Hoy por la tarde, cuando volvía a casa de la autoescuela, he presenciado una discusión en plena calle. Eran dos gitanos que discutían por un reloj que llevaba uno de ellos. La cosa es que uno acusaba al otro de habérselo robado. Empezaron con que si es mío, cabrón, dámelo, que no, ja, que yo...