en cambio la sangre no.
 
Apoyo totalmente a Becerro de Oro. En Bélgica y Holanda hay gran parte de la población con el pelo y la piel morena y con rasgos latinos, y eso de la huella que dejamos los españoles en los países bajos.

La historia es así, y no es la primera vez que leo eso de que hay una herencia genética mayor en unas que en otras, independientemente de lo cerca que estén de África.

Hay muchos ejemplos más, pero paso de buscarlos
 
Crackdevila rebuznó:
Bien, ¿y quién repobló Andalucía? Sí, más al norte está la respuesta. Eso sí es seguro y no estos estudios subvencionados de hoy en día.

Es que no deja de ser gracioso que hoy dia diga un andaluz que tiene en menor medida ancestros arabes que un gallego cuando una grandisima parte de ellos tienen ascendencia gallega y solo la provincia de Cadiz es Galicia 2 :roll:

elniñodelasniñas rebuznó:
En Bélgica y Holanda hay gran parte de la población con el pelo y la piel morena y con rasgos latinos, y eso de la huella que dejamos los españoles en los países bajos.

Pues es como si ahora ellos dijeran que han hecho un estudio en el que demuestran que pese a su fisonomia hay muchos mas descendientes de españoles en Kirguizistan que en Holanda por "x" razones :lol:
 
Antes de que me baneen, una pequeña explicacion. El estudio que muestra Becerro de Oro, estaba basado en el cromosoma Y. Este cromosoma solo muestra la ascendencia paterna. Es decir, El 20% de la ascendencia paterna de los españoles, proviene de hombres JUDIOS o MOROS. Aqui solo llegaron hombres en ejercitos, o exiliados, en la antiguedad las mujeres no viajaban, y mucho menos, familias con niños.

Cuando llegaba un ejercito, aparte de violar, los conquistadores se juntaban con nativas porque no habia otra cosa. Igualito que paso con los españoles al ir a America, o los mongoles cuando conquistaron toda Asia:

Genghis Khan y el cromosoma prodigioso « Diario de un copépodo

Si se hiciera un estudio genetico, no solo basado en marcadores de cromosomas sexuales, la ascendencia Norteafricana y sefardi, estaria mucho mas diluida, y se mostraria un genetica practicamente pura, que se remonta al paleolitico.
 
Estoy parcialmente de acuerdo en lo que dice Becerro, ya lo había comentado en otro hilo, que los andaluces no son ni de lejos los más morenos de España, lo de Galicia es parcialmente cierto, pero no en toda ella, principalmente en la provincia de Ourense, donde sí hay mucha gente de rasgos moros, claro que si es cierto lo que decían en otro hilo de que a los moriscos del sur y levante los replantaron en el noroeste...tiene su lógica, el riesgo era que los moriscos ayudaran a una invasión por el mediterraneo, luego los echaron al lugar más lejano.

Tal vez por eso es Galicia una de las regiones más pobres. Las poblaciones más morenas de España son las fronterizas con Portugal(y las más pobres), empezando por Zamora. Yo lo atribuía a la interacción con Portugal, pero parece más viable esta hipótesis del repoblamiento forzoso. Parece que las costumbres e idiosincracia de los maragatos tienen orígenes moros.

Se podría decir que en la zona de León, Zamora, Salamanca, Ourense y tal vez algo de Lugo y Asturias habrían repoblado con moriscos, me gustaría saber más al respecto.

El resto de Galicia se parece más a los habitantes del cantábrico.

Lo que sí hay en Andalucía es mucho gitano, la mitad de los que infectan España. Y que son bastante peor que los moriscos. Estos, en su día, apesar de que constituían un riesgo político, se miró muy mucho el tener que echarlos, dada su favorable actividad económica como artesanos y agricultores.

¿tanto rollo con expulsar a judios y moriscos y nunca se les ocurrió echar a los gitanos?, tal vez de aquellas eran menos y ademas estaban recien llegados.


Eso de que los bereberes son peores que los árabes habría que discutirlo.
 
La mentira del mestizaje hispano-africano.

Human Genetics (2000) 107 : pags. 312–319 15 de Septiembre de 2000

Polimorfismos de inserción Alu en Norafrica Occidental y la Península Ibérica: evidencia para una fuerte barrera genética a través del Estrecho de Gibraltar

Autores:

David Comas · Francesc Calafell · Jaume Bertranpetit

Unitat de Biología Evolutiva. Facultat de Ciencies de la Salut i de la Vida. Universitat Pompeu Fabra. Doctor Aiguader 80. 08003 Barcelona, Cataluña, España. Correo electronico: [email protected] Tel. : + 34 93 542 2840, Fax: + 34 93 542 2802

Antti Sajantila

Departamento de Medicina Forense. P.O. Box 40. Universidad de Helsinki. 00014 Helsinki, Finlandia.

Noufissa Benchemsi

Centro Nacional de Transfusión Sanguínea, 11400 Rabat, Marruecos.

Ahmed Helal

Facultad de Farmacia de Monastir, 5019 Monastir. Túnez

Gerard Lefranc

CNRS UPR 1142 - Instituto de Genética Humana. Universidad de Montepellier II, 34095 Montepellier Cedex 5, Francia

Mark Stoneking

Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva, Inselstrasse 22, D-04103 Leipzig, Alemania.

Mark A. Batzer

Departamentos de Patología, Biometría y Genética, Bioquímica y Biología Molecular, Centro para el tratamiento del Cáncer Stanley S. Scott, Centro de Neurociencia, Centro de Ciencias de la Salud, Universidad estatal de Louisiana, 1901 Perdido street, New Orleans, LA 70112, EE.UU.



Resumen

Un análisis de 11 polimorfismos de inserción Alu (ACE, TPA25, PV92, APO, FXIIIB, D1, A25, B65, HS2.43, HS3.23, y HS4.65) ha sido hecho a varias poblaciones norafricanas occidentales (marroquíes del norte, del oeste y del sudeste; saharauies; argelinos y tunecinos) e ibéricas (vascos, catalanes y andaluces). Las distancias genéticas y los principales análisis de los componentes muestran una clara diferenciación entre los grupos de muestras ibéricas y norafricanas occidentales, sugiriendo una fuerte barrera genética provocada por la barrera geográfica del Mar mediterráneo. La restricción al flujo genético puede ser atribuida a los riesgos para la navegación provocados por el Estrecho, aunque los factores culturales también jugaron un rol bastante importante. Los marroquíes, como resultado de un continuo flujo genético a través del Sahara han creado un cline norte-sur de influencia genética africana subsahariana en Norafrica. Las muestras genéticas ibéricas muestran un substancial grado de homogeneidad y se agrupan dentro del grupo (valga la redundancia) de la diversidad europea.

Introducción

La historia de las poblaciones de Norafrica es muy interesante porque, aunque la región pertenece al continente africano, su historia ha sido completamente diferente a la de la parte Subsahariana. El poblamiento de la región fue influenciado por dos fuertes barreras geográficas: el Desierto del Sahara al Sur, el cual divide al continente africano en dos regiones diferenciadas, y el Mar Mediterráneo al norte, el cual separa al continente europeo y al africano. Estas barreras geográficas podrían haber limitado las movilizaciones humanas en Norafrica a un gradiente este-oeste, aunque no fueron impermeables a otros movimientos humanos. Durante la primera mitad del Holoceno, el clima húmedo que prevaleció en el Sahara produjo un retroceso de los desiertos lo que permitió la colonización humana de esos territorios, pero durante los últimos 5000 años, el desierto del Sahara ha sufrido una aridificación gradual y se ha vuelto seco (Said y Faure 1990). Los registros históricos documentan que extensas rutas comerciales fueron establecidas a través del desierto entre África Subsahariana y la costa del norte. En contraste, desde el tiempo de los fenicios, el patrón de asentamiento basado en ciudades de la costa norafricana occidental integro a esta región al mundo mediterráneo. Persiste la orientación costera de las poblaciones, y de forma similar al desierto, separa al Magreb (Norafrica occidental) del resto del África (Newman 1995). Es más, durante el siglo 8 D.C, beréberes del norte de Marruecos y Algeria bajo liderazgo árabe cruzaron el Mar Mediterráneo y ocuparon la Península Ibérica por casi ocho siglos, aunque el impacto demográfico de la conquista fue limitado (Hitti 1990).

Hasta hace algunos años atrás, pocos estudios genéticos habían sido hechos en Norafrica occidental. En la ultima compilación de marcadores clásicos genéticos en Norafrica (Bosch y asociados 1997), el primer componente (PC) de frecuencias genéticas mostró un patrón este-oeste de diferenciación genética, de acuerdo con la barrera geográfica impuesta por el Sahara y el Mediterráneo. Recientes trabajos con short tandem repeats autosomicos (STRs; Bosch y asociados 2000), ADN mitocondrial (ADNmt) secuencias (Rando y asociados 1998) han mostrado una alta frecuencia (superior a 25%) de secuencias geográficamente especificas (llamadas haplogrupo U6) que esencialmente están ausentes en la Península Ibérica (desde 0% en los andaluces a 5% en los portugueses). El análisis del ADNmt ha mostrado un limitado flujo genético desde Europa a Norafrica que puede ser atribuido a movimientos humanos recientes. El estudio de los haplotipos del cromosoma Y (Bosch y asociados 1999) muestra poca mezcla genética entre Norafrica occidental y la Península Ibérica. El estudio de 21 sitios STR autosomicos en Norafrica occidental también mostró una clara diferencia genética entre las poblaciones norafricanas occidentales y las ibéricas, aunque algún grado de flujo genético hacia el Sur de España (andaluces) pudo ser detectado (Bosch y asociados 2000).



Hay un gran numero de polimorfismos de inserción Alu a lo largo del genoma humano, los cuales son rápidos y fáciles de examinar, aparentemente son neutrales selectivamente, y tienen estados ancestrales conocidos. La inserción de un elemento Alu dentro del genoma humano ciertamente es un evento único, haciendo cualquier par de alelos de inserción Alu idénticos en origen y libres de homoplasia (Batzer y Deininger 1991; Batzer y asociados 1994; Stoneking y asociados 1997). El uso de estos polimorfismos en un estudio a nivel mundial de las poblaciones humanas confirma la hipótesis del origen africano de los humanos modernos (Batzer y asociados 1994, 1996; Stoneking y asociados 1997). Sin embargo, el uso de los polimorfismos de inserción Alu ha sido enfocado a todo el mundo, y excepto para algunos estudios de poblaciones (Novick y asociados 1998), muy poca investigación ha sido realizada para resolver cuestiones especificas de poblaciones. Nosotros hemos analizado varias poblaciones norafricanas occidentales e ibéricas a través de 11 polimorfismos de inserción Alu, tres de las cuales no habían sido analizadas en estudios previos a nivel mundial, con el fin de: 1) Determinar la diferenciación genética de los polimorfismos de inserción Alu en las poblaciones norafricanas occidentales; 2) Comparar la composición genética de las poblaciones norafricanas occidentales e ibéricas para determinar la posible cantidad de flujo genético entre ellas; (3) Y para detectar el posible mestizaje provocado por las poblaciones subsaharianas hacia norafrica occidental. Se conoce que el uso de la reacción en cadena (PCR) basada en los polimorfismos neutrales autosomicos del ADN, cuyas frecuencias dependen solo de la deriva y la migración (y no de la mutación), es una herramienta poderosa y novedosa para el estudio de las poblaciones humanas.

