Lo del ASMR hasta hace poco pensaba que era cosa mía, como tantas otras cosas que crees que son cosa propia y singular de tí, que por vergüenza o por mantener en secreto esa característica tuya no habías dicho a nadie pero que en la intimidad del hogar habías hecho una búsqueda internetil y resulta que hay miles de anormales que les pasa lo mismo.
Esta vaina la noté yo por primera vez de pequeño. Estaba cambiando cromos con un chaval del barrio y empecé a notar un cosquilleo estupendo en el selebro a la que el chaval pasaba los cromos. Me quedaba adormilado viéndole y cuando acababa le decía que volviese a enseñármelos, que no me había quedado bien con la copla. Qué gusto cada vez que empezaba. A partir de entonces de vez en cuando le decía al vecino que me enseñase sus cromos.
Supongo que alguno pensó que tal actitud era un síntoma primerizo de mariconismo, pero no.
Luego fui descubriendo a gente que por sus maneras delicadas o lo que fuese me provocaba este cosquilleo selebral. Me gustaba ver escribir a cierto compañero de universidad, colocar su mochila a otra, ver pasar páginas de periódico, lavar el mostrador a una compañera de trabajo...
También me pasa en determinados establecimientos, como en tiendas de ropa. Me gusta ver cómo sacan las prendas en su plástico, el sonido que produce, la delicadeza con que algunas dependientas sacan la prenda de ese plástico y lo ofrecen visualmente.
Durante una época no era raro verme en según qué negocios con la sola intención de provocarme esa sensación.
El caso es que no todas las personas me provocaba esto. Una persona puede hacer exactamente lo mismo que otra que sí me provoca ese cosquilleo y no provocarme nada. Bueno, si, puede provocarme rechazo, porque si no me provoca el ASMR ese me provoca malestar, como todos esos mierdavídeos de gente susurrando, que me dan ganas de reventarles la boca.
Solo encontré un canal que me provocaba cierto gusto y fue uno de un peluquero que cortaba el pelo a maniquíes, el resto puro puterío de zorras que ni saben ni han sentido nunca ese placer cerebral.
Este de dakilla, bueno, está más logrado que otros, creo que en un ambiente propicio podría darme placer, se le ve más espontánea en sus maneras lo que denota que debe saber por dónde van los tiros del ASMR, que no es solo hacer movimientos con cierta sonoridad en un ambiente tenue.
Y, por cierto, esta china no pero hay que ver cómo a la menor ocasión que tienen las mujeres cogen como excusa cualquier puto tema para convertirlo en algo sexual, que luego dicen las hijas de puta. No habré visto videos de ASMR de tías en escotazo, semidesnudas, o diciendo obscenidades ni ná