snow
Freak
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Hace un tiempo que dejé de ir al gimnasio. Me gustaba subirme encima de la cinta y correr hasta agotarme sin llegar a ningún sitio (al menos aparentemente).
El gimnasio al que asistía no era ni bueno ni malo, ni exclusivo ni de barrio, un híbrido que se mantenía bien en su término medio. Allí, por una extraña razón, todo el mundo tenia un mote.
El monitor era "el gordo" porque tenia ese desarrollo muscular que vestido no sabes si se pasó con los bollycaos o con las pesas, la recepcionista era "la vieja" porque tenia más de 50 años y la media de edad eran los 25/30, la masajista; "la bomba" porque tenía unos tremendos y operados pechos que parecía que el masaje te los iba a dar con ellos en lugar de con las manos por pura incapacidad de superar con sus brazos su propio volumen... y así prácticamente todos y cada uno de los habituales.
Al poco tiempo de estar allí yo era "la morti" (de Mortizia) porque estaba blanca y tenia el pelo negro y mi amiga Sandra "la pibón" por razones fáciles de comprender.
Sandra acabó liándose con "el cabezón" con el que todavia sigue, y yo creí olvidada para siempre esta etapa gimnástica hasta que hoy la recordé hablando con el ladrón de corazones y, como si fuera una señal, al salir del trabajo alguien me ha llamado a voces por la calle: "¡Morti!, ¡Morti!". Era una antigua conocida de allí. Sorprendente casualidad.
¿Habeis tenido o teneis algún apodo?. Y lo que es peor... ¿os gusta?.
El gimnasio al que asistía no era ni bueno ni malo, ni exclusivo ni de barrio, un híbrido que se mantenía bien en su término medio. Allí, por una extraña razón, todo el mundo tenia un mote.
El monitor era "el gordo" porque tenia ese desarrollo muscular que vestido no sabes si se pasó con los bollycaos o con las pesas, la recepcionista era "la vieja" porque tenia más de 50 años y la media de edad eran los 25/30, la masajista; "la bomba" porque tenía unos tremendos y operados pechos que parecía que el masaje te los iba a dar con ellos en lugar de con las manos por pura incapacidad de superar con sus brazos su propio volumen... y así prácticamente todos y cada uno de los habituales.
Al poco tiempo de estar allí yo era "la morti" (de Mortizia) porque estaba blanca y tenia el pelo negro y mi amiga Sandra "la pibón" por razones fáciles de comprender.
Sandra acabó liándose con "el cabezón" con el que todavia sigue, y yo creí olvidada para siempre esta etapa gimnástica hasta que hoy la recordé hablando con el ladrón de corazones y, como si fuera una señal, al salir del trabajo alguien me ha llamado a voces por la calle: "¡Morti!, ¡Morti!". Era una antigua conocida de allí. Sorprendente casualidad.
¿Habeis tenido o teneis algún apodo?. Y lo que es peor... ¿os gusta?.