Materiales y Métodos

Fue analizado un numero total de 676 individuos autóctonos de Norafrica occidental y la Península Ibérica (Fig. 1). La muestra estuvo compuesta de donadores de sangre saludables sin relaciones de parentesco, fue obtenido el consenso de todos los individuos participantes en el estudio. Las poblaciones ibéricas incluyen a 96 vascos, 60 catalanes, y 67 andaluces. Las muestras marroquíes fueron divididas en tres grupos diferentes de acuerdo a su origen: 140 individuos de la parte occidental del país, una región mayormente habitada por árabes, 111 individuos de las montañas Rif, en el norte de Marruecos, y 49 individuos del rango de las montañas Atlas, en la parte sudoriental de Marruecos, ambos territorios están habitados mayormente por el pueblo bereber, y 48 individuos del Sahara Occidental. También fueron analizadas muestras de Túnez (48 individuos) y Algeria (47 individuos). Además, varias poblaciones europeas y africanas descritas por Stoneking y asociados (1997).

Fueron examinados siete polimorfismos específicos humanos de inserción Alu (A25, B65, ACE, D1, APO, FXIIB, PV92, TPA25, HS2.43, HS3.23, y HS4.65) en cada muestra usando los cebadores descritos en otros estudios (Arcot y asociados 1995a, 1995b, 1996; Batzer y asociados 1996). Las condiciones de amplificación PCR para los primeros ocho loci fueron realizadas como fue descrito en otro estudio previo (Stoneking y asociados 1997) y para los otros tres loci se realizo lo siguiente: 95°C por 2 min, 52°C por 1 min, y 72°C por 1 min durante 30 ciclos, con un paso final de alargamiento de 72° por 7 min.

Las frecuencias de alelos fueron calculadas por conteo directo: fue determinado el equilibrio Hardy-Weinberg por una prueba exacta (Guo y Thompson 1992) traída por el programa Arlequin (Schneider y asociados 1996). La diversidad genética para cada población fue calculada de acuerdo a la formula D= n/(n-1) (1-E x2), donde n es el numero de copias de genes en la muestra y x es la frecuencia de cada alelo.

Las distancias genéticas relacionadas a FST fueron computadas entre pares de poblaciones (Reynolds y asociados 1983) y fueron representadas en un árbol neighbor-joining (NJ) (Saitou y Nei 1987) a través del paquete PHYLIP 3.5c (Felsenstein 1989). La topología del árbol fue determinada a través de 1000 iteraciones boostrap. Fue realizado el análisis de componentes principales (PCA) en la matriz de correlación de las frecuencias de inserción ALU analizadas por el paquete SPSS.

Con el objetivo de determinar la proporción de variación genética atribuible a las diferencias dentro y entre poblaciones, la variación genética fue prorrateada jerárquicamente luego del análisis de la variación molecular (AMOVA; Excoffier y asociados 1992) realizado con el programa Arlequin (Schneider y asociados 1996).

Fue construida una cadena Delaunay para identificar las zonas de marcado cambio genético (véase Bosch y asociados 1997). Para construir la cadena, nosotros definimos pares de muestras inmediatas y los conectamos por un total de 15 bordes. La distancia genética entre cada par de muestra fue asignada a cada borde, y la barrera genética más marcada fue obtenida trazando una línea perpendicular a lo largo de los bordes mostrando la mayor distancia genética. El procedimiento fue realizado para calcular la segunda y la tercera barrera genética.

Resultados

Las frecuencias de los 11 polimorfismos de inserción Alu en las nueve poblaciones (Fig. 1) son mostradas en la Tabla 1. Todos los loci son bialelicos, y solo se muestra la frecuencia de la presencia de la inserción Alu. Todos los loci fueron polimorficos en todas las poblaciones. Ocho de las 99 pruebas para el equilibrio Hardy-Weinberg mostraron desviaciones significativas del equilibrio. Después de la aplicación de la corrección de Bonferroni, solo dos comparaciones dieron desviaciones significativas (D1 en vascos y A25 en los saharauies). Como ninguna de las desviaciones se agrupo por locus o por población, probablemente representan fluctuaciones estadísticas aleatorias. La Tabla 2 muestra la diversidad promedio de genes por locus y por población. Las diversidades genéticas en un locus bialelico son una función directa de la frecuencia de cualquiera de los dos alelos. Los loci analizados en las poblaciones muestran diferencias significativas en su diversidad genética (Prueba Kruskal-Wallis P 0.001), lo cual es una consecuencia de la observación que, en algún loci, ambos alelos tienen frecuencias similares, mientras que en otros, uno de los alelos es raro, debido a las fluctuaciones aleatorias. No obstante, cuando nos enfocamos sobre la diversidad promedio de genes por población, no fue encontrada ninguna diferencia significativa entre las muestras (Prueba Kruskal-Wallis P=0.999), debido a las frecuencias similares de polimorfismos de inserción Alu encontradas en todas las muestras analizadas.

Con la finalidad de determinar la relación entre las poblaciones analizadas, fueron calculadas las distancias genéticas FST y descritas en un árbol NJ (Fig. 2.) El árbol claramente divide a las poblaciones dos grupos: poblaciones norafricanas e ibéricas. El nodo que separa a los grupos muestra un fuerte soporte bootstrap luego de 1000 iteraciones (98.7%). Al lado de este nodo, ningún otro nodo dentro de los dos grupos mostró fuerte soporte bootstrap, excepto por el que une a los saharauies y a los marroquíes sudorientales al resto de la cadena.

Debido a que un árbol NJ impone un modelo de bifurcación a una matriz de distancia, el cual podría ser inadecuado para poblaciones muy relacionadas, nosotros determinamos la relación genética entre las poblaciones a través de un PCA. Los primeros dos PC agrupan 68% de la variación genética observada, y su cuadro (Fig. 3) muestra un patrón similar al mostrado en el árbol NJ. El primer PC claramente separa a las poblaciones ibéricas que son caracterizadas (con una correlación absoluta mayor de 0.85) por altas frecuencias de las inserciones Alu APO y FXIIIB y por bajas frecuencias de PV92. La singularidad de los saharauies y los marroquíes sudorientales con respecto al resto de las poblaciones norafricanas occidentales, mostrada por el segundo PC, parecen ser (con r=0.87) atribuible a la baja frecuencia de la inserción Alu B65.

Como se esperaba, la primera barrera genética en la cadena Delaunay (Fig. 4) separa a las muestras ibéricas y a las muestras norafricanas. La segunda separa a los saharauies y a los marroquíes sudorientales del resto, y la tercera separa a las poblaciones norafricanas en una región oriental y en una región occidental.

Fue realizado un AMOVA considerando a todas las muestras como un solo grupo para establecer el prorrateo de la variación genética. La fracción de la variación genética resultante de las diferencias entre poblaciones fue 1.48% (un valor significativamente diferente de cero, P 0.001), mientras que el resto fue encontrado dentro de las poblaciones. Cuando las poblaciones fueron divididas en ibéricos y norafricanos, la fracción de la variación genética atribuible a las diferencias entre grupos fue 1.96% (P=0.009), mientras que las diferencias entre poblaciones fue 0.47% (P 0.001). Cuando restringimos el AMOVA a las poblaciones ibéricas, la variación genética atribuible a las diferencias entre poblaciones, no fue diferente a cero (0.26%, P00.172), lo que sugiere que las poblaciones ibéricas son muy homogéneas. Dentro de Norafrica, 0.57% de la variación genética fue atribuible a las diferencias entre poblaciones (p 0.001).

En orden de colocar la diversidad genética ibérica y norafricana occidental de la inserción Alu dentro un marco global, comparamos nuestras muestras con otros grupos europeos y africanos: franceses, bretones y suizos; y kungs, ngunis y bantu parlantes de la rama Sotho/Tswana. Las frecuencias de inserción Alu para ocho sitios analizados por Stoneking y asociados (1997) fueron compiladas, y los tres sitios restantes (HS2.43, HS 3.23, y HS4.65) fueron tipeados como se ha descrito con las mismas muestras. Las distancias genéticas fueron calculadas y representadas en un árbol NJ (fig. 5). El árbol claramente separa primero a las poblaciones subsaharianas del resto con un fuerte apoyo bootstrap (96%) y subsecuentemente separa a los europeos de los norafricanos occidentales (85.8% de apoyo bootstrap. Las muestras ibéricas se agruparon junto con el resto de las poblaciones europeas, y no hubo ramificaciones robustas entre ellas, lo que sugiere una alta homogeneidad dentro de las poblaciones europeas. Las poblaciones norafricanas occidentales se agruparon juntas, sin embargo, es interesante notar que dos muestras presentaron características únicas en los análisis previos (los saharauies y los marroquíes del sudeste) estuvieron relacionadas con los africanos subsaharianos, y la ramificación que los relacionaba a ellos tuvo un fuerte apoyo bootstrap (82.9%). Esta afinidad sugiere cierto grado de flujo genético desde África Subsahariana hacia Norafrica Occidental. Cuando se agregaba una población ancestral hipotética que no contenía ninguna de las repeticiones Alu, la ramificación resultante separaba a la población africana subsahariana del resto de las poblaciones (la posición es señalada por una flecha en la Fig. 5), algo que fue descrito en estudios previos (Batzer y asociados, 1994, 1996; Stoneking y asociados 1997).



El cuadro de los primeros dos PC, el cual comprende 69.1% de la variación genética observada, mostró una división similar (Fig. 6). El primer PC separa a las poblaciones africanas subsaharianas del resto de las muestras, pero los saharauies y los marroquíes sudorientales fueron localizados en una posición intermedia. las muestras subsaharianas fueron caracterizadas (con correlaciones absolutas mayores que 0.8) por altas frecuencias de inserciones Alu en el locus A25 y bajas frecuencias en APO, FXIIIB, HS2.43 y TPA25. El segundo PC agrupo 24.2% de la variación observada y separo a las muestras africanas noroccidentales, las cuales fueron caracterizadas (con correlaciones absolutas mayores de 0.7) por altas frecuencias de la inserción Alu PV92. Cuando fue agregada una población ancestral hipotética al análisis PC (no se muestran los datos), el cuadro de los dos primeros PC mostró un patrón similar, pero en este caso, el primer PC separo a la población ancestral del resto de las poblaciones, y el segundo PC separo a los africanos subsaharianos del resto.

