Un padre y un hijo Amish van a un centro comercial por primera vez. En esto, el hijo ve las puertas de un ascensor abriéndose, por lo que pregunta:
-¿Padre, qué es esto?
El padre (que nunca ha visto un ascensor) le contesta:
-Hijo, en mi vida he visto nada semejante, no sé qué es.
Mientras el padre y su hijo se quedan mirando perplejos el ascensor, aparece una señora gorda que se mete en él y desaparece. Al rato, se vuelven a abrir las puertas del ascensor y aparece una rubia espectacular. El padre, con los ojos como platos, le dice a su hijo:
-¡Ve a buscar a tu madre!.
Chiste patrocinado y supervisado por el gran Hediondo.