Muerto por dentro+
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Lo del prestigio no es tan así, la verdad. Para ser alguien con "prestigio" en mi profesión se ha de tener ese punto extra de colegueo, amiguismo, lameculismo y jijijajás con los "colegas" de la profesión del que yo carezco por completo. Si lo tuviera otro gallo me cantaría, pero es que me da un por culo fino, así que como me limito a hacer mi trabajo y adiós, y me la pela. De hecho estoy intentando cambiar de "mundillo" e irme a otro con menos tontería.
En esta ocasión era más bien a) un acto de cortesía y b) de paso recogía a alguien y nos íbamos de copas.
Qué poca puta idea tienes de cualquier cosa que no tenga que ver con ser el dueño del supermercado de tu pueblo, macho, es impresionante. En cuanto abres la boca para cualquier cosa que no sea soltar alguna cosa de pueblo, se te ve el pelo de la dehesa. Ahora resulta que la publicidad es una cosa que existe independientemente del soporte, ahora te crees que el negocio de la venta de espacios publicitarios no mueve cientos de millones de euros al año (bastantes más que el dinero que mueve hacer los anuncios, por cierto) y te crees que los spots o los anuncios existen en una especie de éter sin que haya un medio que los difunda. Que los espacios publicitarios tienen que ver poco con la publicidad dices. Claro, claro que no. No tienen NADA que ver. La publicidad es una cosa, otra, no se sabe bien qué, pero otra sin duda, y los espacios donde esta se exhibe son otra cosa diferente. Vamos, que es como si llegas y dices que la relación de un tío que fabrica monturas con el mundo de las gafas es poca.
Ya me gustaría saber qué entiendes tú por "publicidad", por "soporte publicitario" o por "espacio publicitario".
Me pasé por ahí por cortesía y para recoger a alguien; estuve una hora, lo justo para decir hola y dar cuenta de un par de platos de jamón cinco jotas, y puerta. A buenas horas iba yo a gastar una noche entera de un fin de semana en un sarao así. Efectivamente, me parece todo una charlotada hecha por payasos para gente con dinero y, por supuesto, el trasfondo de la cosa me importaba seis pares de cojones, no tres, seis.
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