Discusión

En este estudio, hemos analizado 11 polimorfismos de inserción Alu en varias poblaciones norafricanas e ibéricas, y en todos los análisis realizados, fue detectada una clara diferenciación entre ambos grupos de poblaciones. Estos resultados son concordantes con los estudios previos de polimorfismos clásicos (Bosch y asociados. 1997; Simoni y asociados 1999), polimorfismos del cromosoma Y (Bosch y asociados 1999) y STR autosomicos (Bosch y asociados 2000): es mostrada una clara diferenciación entre los norafricanos occidentales y los ibéricos por las distancias genéticas y los análisis PC. Aunque es documentada una profunda influencia cultural norafricana occidental en la Península Ibérica por los historiadores, el impacto demográfico de los norafricanos pudo haber sido limitado.

La distancia geográfica entre Norafrica occidental y la Península Ibérica en su parte más angosta es de menos de 15 km, pero pudo actuar como una fuerte barrera geográfica, impidiendo el flujo genético entre los dos continentes. El mediterráneo es un mar cerrado con alta evaporación y agua proveniente del Océano Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar. Este hecho produce corrientes marítimas que podrían hacer dificultosa la navegación y restringir el flujo genético. Aun cuando las dificultades de navegación fuesen incuestionables, la distancia es suficiente para permitir la migración. El presente análisis, sin embargo, muestra que el Estrecho de Gibraltar actuó como una barrera que provoco la discontinuidad genética. Sin embargo, esto no significa que la barrera geográfica por si misma impidió la migración. Una barrera genética por si misma podría no diferenciar a las poblaciones que divide. Un mecanismo diferente podría haber generado la diferenciación genética a ambos lados del Estrecho de Gibraltar: la oleada Neolítica que podría haber ocurrido paralelamente a lo largo de las dos costas mediterráneas (Bosch y asociados 1997; Simoni y asociados 1999). Este fenómeno también podría haber generado una diferencia cultural al traer los idiomas indoeuropeos a la costa norte del Mediterráneo y los idiomas afroasiáticos a la costa sur (Renfrew 1991; Barbujani y asociados 1994). Tales factores culturales muestran la misma discontinuidad que podría haber actuado como un reforzador de la separación genética creando un mecanismo positivo feed-back de diferenciación y produciendo el escenario demográfico cuyas consecuencias genéticas han sido detectadas en el presente estudio.

Los beréberes del norte de Marruecos y Algeria bajo liderazgo árabe cruzaron el mar mediterráneo e impusieron su poder en Iberia en el siglo 8 D.C.; Esto duro al menos ocho siglos en la parte sur de la Península (Andalucía), enriqueciendo la cultura local y trayendo innovaciones tecnológicas a la región. La influencia cultural en la parte norte de la Península, representada en el presente estudio por los catalanes y los vascos, fue mucho menos importante que en su parte sureña. Sin embargo, hay poca diferenciación entre el norte y el sur de la Península en las frecuencias de inserciones Alu analizadas, y por consiguiente, la diferente influencia cultural árabe no se correlaciona con la variación genética observada: los andaluces no muestran cortas distancias genéticas con respecto a los norafricanos que con los catalanes. El mismo patrón es observado en las secuencias del ADNmt (Rando y asociados 1998), pero los STR autosomicos (Bosch y asociados 1999) muestran frecuencias de alelos que podrían ser interpretadas como el resultado de un flujo genético desde Norafrica Occidental hacia el Sur de Iberia (Andaluces).

Los vascos han mostrado ser una población genética aislada en los marcadores autosomicos dentro del grupo europeo (Bertranpetit y Cavalli-Sforza 1991; Calafell y Bentranpetit 1994); esto ha sido interpretado como el resultado de un origen europeo, una divergencia antigua por deriva, y un aislamiento posterior. Sin embargo, otros autores (Martínez-Laso y asociados 1995; Arnazis-Villena y asociados 1995, 1997) han propuesto un origen común para los iberos (incluyendo a los vascos) y los beréberes basándose en frecuencias similares de algunos haplotipos HLA. Sin embargo, cuando fueron agregados nuevos datos HLA y realizados nuevos análisis numéricos, no fue encontrada ninguna relación especial entre las poblaciones norafricanas y las ibéricas cuando estas fueron comparadas al resto de las poblaciones europeas (Comas y asociados 1998). En el presente estudio, fue encontrada una débil relación genética entre las poblaciones ibéricas y norafricanas cuando se observó en un armazón más amplio. Un origen común para ambas poblaciones no es apoyado por los datos.

Aunque los vascos han sido descritos como una población genéticamente aislada dentro del paisaje genético homogéneo europeo, caen dentro de la diversidad europea a lo largo de todos los análisis realizados y reportados aquí. La frecuencia de las inserciones Alu y el ADNmt (Bertanpetit y asociados 1995) o los marcadores del cromosoma Y (Hurles y asociados 1999; Bosch y asociados 1999) no muestran la clara diferenciación que es mostrada por otros marcadores (tales como los marcadores genéticos clásicos). Sin embargo, la singularidad de la población vasca es mostrada por su posición extrema en el tercer PC en un análisis con seis poblaciones europeas, y en los PC primero y cuarto en un análisis con las poblaciones ibéricas y norafricanas. Debido a que las diferencias genéticas entre los vascos y otros europeos probablemente se originaron por aislamiento y deriva aleatoria subsiguiente (Bertranpetit y Cavalli-Sforza 1991; Calafell y Bertranpetit 1994), y que estas diferencias son relativamente pequeñas (aunque no son tan pequeñas cuando son consideradas contra las poblaciones homogéneas europeas), no es sorprendente que los subgrupos de loci nucleares no permitieran la detección de esas diferencias. Sin embargo, los 11 polimorfismos de inserción Alu tienen suficiente poder para mostrar las fuertes diferencias genéticas entre las poblaciones europeas y norafricanas.



Las muestras norafricanas occidentales analizadas presentan mas relación genética con las poblaciones europeas que con las poblaciones africanas subsaharianas. Los presentes datos apoyan la hipótesis de una colonización independiente, aunque paralela de Norafrica y el Sur de Europa (Bosch y asociados 1997; Simoni y asociados 199). Ambas costas mediterráneas son mas similares genéticamente entre sí al ser comparadas con el África Subsahariana. El Estrecho de Gibraltar no fue cruzado por una migración importante desde Norafrica a Europa o desde Europa a Norafrica. Es conocido que Iberia actuó como un cul de sac para los Neandertales en el Paleolítico Medio y que los humanos modernos se expandieron desde Oriente Próximo. Es probable que el establecimiento independiente de humanos anatómicamente modernos en ambos lados del Estrecho de Gibraltar fue la causa inicial de las diferencias genéticas. Los eventos demográficos subsecuentes, incluyendo el Neolítico, contactos mediterráneos (desde el segundo milenio A.C al periodo romano), y las expansiones islámicas parecen haber tenido poco impacto genético sobre los intercambios norte-sur. Se ha sugerido que la Arabización del Magreb (Norafrica occidental) fue el resultado de un reemplazamiento cultural con impacto demográfico (y genético) limitado (Hitti 1990). En el presente estudio, las poblaciones beréberes son representadas por muestras provenientes de las montañas Rif (marroquíes del norte) y del rango de las montañas Atlas (marroquíes del Sudeste), mientras que las poblaciones árabes son representadas por los marroquíes occidentales, los argelinos, y los tunecinos. Las distancias genéticas más cortas entre todas las muestras examinadas son entre los marroquíes del norte y los marroquíes occidentales, y por el contrario, las diferencias genéticas entre los dos grupos beréberes (marroquíes norteños y sudorientales) son grandes. Las diferencias culturales y lingüísticas entre los marroquíes árabes y los beréberes no están correlacionadas con los datos actuales sobre polimorfismos de inserción Alu y están de acuerdo con otros datos genéticos (Bosch y asociados 1997, 1999) apoyando el punto de vista de que la Arabización en el Magreb fue el resultado de un reemplazamiento cultural con poco impacto demográfico.

Aparte del Mar Mediterráneo, la otra barrera geográfica que limito las migraciones en Norafrica: el Desierto del Sahara, parece ser más permeable a los movimientos humanos en su parte noroccidental. El descubrimiento de que, en el pasado, el Desierto del Sahara fue mas húmedo que en la actualidad, podría explicar porque el Sahara pudo haber sido una barrera genética menos importante que el Mediterráneo. Incluso sucede lo mismo en Norafrica oriental, en donde el Nilo podría haber funcionado como una vía de comunicación e intercambio entre el norte y el sur, Krings y asociados (1999) han encontrado un profundo gradiente de diferenciación genética en secuencias del ADNmt a lo largo del Río Nilo. Las cortas distancias genéticas observadas entre los saharauies y los marroquíes sudorientales y las poblaciones sudsaharianas puede ser explicado por algún proceso de mestizaje ocurrido en el Desierto del Sahara. Estos resultados concuerdan con datos genéticos previos (Lefranc y asociados 1979; Rando y asociados 1998; Bosch y asociados 1999, 2000), sugiriendo que el mestizaje a través del Sahara pudo haber sido provocado por un flujo genético entre ambos grupos de poblaciones, creando un cline de mezcla subsahariana en Norafrica occidental, el cual es mas fuerte en la parte sureña que en la parte norteña. Sin embargo, a pesar de este flujo genético, hay una profunda diferenciación genética entre las poblaciones norafricanas y las subsaharianas. En resumen, nuestro estudio con los polimorfismos de inserción Alu mostró que el Estrecho de Gibraltar, el cual solo mide 15 Km. de ancho, actuó como una barrera mucho mas fuerte al flujo genético que el Desierto del Sahara de 2.000 Km.

Agradecimientos

Agradecemos a Marjo Leppaälä y a Kirsti Höök por su asistencia técnica. También agradecemos a Lourdes Fañanás y a Blanca Gutiérrez por facilitarnos las muestras andaluzas, a Chiheb Ben Rayana por proveernos algunas de las muestras tunecinas, a Noureddine Bouzerna por la colección de muestras argelinas, a Marc Valls por ayudarnos a recolectar las muestras marroquíes, y a Jordi Clarimón y a Elena Bosch por su ayuda en la extracción del ADN y por sus criticas.

Esta investigación fue financiada por la Dirección General de Investigación Científica y Técnica en España (PB95-0267-CO2-01 y PB98-1064), Direcció General de Recerca, Generalitat de Catalunya (1998SGR00009) y beca numero 199-IJ-CX-K009 de la Oficina de Programas de Justicia, Instituto Nacional de Justicia, Departamento de Justicia (MAB). Los puntos de vista en este documento son de los autores y no representan necesariamente la posición oficial del Departamento de Justicia de EE.UU. D.C. fue apoyado financieramente por el Ministerio Finlandés de Educación y por las becas de CIMO (Center for International Mobility) para los Pdh extranjeros y los investigadores jóvenes.

