La verdad es que Sánchez es un Terminator T1000, adopta todas las formas posibles y se mimetiza con el entorno por muy adverso que sea.
La jugada de las elecciones anticipadas después del batacazo, parecía un tirar la toalla y que os den por culo con las que me he tenido que comer.
Nada más lejos de la realidad. Intuía que los del PP y BoC se tirarían a pactar en cualquier sitio que fuera posible rascar poder. No falló ni un milímetro. Con esto advirtió al electorado de izquierdas cuál era la verdadera cara de la derecha española y la intenciones del PP, que pese a sus soflamas poco creíbles de no querer nada con la ultraderecha, a la hora de la verdad eran capaces de deslegitimar a la candidata de una CCAA, y obligarla a pactar con la ultraderecha para llevarse Extremadura. Puso el foco ahí, y obviamente lo que buscaba era la movilización del electorado de izquierdas que se había mostrado bastante perezoso en las municipales y autonómicas. Agotar la legislatura era dejar pasar este momentum, y normalizar los pactos y gobiernos municipales, que sin cagadas monumentales y catastróficas, la vida seguirá igual para la ciudadanía.
También jugó con la autocomplacencia de los peperos con el resultado previsible de las elecciones tomando en cuenta las municipales y autonómicas. Un error de estrategia política de primero de párvulos, porque las generales el voto es más consistente que los comicios para elegir un alcalde, donde en muchas zonas de España se vota por amiguismo. Se regodeaban en horquillas de voto que no bajaban de 150 escaños en el peor de los casos. Les dejó hacer y pregonar al PP y sus peones mediáticos que esto sería un paseo militar, un ruptura del frente del frente que les permitiría expulsar a los independentistas y "enemigos de España", y la vida tan caprichosa les tiene ahora tirando flores el PNV
Sánchez no rebatió ferozmente las encuestas ni se quemó en debates estériles de encuestas (cosa que el PP si hizo con el Jedi Tezanos, a la postre el que se ha reído más), incluso tomó la bandera de la remontada, en su momento justo pocos días antes de las elecciones, para crear necesidad en el electorado indeciso o con pocas ganas de votar.
El sabía que el santo grial de estas elecciones era movilizar al electorado de izquierdas, y el plan le ha salido al 90%. La derecha se ha encontrado con casi 8 millones de Txapotes, porque que al contrario que Sánchez, se fue al cortoplacismo, a rascar cualquier ayuntamiento o Comunidad que hubiera a tiro, sin caer en la cuenta que estaban cargando de balas de plata el plan de Sánchez.
Feijoo está acabado, no será hoy ni mañana, pero su elección era precisamente para desmovilizar al electorado de izquierda (con un perfil engañosamente moderado) y pescar votos en las turbias aguas de los indecisos. Ni una cosa ni la otra. Es más los que han llegado como refuerzos son votantes de BoC, huelga recordar que este partido es una escisión del PP, que se han cansado de la verbena españolista y discurso vacío de la ultraderecha, que como siga así en 2-3 comicios serán un partido totalmente marginal y residual