CAPITÁN MUÑECO DE HIELO

El hombre se tiró al mar como el que camina descalzo por las empedradas calles de Florencia, como el que toma y come una fruta tropical en plena selva amazónica, quiso fundirse con aquella naturaleza inhóspita y deseo que la pureza de ese momento durara para siempre. Y joder vaya si lo consiguió.

No, no lo consiguió, seis horas después lo sacaron del agua y lo mandaron en una caja a España.

Es que tiene cojones.
 
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