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BAILARÉ SOBRE TU TUMBA rebuznó:
Las poblaciones más morenas de España son las fronterizas con Portugal(y las más pobres)

¿Y Murcia o Castilla La Mancha por ejemplo donde tienen la frontera con Portugal?
 
Codeisan de 20 rebuznó:
La mentira del mestizaje hispano-africano.

Human Genetics (2000) 107 : pags. 312–319 15 de Septiembre de 2000

Polimorfismos de inserción Alu en Norafrica Occidental y la Península Ibérica: evidencia para una fuerte barrera genética a través del Estrecho de Gibraltar

Autores:

David Comas · Francesc Calafell · Jaume Bertranpetit

Unitat de Biología Evolutiva. Facultat de Ciencies de la Salut i de la Vida. Universitat Pompeu Fabra. Doctor Aiguader 80. 08003 Barcelona, Cataluña, España. Correo electronico: [email protected] Tel. : + 34 93 542 2840, Fax: + 34 93 542 2802

Antti Sajantila

Departamento de Medicina Forense. P.O. Box 40. Universidad de Helsinki. 00014 Helsinki, Finlandia.

Noufissa Benchemsi

Centro Nacional de Transfusión Sanguínea, 11400 Rabat, Marruecos.

Ahmed Helal

Facultad de Farmacia de Monastir, 5019 Monastir. Túnez

Gerard Lefranc

CNRS UPR 1142 - Instituto de Genética Humana. Universidad de Montepellier II, 34095 Montepellier Cedex 5, Francia

Mark Stoneking

Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva, Inselstrasse 22, D-04103 Leipzig, Alemania.

Mark A. Batzer

Departamentos de Patología, Biometría y Genética, Bioquímica y Biología Molecular, Centro para el tratamiento del Cáncer Stanley S. Scott, Centro de Neurociencia, Centro de Ciencias de la Salud, Universidad estatal de Louisiana, 1901 Perdido street, New Orleans, LA 70112, EE.UU.



Resumen

Un análisis de 11 polimorfismos de inserción Alu (ACE, TPA25, PV92, APO, FXIIIB, D1, A25, B65, HS2.43, HS3.23, y HS4.65) ha sido hecho a varias poblaciones norafricanas occidentales (marroquíes del norte, del oeste y del sudeste; saharauies; argelinos y tunecinos) e ibéricas (vascos, catalanes y andaluces). Las distancias genéticas y los principales análisis de los componentes muestran una clara diferenciación entre los grupos de muestras ibéricas y norafricanas occidentales, sugiriendo una fuerte barrera genética provocada por la barrera geográfica del Mar mediterráneo. La restricción al flujo genético puede ser atribuida a los riesgos para la navegación provocados por el Estrecho, aunque los factores culturales también jugaron un rol bastante importante. Los marroquíes, como resultado de un continuo flujo genético a través del Sahara han creado un cline norte-sur de influencia genética africana subsahariana en Norafrica. Las muestras genéticas ibéricas muestran un substancial grado de homogeneidad y se agrupan dentro del grupo (valga la redundancia) de la diversidad europea.

Introducción

La historia de las poblaciones de Norafrica es muy interesante porque, aunque la región pertenece al continente africano, su historia ha sido completamente diferente a la de la parte Subsahariana. El poblamiento de la región fue influenciado por dos fuertes barreras geográficas: el Desierto del Sahara al Sur, el cual divide al continente africano en dos regiones diferenciadas, y el Mar Mediterráneo al norte, el cual separa al continente europeo y al africano. Estas barreras geográficas podrían haber limitado las movilizaciones humanas en Norafrica a un gradiente este-oeste, aunque no fueron impermeables a otros movimientos humanos. Durante la primera mitad del Holoceno, el clima húmedo que prevaleció en el Sahara produjo un retroceso de los desiertos lo que permitió la colonización humana de esos territorios, pero durante los últimos 5000 años, el desierto del Sahara ha sufrido una aridificación gradual y se ha vuelto seco (Said y Faure 1990). Los registros históricos documentan que extensas rutas comerciales fueron establecidas a través del desierto entre África Subsahariana y la costa del norte. En contraste, desde el tiempo de los fenicios, el patrón de asentamiento basado en ciudades de la costa norafricana occidental integro a esta región al mundo mediterráneo. Persiste la orientación costera de las poblaciones, y de forma similar al desierto, separa al Magreb (Norafrica occidental) del resto del África (Newman 1995). Es más, durante el siglo 8 D.C, beréberes del norte de Marruecos y Algeria bajo liderazgo árabe cruzaron el Mar Mediterráneo y ocuparon la Península Ibérica por casi ocho siglos, aunque el impacto demográfico de la conquista fue limitado (Hitti 1990).

Hasta hace algunos años atrás, pocos estudios genéticos habían sido hechos en Norafrica occidental. En la ultima compilación de marcadores clásicos genéticos en Norafrica (Bosch y asociados 1997), el primer componente (PC) de frecuencias genéticas mostró un patrón este-oeste de diferenciación genética, de acuerdo con la barrera geográfica impuesta por el Sahara y el Mediterráneo. Recientes trabajos con short tandem repeats autosomicos (STRs; Bosch y asociados 2000), ADN mitocondrial (ADNmt) secuencias (Rando y asociados 1998) han mostrado una alta frecuencia (superior a 25%) de secuencias geográficamente especificas (llamadas haplogrupo U6) que esencialmente están ausentes en la Península Ibérica (desde 0% en los andaluces a 5% en los portugueses). El análisis del ADNmt ha mostrado un limitado flujo genético desde Europa a Norafrica que puede ser atribuido a movimientos humanos recientes. El estudio de los haplotipos del cromosoma Y (Bosch y asociados 1999) muestra poca mezcla genética entre Norafrica occidental y la Península Ibérica. El estudio de 21 sitios STR autosomicos en Norafrica occidental también mostró una clara diferencia genética entre las poblaciones norafricanas occidentales y las ibéricas, aunque algún grado de flujo genético hacia el Sur de España (andaluces) pudo ser detectado (Bosch y asociados 2000).



Hay un gran numero de polimorfismos de inserción Alu a lo largo del genoma humano, los cuales son rápidos y fáciles de examinar, aparentemente son neutrales selectivamente, y tienen estados ancestrales conocidos. La inserción de un elemento Alu dentro del genoma humano ciertamente es un evento único, haciendo cualquier par de alelos de inserción Alu idénticos en origen y libres de homoplasia (Batzer y Deininger 1991; Batzer y asociados 1994; Stoneking y asociados 1997). El uso de estos polimorfismos en un estudio a nivel mundial de las poblaciones humanas confirma la hipótesis del origen africano de los humanos modernos (Batzer y asociados 1994, 1996; Stoneking y asociados 1997). Sin embargo, el uso de los polimorfismos de inserción Alu ha sido enfocado a todo el mundo, y excepto para algunos estudios de poblaciones (Novick y asociados 1998), muy poca investigación ha sido realizada para resolver cuestiones especificas de poblaciones. Nosotros hemos analizado varias poblaciones norafricanas occidentales e ibéricas a través de 11 polimorfismos de inserción Alu, tres de las cuales no habían sido analizadas en estudios previos a nivel mundial, con el fin de: 1) Determinar la diferenciación genética de los polimorfismos de inserción Alu en las poblaciones norafricanas occidentales; 2) Comparar la composición genética de las poblaciones norafricanas occidentales e ibéricas para determinar la posible cantidad de flujo genético entre ellas; (3) Y para detectar el posible mestizaje provocado por las poblaciones subsaharianas hacia norafrica occidental. Se conoce que el uso de la reacción en cadena (PCR) basada en los polimorfismos neutrales autosomicos del ADN, cuyas frecuencias dependen solo de la deriva y la migración (y no de la mutación), es una herramienta poderosa y novedosa para el estudio de las poblaciones humanas.

Materiales y Métodos

Fue analizado un numero total de 676 individuos autóctonos de Norafrica occidental y la Península Ibérica (Fig. 1). La muestra estuvo compuesta de donadores de sangre saludables sin relaciones de parentesco, fue obtenido el consenso de todos los individuos participantes en el estudio. Las poblaciones ibéricas incluyen a 96 vascos, 60 catalanes, y 67 andaluces. Las muestras marroquíes fueron divididas en tres grupos diferentes de acuerdo a su origen: 140 individuos de la parte occidental del país, una región mayormente habitada por árabes, 111 individuos de las montañas Rif, en el norte de Marruecos, y 49 individuos del rango de las montañas Atlas, en la parte sudoriental de Marruecos, ambos territorios están habitados mayormente por el pueblo bereber, y 48 individuos del Sahara Occidental. También fueron analizadas muestras de Túnez (48 individuos) y Algeria (47 individuos). Además, varias poblaciones europeas y africanas descritas por Stoneking y asociados (1997).

Fueron examinados siete polimorfismos específicos humanos de inserción Alu (A25, B65, ACE, D1, APO, FXIIB, PV92, TPA25, HS2.43, HS3.23, y HS4.65) en cada muestra usando los cebadores descritos en otros estudios (Arcot y asociados 1995a, 1995b, 1996; Batzer y asociados 1996). Las condiciones de amplificación PCR para los primeros ocho loci fueron realizadas como fue descrito en otro estudio previo (Stoneking y asociados 1997) y para los otros tres loci se realizo lo siguiente: 95°C por 2 min, 52°C por 1 min, y 72°C por 1 min durante 30 ciclos, con un paso final de alargamiento de 72° por 7 min.

Las frecuencias de alelos fueron calculadas por conteo directo: fue determinado el equilibrio Hardy-Weinberg por una prueba exacta (Guo y Thompson 1992) traída por el programa Arlequin (Schneider y asociados 1996). La diversidad genética para cada población fue calculada de acuerdo a la formula D= n/(n-1) (1-E x2), donde n es el numero de copias de genes en la muestra y x es la frecuencia de cada alelo.

Las distancias genéticas relacionadas a FST fueron computadas entre pares de poblaciones (Reynolds y asociados 1983) y fueron representadas en un árbol neighbor-joining (NJ) (Saitou y Nei 1987) a través del paquete PHYLIP 3.5c (Felsenstein 1989). La topología del árbol fue determinada a través de 1000 iteraciones boostrap. Fue realizado el análisis de componentes principales (PCA) en la matriz de correlación de las frecuencias de inserción ALU analizadas por el paquete SPSS.

