No se sulfuren con los moros; son los actores perfectos elegidos para lo que sea que tienen en mente los psicópatas que dominan el mundo. Qué será y cuando, ni puta idea. Pero vamos, que esto es un circo. Los moros son perfectos, digo, porque son fanáticos, muy subnormales de lo suyo, están anclados en la edad media y producen una repulsión natural y atávica a los europeos y sus descendientes porque sus bisabuelos se pasaron en guerra con ellos más de mil años.
Los moros son morralla, claro. Como la negrada o los panchis. A los empresaurios les han venido genial para reventar el mercado laboral, y a ciertas élites para el proceso de destrucción de los estados-nación en el que estamos metidos. De momento ya los tienen pillados por los huevos: todo occidente está endeudado y listo para liquidación cuando los hijoputas-psicópatas quieran apretar el botón. Pero tanto o más importante es destruir primero su espíritu mediante el feminazismo, el mariconismo telechincuate y la inmigración masiva y descontrolada.
¿Qué es ser inglés? ¿Un senagales de segunda generación negro como el carbón es inglés? ¿Un argelino de tercera generación que juega en la selección y al que se la suda la Marsellesa es francés? Poco a poco ser una cosa u otra ya no significa nada fuera del idioma. No hay una memoria cultural común, ni unos origenes, ni una puta mierda.
Con el espíritu de los Estados-nación carcomido o, directamente destruído en una pocas generaciones, y la capacidad económica de esos mismos Estados destruida por la deuda masiva, el mundo occidental estará/está a punto de caramelo para que los psycos aprieten el botón, lo manden todo a tomar por culo y reclamen lo suyo.