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- 19 Mar 2007
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Otro hecho patético y que muestra la mentalidad de ciertas arpías de esta ciudad es lo que me pasó cierta tarde cuando iba a meterme en la estación de un tren de cercanías.
En las escaleras que bajan me encuentro con una antigua compañera del trabajo (por cierto, menopáusica tarada). Me ve y se pone muy contenta. Y llena de alegría no me dice ni mi nombre ni me saluda ni nada. Me suelta "EL GUILLERMO, NO TE VA A SALIR NADA" la muy cabrona toda llena de entusiasmo. Vamos, que me dió a entender que no me saldría ninguna novia.
Eso sí...al menos me dijo que estaba muy GUAPO.
Increíble...Parece ser que para ella soy ya un Robert Redford, pero eso sí, sin derecho a novia.
En las escaleras que bajan me encuentro con una antigua compañera del trabajo (por cierto, menopáusica tarada). Me ve y se pone muy contenta. Y llena de alegría no me dice ni mi nombre ni me saluda ni nada. Me suelta "EL GUILLERMO, NO TE VA A SALIR NADA" la muy cabrona toda llena de entusiasmo. Vamos, que me dió a entender que no me saldría ninguna novia.

Eso sí...al menos me dijo que estaba muy GUAPO.
Increíble...Parece ser que para ella soy ya un Robert Redford, pero eso sí, sin derecho a novia.