Con el objetivo de determinar la proporción de variación genética atribuible a las diferencias dentro y entre poblaciones, la variación genética fue prorrateada jerárquicamente luego del análisis de la variación molecular (AMOVA; Excoffier y asociados 1992) realizado con el programa Arlequin (Schneider y asociados 1996).

Fue construida una cadena Delaunay para identificar las zonas de marcado cambio genético (véase Bosch y asociados 1997). Para construir la cadena, nosotros definimos pares de muestras inmediatas y los conectamos por un total de 15 bordes. La distancia genética entre cada par de muestra fue asignada a cada borde, y la barrera genética más marcada fue obtenida trazando una línea perpendicular a lo largo de los bordes mostrando la mayor distancia genética. El procedimiento fue realizado para calcular la segunda y la tercera barrera genética.

Resultados

Las frecuencias de los 11 polimorfismos de inserción Alu en las nueve poblaciones (Fig. 1) son mostradas en la Tabla 1. Todos los loci son bialelicos, y solo se muestra la frecuencia de la presencia de la inserción Alu. Todos los loci fueron polimorficos en todas las poblaciones. Ocho de las 99 pruebas para el equilibrio Hardy-Weinberg mostraron desviaciones significativas del equilibrio. Después de la aplicación de la corrección de Bonferroni, solo dos comparaciones dieron desviaciones significativas (D1 en vascos y A25 en los saharauies). Como ninguna de las desviaciones se agrupo por locus o por población, probablemente representan fluctuaciones estadísticas aleatorias. La Tabla 2 muestra la diversidad promedio de genes por locus y por población. Las diversidades genéticas en un locus bialelico son una función directa de la frecuencia de cualquiera de los dos alelos. Los loci analizados en las poblaciones muestran diferencias significativas en su diversidad genética (Prueba Kruskal-Wallis P 0.001), lo cual es una consecuencia de la observación que, en algún loci, ambos alelos tienen frecuencias similares, mientras que en otros, uno de los alelos es raro, debido a las fluctuaciones aleatorias. No obstante, cuando nos enfocamos sobre la diversidad promedio de genes por población, no fue encontrada ninguna diferencia significativa entre las muestras (Prueba Kruskal-Wallis P=0.999), debido a las frecuencias similares de polimorfismos de inserción Alu encontradas en todas las muestras analizadas.

Con la finalidad de determinar la relación entre las poblaciones analizadas, fueron calculadas las distancias genéticas FST y descritas en un árbol NJ (Fig. 2.) El árbol claramente divide a las poblaciones dos grupos: poblaciones norafricanas e ibéricas. El nodo que separa a los grupos muestra un fuerte soporte bootstrap luego de 1000 iteraciones (98.7%). Al lado de este nodo, ningún otro nodo dentro de los dos grupos mostró fuerte soporte bootstrap, excepto por el que une a los saharauies y a los marroquíes sudorientales al resto de la cadena.

Debido a que un árbol NJ impone un modelo de bifurcación a una matriz de distancia, el cual podría ser inadecuado para poblaciones muy relacionadas, nosotros determinamos la relación genética entre las poblaciones a través de un PCA. Los primeros dos PC agrupan 68% de la variación genética observada, y su cuadro (Fig. 3) muestra un patrón similar al mostrado en el árbol NJ. El primer PC claramente separa a las poblaciones ibéricas que son caracterizadas (con una correlación absoluta mayor de 0.85) por altas frecuencias de las inserciones Alu APO y FXIIIB y por bajas frecuencias de PV92. La singularidad de los saharauies y los marroquíes sudorientales con respecto al resto de las poblaciones norafricanas occidentales, mostrada por el segundo PC, parecen ser (con r=0.87) atribuible a la baja frecuencia de la inserción Alu B65.

Como se esperaba, la primera barrera genética en la cadena Delaunay (Fig. 4) separa a las muestras ibéricas y a las muestras norafricanas. La segunda separa a los saharauies y a los marroquíes sudorientales del resto, y la tercera separa a las poblaciones norafricanas en una región oriental y en una región occidental.

Fue realizado un AMOVA considerando a todas las muestras como un solo grupo para establecer el prorrateo de la variación genética. La fracción de la variación genética resultante de las diferencias entre poblaciones fue 1.48% (un valor significativamente diferente de cero, P 0.001), mientras que el resto fue encontrado dentro de las poblaciones. Cuando las poblaciones fueron divididas en ibéricos y norafricanos, la fracción de la variación genética atribuible a las diferencias entre grupos fue 1.96% (P=0.009), mientras que las diferencias entre poblaciones fue 0.47% (P 0.001). Cuando restringimos el AMOVA a las poblaciones ibéricas, la variación genética atribuible a las diferencias entre poblaciones, no fue diferente a cero (0.26%, P00.172), lo que sugiere que las poblaciones ibéricas son muy homogéneas. Dentro de Norafrica, 0.57% de la variación genética fue atribuible a las diferencias entre poblaciones (p 0.001).

En orden de colocar la diversidad genética ibérica y norafricana occidental de la inserción Alu dentro un marco global, comparamos nuestras muestras con otros grupos europeos y africanos: franceses, bretones y suizos; y kungs, ngunis y bantu parlantes de la rama Sotho/Tswana. Las frecuencias de inserción Alu para ocho sitios analizados por Stoneking y asociados (1997) fueron compiladas, y los tres sitios restantes (HS2.43, HS 3.23, y HS4.65) fueron tipeados como se ha descrito con las mismas muestras. Las distancias genéticas fueron calculadas y representadas en un árbol NJ (fig. 5). El árbol claramente separa primero a las poblaciones subsaharianas del resto con un fuerte apoyo bootstrap (96%) y subsecuentemente separa a los europeos de los norafricanos occidentales (85.8% de apoyo bootstrap. Las muestras ibéricas se agruparon junto con el resto de las poblaciones europeas, y no hubo ramificaciones robustas entre ellas, lo que sugiere una alta homogeneidad dentro de las poblaciones europeas. Las poblaciones norafricanas occidentales se agruparon juntas, sin embargo, es interesante notar que dos muestras presentaron características únicas en los análisis previos (los saharauies y los marroquíes del sudeste) estuvieron relacionadas con los africanos subsaharianos, y la ramificación que los relacionaba a ellos tuvo un fuerte apoyo bootstrap (82.9%). Esta afinidad sugiere cierto grado de flujo genético desde África Subsahariana hacia Norafrica Occidental. Cuando se agregaba una población ancestral hipotética que no contenía ninguna de las repeticiones Alu, la ramificación resultante separaba a la población africana subsahariana del resto de las poblaciones (la posición es señalada por una flecha en la Fig. 5), algo que fue descrito en estudios previos (Batzer y asociados, 1994, 1996; Stoneking y asociados 1997).



El cuadro de los primeros dos PC, el cual comprende 69.1% de la variación genética observada, mostró una división similar (Fig. 6). El primer PC separa a las poblaciones africanas subsaharianas del resto de las muestras, pero los saharauies y los marroquíes sudorientales fueron localizados en una posición intermedia. las muestras subsaharianas fueron caracterizadas (con correlaciones absolutas mayores que 0.8) por altas frecuencias de inserciones Alu en el locus A25 y bajas frecuencias en APO, FXIIIB, HS2.43 y TPA25. El segundo PC agrupo 24.2% de la variación observada y separo a las muestras africanas noroccidentales, las cuales fueron caracterizadas (con correlaciones absolutas mayores de 0.7) por altas frecuencias de la inserción Alu PV92. Cuando fue agregada una población ancestral hipotética al análisis PC (no se muestran los datos), el cuadro de los dos primeros PC mostró un patrón similar, pero en este caso, el primer PC separo a la población ancestral del resto de las poblaciones, y el segundo PC separo a los africanos subsaharianos del resto.

Discusión

En este estudio, hemos analizado 11 polimorfismos de inserción Alu en varias poblaciones norafricanas e ibéricas, y en todos los análisis realizados, fue detectada una clara diferenciación entre ambos grupos de poblaciones. Estos resultados son concordantes con los estudios previos de polimorfismos clásicos (Bosch y asociados. 1997; Simoni y asociados 1999), polimorfismos del cromosoma Y (Bosch y asociados 1999) y STR autosomicos (Bosch y asociados 2000): es mostrada una clara diferenciación entre los norafricanos occidentales y los ibéricos por las distancias genéticas y los análisis PC. Aunque es documentada una profunda influencia cultural norafricana occidental en la Península Ibérica por los historiadores, el impacto demográfico de los norafricanos pudo haber sido limitado.

La distancia geográfica entre Norafrica occidental y la Península Ibérica en su parte más angosta es de menos de 15 km, pero pudo actuar como una fuerte barrera geográfica, impidiendo el flujo genético entre los dos continentes. El mediterráneo es un mar cerrado con alta evaporación y agua proveniente del Océano Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar. Este hecho produce corrientes marítimas que podrían hacer dificultosa la navegación y restringir el flujo genético. Aun cuando las dificultades de navegación fuesen incuestionables, la distancia es suficiente para permitir la migración. El presente análisis, sin embargo, muestra que el Estrecho de Gibraltar actuó como una barrera que provoco la discontinuidad genética. Sin embargo, esto no significa que la barrera geográfica por si misma impidió la migración. Una barrera genética por si misma podría no diferenciar a las poblaciones que divide. Un mecanismo diferente podría haber generado la diferenciación genética a ambos lados del Estrecho de Gibraltar: la oleada Neolítica que podría haber ocurrido paralelamente a lo largo de las dos costas mediterráneas (Bosch y asociados 1997; Simoni y asociados 1999). Este fenómeno también podría haber generado una diferencia cultural al traer los idiomas indoeuropeos a la costa norte del Mediterráneo y los idiomas afroasiáticos a la costa sur (Renfrew 1991; Barbujani y asociados 1994). Tales factores culturales muestran la misma discontinuidad que podría haber actuado como un reforzador de la separación genética creando un mecanismo positivo feed-back de diferenciación y produciendo el escenario demográfico cuyas consecuencias genéticas han sido detectadas en el presente estudio.

Los beréberes del norte de Marruecos y Algeria bajo liderazgo árabe cruzaron el mar mediterráneo e impusieron su poder en Iberia en el siglo 8 D.C.; Esto duro al menos ocho siglos en la parte sur de la Península (Andalucía), enriqueciendo la cultura local y trayendo innovaciones tecnológicas a la región. La influencia cultural en la parte norte de la Península, representada en el presente estudio por los catalanes y los vascos, fue mucho menos importante que en su parte sureña. Sin embargo, hay poca diferenciación entre el norte y el sur de la Península en las frecuencias de inserciones Alu analizadas, y por consiguiente, la diferente influencia cultural árabe no se correlaciona con la variación genética observada: los andaluces no muestran cortas distancias genéticas con respecto a los norafricanos que con los catalanes. El mismo patrón es observado en las secuencias del ADNmt (Rando y asociados 1998), pero los STR autosomicos (Bosch y asociados 1999) muestran frecuencias de alelos que podrían ser interpretadas como el resultado de un flujo genético desde Norafrica Occidental hacia el Sur de Iberia (Andaluces).

