Elmer Batters
Veterano
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- 16 May 2009
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Hola, buenas tardes.
Verán ustedes: La semana pasada circulaba yo con mi moticicleta por una de las arterias principales de mi ciudad, cuando sin comerlo ni beberlo se me cruzó en la calzada un señor de aspecto marginal que llevaba un cartón de vino en la mano, unos auriculares y unas chancletas de plástico, y mi pericia no pudo impedir que lo atropellara, a merced de lo cual salió catapultado unos cuantos metros y quedó tendido en el duro e inmisericorde asfalto.
Huelga decir que yo también me pegué la hostia padre y me raspé las manos y el antebrazo derecho y, lo que es peor, mi adorada moto quedó seriamente dañada por el arrastrón. Me halludaron a levantarme unos buenos samaritanos que por allí transitaban, y de paso llamaron a los municipales, que hicieron el atestao y me previnieron de que ya podía ir preparando la cartera, que los atropellos de mendigos no los cubre ningún seguro, ya que estos señores suelen ser insolventes y no hay nada que rascar. Mi compañía de seguros ratificó tal cosa, y como es natural mi indignación y desesperación no conocen límites.
El caso es que este señor siempre suele parar en la puerta de un Mercadona cercano al lugar del siniestro a pedir limosnilla y eso, y a veces se queda durmiendo la mona en un banco de madera que hay por las inmediaciones, y cuando salgo de trabajar suelo topármelo. Siempre le digo "adios hijo de puta" pero no me contesta, y el otro día le escupí en la cabeza y le dije que es una carroña y una basura, a lo que me contestó:
-¿Quién te crees que eres, Julio Iglesias o Eros Ramazotti?
Anteayer mismamente, a la salida del currelo ya bastante tarde, me lo encuentro sentao en el suelo y con la cabeza baja degustando su Don Simón, y como por la calle no había ni un alma, pensé que la ocasión la pintan calva y que lo tenía a huevo para romperle la mandíbula de un puntapié, cosa que me dispuse a hacer de inmediato, pero ya ven ustedes lo que son las cosas, me dió un poco de reparo y le dí una patada, pero en el pecho y no con mucha fuerza. Yo pensaba que pondría un gesto de dolor, o que gritaría o algo, pero en vez de eso se me quedó mirando con unos ojos como de perro apaleado y no dijo ni pío. Yo creo que debía haberle endiñado con más ganas, se conoce que fué la falta de costumbre.
Ayer me pasaron el presupuesto del taller y la verdad es que me sube bastante, y creo que sería conveniente escarmentar a este señor, pero ya en serio. Un escarmiento definitivo y ejemplar.
¿Qué harían ustedes?
Verán ustedes: La semana pasada circulaba yo con mi moticicleta por una de las arterias principales de mi ciudad, cuando sin comerlo ni beberlo se me cruzó en la calzada un señor de aspecto marginal que llevaba un cartón de vino en la mano, unos auriculares y unas chancletas de plástico, y mi pericia no pudo impedir que lo atropellara, a merced de lo cual salió catapultado unos cuantos metros y quedó tendido en el duro e inmisericorde asfalto.
Huelga decir que yo también me pegué la hostia padre y me raspé las manos y el antebrazo derecho y, lo que es peor, mi adorada moto quedó seriamente dañada por el arrastrón. Me halludaron a levantarme unos buenos samaritanos que por allí transitaban, y de paso llamaron a los municipales, que hicieron el atestao y me previnieron de que ya podía ir preparando la cartera, que los atropellos de mendigos no los cubre ningún seguro, ya que estos señores suelen ser insolventes y no hay nada que rascar. Mi compañía de seguros ratificó tal cosa, y como es natural mi indignación y desesperación no conocen límites.
El caso es que este señor siempre suele parar en la puerta de un Mercadona cercano al lugar del siniestro a pedir limosnilla y eso, y a veces se queda durmiendo la mona en un banco de madera que hay por las inmediaciones, y cuando salgo de trabajar suelo topármelo. Siempre le digo "adios hijo de puta" pero no me contesta, y el otro día le escupí en la cabeza y le dije que es una carroña y una basura, a lo que me contestó:
-¿Quién te crees que eres, Julio Iglesias o Eros Ramazotti?
Anteayer mismamente, a la salida del currelo ya bastante tarde, me lo encuentro sentao en el suelo y con la cabeza baja degustando su Don Simón, y como por la calle no había ni un alma, pensé que la ocasión la pintan calva y que lo tenía a huevo para romperle la mandíbula de un puntapié, cosa que me dispuse a hacer de inmediato, pero ya ven ustedes lo que son las cosas, me dió un poco de reparo y le dí una patada, pero en el pecho y no con mucha fuerza. Yo pensaba que pondría un gesto de dolor, o que gritaría o algo, pero en vez de eso se me quedó mirando con unos ojos como de perro apaleado y no dijo ni pío. Yo creo que debía haberle endiñado con más ganas, se conoce que fué la falta de costumbre.
Ayer me pasaron el presupuesto del taller y la verdad es que me sube bastante, y creo que sería conveniente escarmentar a este señor, pero ya en serio. Un escarmiento definitivo y ejemplar.
¿Qué harían ustedes?