Ichi The killer
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Pues si, amiguitos, detrás de ese título japonés tan gracioso se esconde la famosa película japonesa EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS, del director japonés Nagisa Oshima.
Im Reich der Sinne (1976) - IMDb
Al contrario de lo que el título original promete, en la peli hay un montón de corridas y guarreridas.
La verdad es que, poniéndonos serios, la peli es un drama bastante truculento y por momentos poco erótico. Lo bueno que tiene es que es naturalista... y narra la pasión desenfrenada entre un hombre y una mujer como se tiene que narrar, con escenas de sexo donde no se escatiman insertos de los genitales ni escatología. Nada de planos a las chimeneas cuando empieza la acción o de follar vestidos o con ropa interior. Aquí los protas follan desnudos, se tocan y hacen guarrerías sin pudor. Muestran su deseo sin lugares comunes ni tópicos.
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El resultado, en contra de lo que se podría esperar, no es del todo erótico y en más de una ocasión resulta desagradable. El sexo no es siempre estéticamente bonito... los actores no son modelos del porno y las escenas no están trucadas para parecer atractivas. y a medida que los personajes se van desmelenando la cosa resulta cada vez más morbosa e inquietante y menos erótica.
La peli merece la pena por esa falta de prejuicios y tópicos a la hora de narrar la autodestrucción de una pareja que se mata a base de polvos.
Escenas como cuando el prota se corre en la boca de su amante y ella le mira con amor infinito mientras el semen resbala de su boca resultan sorprendentemente bien interpretadas a pesar de lo difícil que podía parecer que resultaran convincentes. Y transmiten perfectamente lo que la película quiere transmitir: lo que es una pasión desenfrenada y sin tabues. Los actores están muy bien (sobre todo ella) y la peli no es una obra maestra porque Oshima es un provocador pero no un buen narrador, por desgracia.
El final no es apto para gentes sensibles.
Im Reich der Sinne (1976) - IMDb
Al contrario de lo que el título original promete, en la peli hay un montón de corridas y guarreridas.
La verdad es que, poniéndonos serios, la peli es un drama bastante truculento y por momentos poco erótico. Lo bueno que tiene es que es naturalista... y narra la pasión desenfrenada entre un hombre y una mujer como se tiene que narrar, con escenas de sexo donde no se escatiman insertos de los genitales ni escatología. Nada de planos a las chimeneas cuando empieza la acción o de follar vestidos o con ropa interior. Aquí los protas follan desnudos, se tocan y hacen guarrerías sin pudor. Muestran su deseo sin lugares comunes ni tópicos.
El resultado, en contra de lo que se podría esperar, no es del todo erótico y en más de una ocasión resulta desagradable. El sexo no es siempre estéticamente bonito... los actores no son modelos del porno y las escenas no están trucadas para parecer atractivas. y a medida que los personajes se van desmelenando la cosa resulta cada vez más morbosa e inquietante y menos erótica.
La peli merece la pena por esa falta de prejuicios y tópicos a la hora de narrar la autodestrucción de una pareja que se mata a base de polvos.
Escenas como cuando el prota se corre en la boca de su amante y ella le mira con amor infinito mientras el semen resbala de su boca resultan sorprendentemente bien interpretadas a pesar de lo difícil que podía parecer que resultaran convincentes. Y transmiten perfectamente lo que la película quiere transmitir: lo que es una pasión desenfrenada y sin tabues. Los actores están muy bien (sobre todo ella) y la peli no es una obra maestra porque Oshima es un provocador pero no un buen narrador, por desgracia.
El final no es apto para gentes sensibles.
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