Los vascos han mostrado ser una población genética aislada en los marcadores autosomicos dentro del grupo europeo (Bertranpetit y Cavalli-Sforza 1991; Calafell y Bentranpetit 1994); esto ha sido interpretado como el resultado de un origen europeo, una divergencia antigua por deriva, y un aislamiento posterior. Sin embargo, otros autores (Martínez-Laso y asociados 1995; Arnazis-Villena y asociados 1995, 1997) han propuesto un origen común para los iberos (incluyendo a los vascos) y los beréberes basándose en frecuencias similares de algunos haplotipos HLA. Sin embargo, cuando fueron agregados nuevos datos HLA y realizados nuevos análisis numéricos, no fue encontrada ninguna relación especial entre las poblaciones norafricanas y las ibéricas cuando estas fueron comparadas al resto de las poblaciones europeas (Comas y asociados 1998). En el presente estudio, fue encontrada una débil relación genética entre las poblaciones ibéricas y norafricanas cuando se observó en un armazón más amplio. Un origen común para ambas poblaciones no es apoyado por los datos.

Aunque los vascos han sido descritos como una población genéticamente aislada dentro del paisaje genético homogéneo europeo, caen dentro de la diversidad europea a lo largo de todos los análisis realizados y reportados aquí. La frecuencia de las inserciones Alu y el ADNmt (Bertanpetit y asociados 1995) o los marcadores del cromosoma Y (Hurles y asociados 1999; Bosch y asociados 1999) no muestran la clara diferenciación que es mostrada por otros marcadores (tales como los marcadores genéticos clásicos). Sin embargo, la singularidad de la población vasca es mostrada por su posición extrema en el tercer PC en un análisis con seis poblaciones europeas, y en los PC primero y cuarto en un análisis con las poblaciones ibéricas y norafricanas. Debido a que las diferencias genéticas entre los vascos y otros europeos probablemente se originaron por aislamiento y deriva aleatoria subsiguiente (Bertranpetit y Cavalli-Sforza 1991; Calafell y Bertranpetit 1994), y que estas diferencias son relativamente pequeñas (aunque no son tan pequeñas cuando son consideradas contra las poblaciones homogéneas europeas), no es sorprendente que los subgrupos de loci nucleares no permitieran la detección de esas diferencias. Sin embargo, los 11 polimorfismos de inserción Alu tienen suficiente poder para mostrar las fuertes diferencias genéticas entre las poblaciones europeas y norafricanas.



Las muestras norafricanas occidentales analizadas presentan mas relación genética con las poblaciones europeas que con las poblaciones africanas subsaharianas. Los presentes datos apoyan la hipótesis de una colonización independiente, aunque paralela de Norafrica y el Sur de Europa (Bosch y asociados 1997; Simoni y asociados 199). Ambas costas mediterráneas son mas similares genéticamente entre sí al ser comparadas con el África Subsahariana. El Estrecho de Gibraltar no fue cruzado por una migración importante desde Norafrica a Europa o desde Europa a Norafrica. Es conocido que Iberia actuó como un cul de sac para los Neandertales en el Paleolítico Medio y que los humanos modernos se expandieron desde Oriente Próximo. Es probable que el establecimiento independiente de humanos anatómicamente modernos en ambos lados del Estrecho de Gibraltar fue la causa inicial de las diferencias genéticas. Los eventos demográficos subsecuentes, incluyendo el Neolítico, contactos mediterráneos (desde el segundo milenio A.C al periodo romano), y las expansiones islámicas parecen haber tenido poco impacto genético sobre los intercambios norte-sur. Se ha sugerido que la Arabización del Magreb (Norafrica occidental) fue el resultado de un reemplazamiento cultural con impacto demográfico (y genético) limitado (Hitti 1990). En el presente estudio, las poblaciones beréberes son representadas por muestras provenientes de las montañas Rif (marroquíes del norte) y del rango de las montañas Atlas (marroquíes del Sudeste), mientras que las poblaciones árabes son representadas por los marroquíes occidentales, los argelinos, y los tunecinos. Las distancias genéticas más cortas entre todas las muestras examinadas son entre los marroquíes del norte y los marroquíes occidentales, y por el contrario, las diferencias genéticas entre los dos grupos beréberes (marroquíes norteños y sudorientales) son grandes. Las diferencias culturales y lingüísticas entre los marroquíes árabes y los beréberes no están correlacionadas con los datos actuales sobre polimorfismos de inserción Alu y están de acuerdo con otros datos genéticos (Bosch y asociados 1997, 1999) apoyando el punto de vista de que la Arabización en el Magreb fue el resultado de un reemplazamiento cultural con poco impacto demográfico.

Aparte del Mar Mediterráneo, la otra barrera geográfica que limito las migraciones en Norafrica: el Desierto del Sahara, parece ser más permeable a los movimientos humanos en su parte noroccidental. El descubrimiento de que, en el pasado, el Desierto del Sahara fue mas húmedo que en la actualidad, podría explicar porque el Sahara pudo haber sido una barrera genética menos importante que el Mediterráneo. Incluso sucede lo mismo en Norafrica oriental, en donde el Nilo podría haber funcionado como una vía de comunicación e intercambio entre el norte y el sur, Krings y asociados (1999) han encontrado un profundo gradiente de diferenciación genética en secuencias del ADNmt a lo largo del Río Nilo. Las cortas distancias genéticas observadas entre los saharauies y los marroquíes sudorientales y las poblaciones sudsaharianas puede ser explicado por algún proceso de mestizaje ocurrido en el Desierto del Sahara. Estos resultados concuerdan con datos genéticos previos (Lefranc y asociados 1979; Rando y asociados 1998; Bosch y asociados 1999, 2000), sugiriendo que el mestizaje a través del Sahara pudo haber sido provocado por un flujo genético entre ambos grupos de poblaciones, creando un cline de mezcla subsahariana en Norafrica occidental, el cual es mas fuerte en la parte sureña que en la parte norteña. Sin embargo, a pesar de este flujo genético, hay una profunda diferenciación genética entre las poblaciones norafricanas y las subsaharianas. En resumen, nuestro estudio con los polimorfismos de inserción Alu mostró que el Estrecho de Gibraltar, el cual solo mide 15 Km. de ancho, actuó como una barrera mucho mas fuerte al flujo genético que el Desierto del Sahara de 2.000 Km.

Agradecimientos

Agradecemos a Marjo Leppaälä y a Kirsti Höök por su asistencia técnica. También agradecemos a Lourdes Fañanás y a Blanca Gutiérrez por facilitarnos las muestras andaluzas, a Chiheb Ben Rayana por proveernos algunas de las muestras tunecinas, a Noureddine Bouzerna por la colección de muestras argelinas, a Marc Valls por ayudarnos a recolectar las muestras marroquíes, y a Jordi Clarimón y a Elena Bosch por su ayuda en la extracción del ADN y por sus criticas.

Esta investigación fue financiada por la Dirección General de Investigación Científica y Técnica en España (PB95-0267-CO2-01 y PB98-1064), Direcció General de Recerca, Generalitat de Catalunya (1998SGR00009) y beca numero 199-IJ-CX-K009 de la Oficina de Programas de Justicia, Instituto Nacional de Justicia, Departamento de Justicia (MAB). Los puntos de vista en este documento son de los autores y no representan necesariamente la posición oficial del Departamento de Justicia de EE.UU. D.C. fue apoyado financieramente por el Ministerio Finlandés de Educación y por las becas de CIMO (Center for International Mobility) para los Pdh extranjeros y los investigadores jóvenes.

Referencias

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De nada amiguito.
 
La conclusión del hilo es que Becerro es retrasado y aquí no lo vamos a poner a hora.


Pero bueno, ya que el tema da juego, creo que es trágico que se os olvide el ELEMENTO IBERO paleolítico, el clásico elemento moreno protoeuropeo perteneciente al haplogrupo R1b, tan presente en el occidente Europeo, y como está demostrado los españoles descendemos en su mayoría de los mismos Iberos que lucharon junto a Viriato.

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¿Ahora le extraña a alguien que en Irlanda e Inglaterra haya tanto moreno? ¿Que os pensáis que es de la puta invasión romana?


Porque las invasiones ocurren y con ellas las violaciones, joder sí, y muy probablemente la mayoría seamos revisvisvisnietos de putas, pero las masas, la puta escoria de la sociedad siempre sigue siendo la misma, y de ellos descendemos, y el hijo español-alemánbereber fruto de una violación se diluyó entre sus 15 hermanos IBEROS.

Porque cuando los Godos, Alanos, Vándalos, etc. entraron como Pedro por su casa en una península SIN EJÉRCITO debido a la decadencia romana, aquí ya había un NúCLEO de población de unos 5 millones de habitantes, los suevos, por ejemplo, solo eran 30.000, y los alemanes norafricanos junto a los bereberes apenas 200.000 ante una población por aquel entonces de 6.000.000 de habitantes.

Y eso sus ejércitos, porque la península NO FUE COLONIZADA, si no dominada militarmente y reconvertida al Islam.

La raza española existe, hijos de puta.


Joder, mirad el puto mapa, es más mestiza la peninsula itálica y en su vida fue invadida o atacada durante 7 siglos por moros, Dinamarca tiene mayor elemento árabe que España y Grecia tiene el mayor índice del haplogrupo masculino E, común entre los negros y africanos. Aunque tengo entendido que poseer el haplogrupo E no significa que tengas un antepsado negro, pues hay que tener en cuenta que dentro de este grupo existen muchas ramificaciones y que al fin y al cabo esto no es más que un método de clasificación creado por el hombre.


Según estudios genéticos en España hay más influencia Subsahariana por culpa del esclavismo de negros, que no por las putas invasiones de megalómanos Islámicos.
Y lo jodido es que aquí Becerro de Oro TIENE RAZÓN, es decir, que Galicia, tan al norte y exenta apenas de "contaminación" mora, es en verdad, la zona con mayor mestizaje de España por culpa del eslcavismo.

This paper which provides a deeper and more global insight into the African female influence in Iberia shows that the mean frequency reaches 3.83% in Iberians. The frequency is clearly higher in Portugal (32 sequences in 549 individuals; 5.83% with a high frequency of 11% in southern Portugal) than in Spain (8 out of 496; 1.61% with a higher frequency of 3.26% in Galicia) and without parallel in the rest of Europe.


