Otro mítico de la selección plavi, contando su vida y carrera deportiva para los "sintetizadores" jotdownianos. Muy recomendable, as usual. Vaya zurdita del hamijo Zarko.
Zarko Paspalj: «Respeto, jerarquía y talento, esa era la fórmula del baloncesto yugoslavo»
El final de la entrevista:
[En español] La última…
[Contesta en español también] ¡Última! ¡Última! ¿Sabéis de qué me sé esta palabra? De los bingos españoles. Siempre hacíamos un tour de año nuevo con Yugoslavia, íbamos tres días a España. Del 25 al 1 de enero íbamos a París y luego a Madrid. Nos gustaba mucho jugar al bingo, estábamos en el centro de la ciudad y había uno al lado. Así que en cualquier momento libre que teníamos íbamos a darle. Estábamos empeñados en ganar, supermotivados y nos daban las tantas de la mañana. Una vez anunciaron la última partida, serían las tres y media, y solo estábamos allí mi amigo y yo, y una señora mayor. Pero teníamos que ganar, llevábamos cinco horas ahí metidos, así que dije: «Coño, si no ganamos ahora, no ganamos nunca». De repente, la abuela gritó «¡Bingo!», y yo dije al mismo tiempo «¡Joder!» [risas].
Esto sería el año 88 u 89. Luego en el 97, en Barcelona, en el Eurobasket, ya me había retirado de la selección, pero estuve para dar apoyo al equipo. Fuimos a ver a Los Tres Tenores en el Camp Nou, fue un gran concierto. Pavarotti, Carreras y Plácido Domingo. Muy bien. Pero seguíamos con la obsesión del bingo. Estábamos con nuestras mujeres, que se ponían furiosas si íbamos al bingo y tenían que estar ahí sentadas cuatro horas mirando, no entendían cómo podía gustarnos eso tanto. Una noche estábamos en un buen hotel, ellas se fueron a dormir y dijimos: «Vamos a echar unas bolas ya». Buscamos, encontramos un buen bingo y estábamos tan emocionados que aparcamos justo enfrente, en la acera. Estuvimos dentro cuatro horas y al salir no había coche. Se lo había llevado la grúa. Lo gracioso es que ahí al salir nos dimos cuenta de que justo al lado del bingo había un cartel gigantesco donde ponía parking [risas].