For the reasons outlined above, sub-Saharan Y-DNA markers are much less common in Europe. The small presence of the Haplogroups E(xE3b) (i.e. clades of E other than E3b) and Haplogroup A in Europe is almost exclusively attributable to the slave trade, as these haplogroups are characteristic of western, central and southern Africans and are barely observed elsewhere.[7] The haplotypes have been detected in Portugal (3%), France (2.5% - in a very small sample), Germany (2%), Sardinia (1.6%), Austria (0.78%), Italy (0.45%), Spain (0.42%) and Greece (0.27%). By contrast, North Africans have about 5% paternal black admixture.[8]


LOL, Galicia nos vuelve negros en las estadísticas al resto de los españoles, pero curisoamente y alejándonos del mito, los ALEMANES SON MÄS NEGROS QUE LOS ESPAÑOLES.

Lo dice la ciencia ¿no? oremos pues.

Claro que fenotipicamente se contrarrestan, si mezclas a un español morenito con un negro te sale un cabrón más oscuro que el ojete del Demonio, pero si lo mezclas con un Rubio Ojiazul te sale Café con aroma de cuero, y el hijo de esta aberración con una rubia ojiazul pare de su vientre a Dani Alves, y así hasta la asimilación...


Pero es que ante todo os olvidáis que los invasores Musulmanes estaban comandados por elementos ARIOS debido a las invasiones Alanas y Vándalas. En total casi medio puto millón de Alemanes y Osetios junto a sus hijos y mujeres se instalaron en el Norte de África y se mezclaron con los antiguos bereberes, los cuales son MUY diferentes a los asquerosos marroquíes actuales que son una mala mezcla de negros, árabes, bereberes y judíos.

Porque aquí dejaron más huella racial los fenicios que no los putos musulmanes, y por supuesto los escasísimos judíos que tantas purgas y marginación sufrieron, pero que podríamos decir que pertenecian al mismo tronco racial que los Fenicios. Los Alanos y Vándalos se asentaron más bien en Algeria y Tunísia, donde se encuentra gente como Zinedine Zidane, por lo que los Marroquíes tienen menos que ver con las invasiones musulmanas que los malditos Saudíes, putos Omeyas, así que cuando se habla de invasiones musulmanas no se ha de pensar en Marruecos, si no en Algeria, Tunísia, Alemania y Russia.:lol:


| 27/06/2008 |


Los investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Jaume Bertran-Petit (i) y David Comas (d), responsables en Europa Occidental del proyecto Genographic.

EFE Barcelona

Los vascos guardan "ligeras" diferencias genéticas respecto al conjunto de ciudadanos de Europa, un continente que, genéticamente hablando, es "muy homogéneo", según han explicado hoy los investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) Jaume Bertran-Petit y David Comas.

Estos biólogos son los responsables en Europa Occidental del proyecto Genographic, una iniciativa de alcance mundial impulsada por la prestigiosa sociedad National Geographic, que pretende trazar la historia genética y migratoria de la raza humana a partir de los estudios de ADN de la población.

Durante más de dos años, Comas y Bertran-Petit han recogido más de 1.700 muestras de los diferentes grupos y pueblos de Europa con el fin de obtener el mapa de las rutas migratorias de nuestros antepasados, lo que les ha permitido bosquejar unas primeras conclusiones "preliminares".

Europa es aburrida

Quizá la principal sea haber podido constatar que "Europa es muy aburrida genéticamente", ya que no se aprecian diferencias notables entre los habitantes de los diferentes países, contrariamente a lo que sucede en África o Asia, los dos continentes más diversos en cuanto a la genética de su población.

No obstante, los investigadores han comprobado que dentro de España hay un pueblo que se distingue "ligeramente" del resto: los vascos.

Su análisis genético revela que los vascos presentan pequeñas diferencias genéticas que se explican porque, en algún momento de su historia, "por motivos de historia de su población", fueron una comunidad que vivió aislada y, por tanto, no recibió migración.
Enlaces recomendados

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Oxford dibuja con la genética el mapa de las migraciones

A diferencia de los vascos, existen otros pueblos que sí presentan diferencias "muy marcadas" respecto al conjunto de europeos, como son los gitanos, finlandeses, los islandeses, los sardos y los saami de Laponia.

Los motivos, según Comas, son los mismos que en el caso de los vascos, aunque aquí también guarda un papel clave las condiciones climatológicas de estas regiones, que llegan a ser extremas, como en Laponia.

David Comas ha indicado que en el conjunto de España se observa una "cierta" diversidad genética, si bien la influencia del norte de África en la península ha sido muy limitada, de manera que no ha contribuido a su enriquecimiento genético, ya que la inmigración que ha recibido del continente africano ha sido muy reducida en comparación con su población.

Por el momento han recogido unas 1.700 muestras en toda Europa, que aún están analizando, aunque el objetivo es llegar a las 10.000.
ESPAÑA MESTIZA, CRISOL DE RAZAS

Uno de los mitos mas ampliamente difundidos es la pretendida mescolanza racial del español. ¿Cuantas veces no hemos oido a nuestros ilustres intelectuales y políticos defender la inmigración y tolerancia fundándose en la pretendida España mestiza? En las tertulias y las columnas de los medios de comunicación se nos recuerda una y otra vez que el pueblo español es fruto de la confluencia de razas varias, en especial de los semitas (Árabes y hebreos). Sin embargo, que hay de realidad en ello?
Raza española

A finales del siglo XIX los nacionalismos estaban en boga. El racialismo y el análisis racionalista de los tipos humanos se empeñaban en afán legitimidad a las ideologías nacionalistas que sirvieron de base pare crear nuevos Estados como Alemania o Italia, fomentar el amor a las pequeñas patrias (son los inicios del nacionalismo independentista de pueblos como el vasco, el flamenco, etc.), mientras los Imperios se desmoronaban estrepitosamente. Algunos autores (Gobineau, Chamberlain) comprendieron que la cuestión no eran los pequeños localismos sino la defensa de la raza "Aria", termino que englobaba a la raza blanca y excluía a los "blancos" no europeos (entiéndase turquestanos, semitas, etc.).
En España el nacionalismo conservador se acentúo al tiempo que crecía la euforia entre nuestros pensadores. El desastre del 98, las crisis sociales, la no participación en la 1ª Guerra Mundial, propiciaron un aislamiento de nuestro país de las nuevas corrientes intelectuales que recorrían Europa. Los historiadores nacionalistas conservadores pretendieron igualmente hallar la figura racial del "español" como algo genérico y diferenciado del denostado "europeo" al tiempo que pudiera combatir doctrinalmente con las teorías autonomistas de la burguesía vasca y catalana que bebían de fuentes racialistas (Sabino Arana, el Dr. Robert, por poner algunos ejemplos). Una corriente historiografía que llegara a monopolizar el espectro durante el franquismo cuando la autarquía y el renovado aislamiento le llevo a revivir estas teorías.
La escuela de Menéndez Pidal sentaba cátedra en nuestras universidades. España ni era europea ni era una mezcla de judíos y moros, para la ideología dominante el "español" era un prototipo racial individualizado. De esta forma se podría explicar el aislamiento de España del contexto europeo y fundamentar una supuesta singularidad "española" dando satisfacción a los sentimientos antieuropeos y racialistas al mismo tiempo de los reaccionarios españoles. Sin embargo fue el germen en la década de los años 30 para la aparición de otro mito igualmente falseado: la supuesta mescolanza del pueblo español. Autores como Américo Castro, procedentes del campo liberal, encabezaron la teoría que España era un "crisol de razas", singular por tanto, producto de la mezcla racial de todos los pueblos que habían pasado por ella durante miles de años. Con ello seguían manteniendo la teoría de la singularidad del "español" adaptaban el sentir ecuménico/internacionalista de los católicos españoles que seguían las doctrinas de la Iglesia que se oponía a cualquier forma de racismo. Se lograba de esta forma atraer al campo "políticamente correcto" , como lo denominaríamos hoy, una visión de España que podía ser admitida incluso por los nacional-católicos que monopolizaron e1 franquismo en su intento de lograr una apertura hacia el exterior, hacia con mayor grado de tolerancia la inmigración masiva.
Formación racial de España

La realidad es, sin embargo, muy distinta. España no forma ni mucho menos un conjunto homogéneo racialmente. Ello es fácilmente palpable cuanto se viaja de norte a sur, de este a oeste. No obstante, las facilidades de movilidad geográfica que se han producido en la segunda mitad del siglo XX han unificado mucho las distintas regiones. Cuando se analiza detalladamente la composición racial de España se puede decir, sin animo de generalizar, que el "español" como raza o etnia no existe. El "español " es, y es algo de lo que debiéramos enorgullecernos, el ejemplo perfecto del europeo.
Europeos eran los pueblos que vivían en el territorio que hoy conocemos por España cuando llegaron las sucesivas inmigraciones celtas. Europeos los romanos que de todos los confines del Imperio llegaban a Hispania, como europeos los cartagineses, los vándalos, los suevos, germanos que llegaron en la Alta Edad Media que fueron forjando la herencia biológica prerromana de los pueblos peninsulares. Incluso nos atreveríamos a decir que europeos fueron los pueblos beréberes del norte de África, hoy en decadencia gracias a la infiltración de las razas de color subsaharianas.
España se forjo con la integración de los diferentes pueblos que fueron llegando y los que existían, decimos integración pues no es un mestizaje cuando se produce entre pueblos étnicamente compatibles y complementarios.
La creación de España como Nación es consecuencia de la unión entre europeos, los escasos elementos extraeuropeos que residían aquí fueron sucesivamente expulsados (judíos y moros en el siglo XV, moriscos mas tarde, en el XV111) hasta lograrse la unidad nacional que pasaba por una unificación racial también, al igual que sucediera en países como Francia o Alemania.
Árabes y judíos

El elemento semita, entiéndase árabe y hebreo, únicamente dejara un poso cultural y religioso, nunca demográfico. La España musulmana, tan popular hoy en día. era europea, con otros atuendos, religión y lengua, pero europeos racialmente tanto como lo eran los cristianos del Norte. Escribe Menéndez Pidal al respeto, que en el siglo XIV de los 200.000 habitantes de (Granada apenas si 500 fueran moros de raza. Incluso los "moros", cuya clase dirigente en muchos casos eran europeos islamizados (No olvidemos que en Siria, donde estaba el califato de Damasco o en Irán, Bagdag, el elemento blanco es considerable). Los califas de Córdoba eran conocidos por sus ojos azules y porte europeo. Los Árabes que llegaron a España debieron no ser mas que unos miles de hombres, a los que los guerreros de las tribus beréberes se les unieron. El Estrecho era entonces, no como ahora , un paso infranqueable para pueblos nada habituados a practicas marineras.
En cuanto a la supuesta mezcla con los hebreos, cuya clasificación como pueblo o etnia es difícil, esta tampoco existió. Una voz tan cualificada como la de Salvador de Madariaga se quejaba precisamente de no haber logrado mantener este grupo en España pues "al des-hebraizarse... España se deseuropeizó en igual proporción ". Ya Sánchez Albornoz nos ha demostrado de manera clara que jamás hubo confraternización sanguínea entre los judíos de España y el pueblo llano, quizás algunos que se diluyeron en la sociedad española tras siglos desde su conversión al catolicismo y cuyo porcentaje, ínfimo en el conjunto del pueblo español, no puede calificarse como mestizaje en modo alguno. Los judíos, por otro lado, que residían en España eran de origen sefardita, quedando muy pocos de aquellos hebreos que vinieran de Oriente próximo en la época del Imperio romano. Un grupo que en nada se parecen a los judíos de hoy, encarnados en la figura del judío oriental, asquenazi, de procedencia eslava y turcomana. Se podría incluso aventurar que muchos de los judíos residentes aquí serian judíos de religión que no racialmente, fruto de las conversiones en la etapa de conclusión cristiano/judía de principios del milenio.
Tras la expulsión de los judíos y la derrota de los musulmanes, con la emigración de las clases dirigentes que aun conservaban el tronco racial semita, España se purifica racialmente. Los caballeros godos y sus hombres, llegados de todas partes de España pero también de Europa, se asentaran por toda la geografía. Los soldados gallegos y Cántabros de los monarcas que establecen en las sierras andaluzas, hay muchos toponímicos que así lo recuerdan, como borgoñones, alemanes, italianos los que deciden que quedarse. Los catalanes marchan hacia Alicante y Murcia. Se producirán repoblaciones demográficas con campesinos holandeses, franceses y alemanes que llegaron durante las guerras de religión que asolaron Europa durante los siglos XVI-XVII.
España igual a Europa

Si hemos de buscar un país europeo que mejor refleje el sentir de Europa este seria España. A pesar de los intentos de destruir la conciencia europea, el español siempre se ha considerado parte de este proyecto común, aunque décadas de adoctrinamiento hayan querido llevarnos por otros derroteros. Aparte de la lengua y la religión, que es ciertamente un elemento integrador importante, no hay nada que nos una a la Hispanomérica indígena aunque sea un sueño imperial que levante pasiones. Un polaco se integrara en la sociedad española sin problemas, en cuanto aprenda el idioma, mientras que un negro dominicano siempre será un elemento extraño. Un hijo de rumanos llegados a España será español sin fisuras, pero un indio quechua que haya nacido en Madrid jamás formara parte de nuestra concepción vital de la historia, para el (Carlomagno, las Cruzadas, los héroes y leyendas, en definitiva (que como interpreta Carlyle conforman los pueblos) serán elementos con los que no se puede identificar, como tampoco lo estaban sus descendientes.
Esta es la mejor prueba de que España es Europa, los europeos están unidos por un extraño vinculo de sangre.

S.E Norling.





Y esto odre como kutxino, pero con más razón que un Santo. A mamarla. Mañana ya me haré cargo de las posibles mamarrachadas que haya filtrado entre interesante información científica.
 
Lo que le jode a Klasklas y demás pseudo purasangres saber que lo más seguro es que por sus venas corra sangre morisca o judía, o ambas juntas y mezcladas. :lol::lol::lol:

Bah, Klarfsdfgarscht, por más tochacos que copipegues la sangre de Ibn-Klasklas-Al-Gilipollas corre por tus venas como la heroína por las del yonki. :lol:

Disclaimer: evidentemente no me he leído una puta mierda del tocho que ha cascado, pero viendo su extensión ya me imagino lo que le debe joder saberse descendiente de judíos y moros.muahaha
 
Lo que nadie menciona es que esos moros fueron durante mucho tiempo el zénit de la civilización. Mientras en Europa se quemaban gente y libros, estos moracos hacían avanzar las ciencias y se encargaban de compilar y conservar el conocimiento acumulado durante siglos. Gracias a ellos somos, en parte, menos burros.

HIHAAAAAAAAAAAA!!!
 
Atinadísimo ha estado aquí el Tito Carnes. Córdoba fue en su momento la capital del mundo, el summum de la civilización y de las letras y de las artes. Gracias a los moros. Y son de estos moros de quienes los españoles tenemos la sangre. No de los de hoy. Fueron, en cierta medida, la cuna de esta civilización. Aunque es cierto, también, que la civilización se fue de esa casa siglos ha. A ver si sabemos de quiénes nos amamantamos y de quiénes no, y a ver si sabemos qué diferencias hay entre los moros de la Córdoba de Abderramán y los moros de Lavapiés.
 
tonterías trolescas


Yo no niego la mezcolanza racial, no solo española, si no mundial (mirad mapa), sin embargo y siguiendo la estela de diversos estudios cientificos preciso en que la invasión mora no tuvo casi repercusión alguna en el pozo genético español el cual es bastante homogéneo, si no que como dicen los estudios la pequeña influencia no-europoide de España tiene más que ver con migraciones del paleolítico que con la invasión mora.

Tienes que entender además que la clase alta de la morisma hispana era ALEMANA, descendientes de los Rex Wandalorum et Alanorum establecidos en el Norte de África, por lo que no es de extrañar que Abderramán I fuese alto y rubio, que Hixem I fuera más de lo mismo o, que el Califa musulmán Abderramán III fuese un hombre blanco de ojos azules y melena pelirroja, así como Abdalá I y otros muchos. Así también como grandes personajes de los Califatos españoles y la mayoría de sus soldados, que eran descendientes de las tropas Alanas y Vándalas aliadas con antiguos bereberes del Magreb Algeriano, los cuales son totalmente distintos a la concepción que tenemos de moro, como podría ser el gerontófilo de Física y Química (Isaac) o el Rey Mohammed de Marruecos, hoy en día los Bereberes son un pueblo mezclado más, solo hay que ver a los Tuareg y su influencia subsahariana.


kabyle_berber.jpg


Estos son bereberes algerianos actuales, descendientes de los moros que nos invadieron junto a un ejército de Alemanes y Rusos, y pese a la mezcolanza aún muchos presentan un aspecto blanco.





ph_islam-will-dominate-world_gr.jpg


Estos los moros de hoy en día.



Lo mismito ¿no?

Alá a cascarla.
 
ph_islam-will-dominate-world_gr.jpg


Estos los moros de hoy en día.

Estos dan asquito y no por el color que a mi eso me da igual, por los ideales (lo que mas me jode es ver ese tipo de fotos sacadas en Europa). Aunque bueno, cierto es que tienen pinta de gustarles poco el jabon.
 
Y lo jodido es que aquí Becerro de Oro TIENE RAZÓN, es decir, que Galicia, tan al norte y exenta apenas de "contaminación" mora, es en verdad, la zona con mayor mestizaje de España por culpa del eslcavismo.

This paper which provides a deeper and more global insight into the African female influence in Iberia shows that the mean frequency reaches 3.83% in Iberians. The frequency is clearly higher in Portugal (32 sequences in 549 individuals; 5.83% with a high frequency of 11% in southern Portugal) than in Spain (8 out of 496; 1.61% with a higher frecuency of 3.26% in galicia) and without parallel in the rest of Europe.
.


¿Como que del esclavismo? ¿que tiene que ver Galicia con el esclavismo?¿entonces esa teoría del repoblamiento con moriscos?, a mi se me asemajan más a mezcla de árabe o de moro, segun el caso, que a mulatos.

¿Solo hay datos de Galicia? me gustaría ver el de las demas regiones o provincias, igual que este último estudio del 20%, ¿no hay datos completos de las demas regiones?




A ver si sabemos de quiénes nos amamantamos y de quiénes no, y a ver si sabemos qué diferencias hay entre los moros de la Córdoba de Abderramán y los moros de Lavapiés.

Será racial, siglos mezclandose con negros, porque los norteafricanos hasta la llegada del islam, tenían más contacto con Europa que con el resto de África
 
¿Cuántos millones de personas hay en Europa? ¿Cuál es la muestra de ese estudio? No se puede decir, ni de lejos, que una muestra de "más de 1700 personas" (que no llega a 2000) es representativa de una población de millones.
Por otro lado, las diferencias genotípicas entre razas (que no fenotípicas) son insignificantes. De hecho entre un ser humano, de cualquier raza, y un chimpancé hay menos de un 1% de diferencias; con lo que las diferencias entre razas deben ser, necesariamente, inferiores a ese 1% que nos diferencia de los monos.
Lo dicho que cada uno se queda con lo que le sale de los cojones para "favorecer" lo que ya pensaba de antemano (sesgo confirmatorio se llama eso). Por otro lado lo que pretende ese estudio es analizar los flujos migratorios, no la supuesta pureza racial de ningún pueblo, con lo que no se puede interpretar en ese sentido.
 
Siempre nos quedará la posibilidad de pedir a los pueblos puros anglosajones que vengan a ayudarnos...

Gen_Eric_Shinseki_official_portrait.jpg

O no...
LOL LOL LOL
 
Sabía que tarde o temprano el mayonesas haría su irrupción estelar con sus típicos mensajes plagados de mapas y artículos soltados a pelo en inglés:121

Me he encontrado esto:

Por otro lado tenemos a los beréberes, éstos formaban el grueso de la tropa de Tarik y pertenecían a miembros de tribus matgara en su mayor parte. Se establecieron en Al-Andalus, pero al parecer la población beréber era escasa en la zona oriental de Andalucía. Los árabes, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) los yemeníes, se quedaron en los valles del Guadalquivir, cordones litorales, vegas de los grandes ríos y huertas de Levante. En cambio, los beréberes preferían las zonas montañosas y las laderas de las sierras. La aristrocracia árabe, que pasó a Hispania con Musa, se quedó las mejores tierras, Levante, el Guadalquivir y el Ebro, dejando a los beréberes la Galicia, la meseta y las montañas

Es interesante esto, la minoría aristocrática árabe se quedó con lo mejor del pastel, y la mayoritaria carne de alfanje africana se fué a Galicia y la meseta? Esto y las recolocaciones de moriscos explican el porque el alto % de african blood por esos andurriales.

Por otro lado, me llama la atención de que esas zonas de gran influencia moruna de Galicia, Castilla-León occidental y parte de Extremadura coincidan con el hábitat de cierto pueblo de piel oscura y malas costumbres, los llamados mercheros o "quinquis":

Su territorio de transhumancia era sobre todo la mitad norte de España, desde Galicia al norte de Extremadura.

No se sabe mucho sobre el origen de los mercheros. Su existencia parece estar documentada desde el siglo XVII, razón por la cual se ha pensado que en origen podrían ser moriscos retornados a España clandestinamente tras la expulsión en 1610 que se dedicaron al nomadismo para evitar ser reconocidos y perseguidos.

Moriscos que adoptaron un modo de vida nómada para evitar ser apresados por los corchetes y deportados a la Berbería...La verdad es que cuadra perfectamente todo.
 
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